Han pasado dos semanas. Voy a la escuela porque Jon me obliga pero inmediatamente sonando el timbre voy hacia su casa y le ayudo a Marta, "su nana" a prepararle su comida para yo misma dársela. Cada día esta peor, según el médico ya no le queda mucho tiempo y por más que trate de convencer a mi mente de lo contrario una parte de mi sabe que pronto tendré que despedirme de el. Jon ha logrado abrir mi corazón de una manera inexplicable, cierto, antes sufría pero nunca sentí dolor ni perdida ni si quiera amor y con Jon es toda una mezcla de sentimientos. Me ha cambiado completamente y aún noce si eso esta bien o mal.
- ¿En qué piensas? - Jon me mira atentamente.
- Lo siento. Yo solo... Pienso en todo. Me has cambiado y mucho.
- ¿Es bueno o malo? Porque recuerdo que cuando llegaste parecía que estuvieras enferma del estómago.
- Ja Ja. No lo sé, creo que es un poco de ambas.
- Bueno, entonces no me sentiré tan mal.
- ¿Quieres ver una película o escuchar música?
- No. Yo quiero contarte algo... - empieza a toser demasiado. Le sirvo agua pero al toser escupe sangre así que llamo a la ambulancia y unos minutos después nos vamos al hospital.
Llevó unas horas, minutos, talvez segundos esperando. Realmente no se cuanto tiempo llevó aquí.
- Familiares del Joven Philips
- Aquí. ¿Cómo está? - me da una mirada triste
- Lo siento. Solo le quedan unos minutos. Puede pasar a verlo en la habitacion 103.
Camino hacia el elevador y presiono el piso en el que está Jon. Dios no esperaba que se marchara pronto. Mis ojos arden de las lagrimas que quieren salir. El elevador se detiene y abre sus puertas. Dios, no quiero salir. Quiero pensar que esto es una pesadilla, que voy a despertar y Jon seguirá molestandome. No importa como solo quiero que Jon viva. No lo quiero perder. Llegó a su puerta y me meto en ella sin tocar, su cuerpo esta conectado a las tipicas máquinas, se ve más pálido de lo normal y hasta pequeño se ve.
- Val... - empiezo a llorar. No puedo. No puedo dejar que se vaya.
- Jon. Por favor no me dejes. Haré cualquier cosa. Solo...solo no me dejes
- Es la ley de la vida. Debo irme. Necesito descansar de esta mendiga enfermedad. Te amo y también por favor dile que lo amo. Aunque nunca estuvimos juntos dile que lo amo y no seas injusta con el. Siempre serás mi mejor amiga. - cierra esos ojos azules tan hermosos que me cautivaron desde el principio y sólo así da su ultimo respiro para dejarme sola aquí con su cuerpo muerto y el ruido de la máquina que confirma mis ideas sobre su estado.
- También te amo Jon - digo esto casi susurrando ya que no me quedan fuerzas. Poco después me tiró a llorar y tirar de su cuerpo más serca...
Pronto entran enfermeras y el doctor que me dio la noticia. Al ver que no me calmo me inyectan un tranquilizante y lo unico que alcanzo a escuchar es..
- Hora de muerte 18:00 horas....
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Hace meses esto hubiera sido normal. Una chica seria, demacrada y sin ningun sentido de la vida. Ahora es algo preocupante para los que están a mí alrededor ya que siempre me vieron riendo junto con Jon. Claro talvez excepto cuando acababa de mudarme. Veo a tantos alumnos llorando como si de verdad lo hubieran conocido. Lo qué más me molesta es ver a Josua llorando peor que todos cuando hace poco tiempo se estaba morreando con otras chicas en la cara de Jon.
Poco a poco todos se van y solo quedamos nosotros tres. Jon, Josua y yo. Josua se acerca a mi y me abraza.
- Lo siento - y así simplemente se va...
Estoy apunto de entrar en mi coche cuando veo que un hombre con capucha se acerca a la tumba de Jon. Regreso para averiguar quien es y cuando veo su cara siento que todo el aire es expulsado de mis pulmones...
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Corazón De Hielo
Teen FictionAgresión. Violación. Insultos. Tantas cosas que otros considerarían malas pero simplemente yo ya no siento nada. Todo es mejor así. No siento dolor ni alegría, no me duelen los golpes ni las cosas que dicen de mí, ya no grito cuando aquel pone sus m...