Y entonces se abre el telón,
allí sentados los soldados,
esperando un espectáculo armado.
Cuando gritamos retroceden,
la tragedia a veces cede,
la comedia no nos deja ver,
sometemos los que someten,
entramos en la carrera,
a veces arremeten,
a veces aceleran.
En un viaje solo de ida,
no hay guía para suicidas,
tenemos lo que querían,
ahora somos los que mentían.
Y entonces se cierra el telón,
allí sentados los condenados,
esperando un aplauso encadenado.
Cuando esperamos permanecen,
la comedia a veces cede,
la tragedia no nos deja ver.
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Guía Para Suicidas
De TodoUn rincón donde compartimos literatura personal. - Perdimos el botón que paraba el tiempo -