CAPITULO 20

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El plan era: entrar al Palacio de Gobierno (donde iba a llevarse a cabo el juicio), sacar a John, averiguar donde estaba la familia de Tyler y salir de ahí. Pero evidentemente era mucho mas sencillo decirlo que hacerlo.

Viajamos durante horas hacia la capital en una camioneta de tres filas con las puertas traseras laterales corredizas, color amarillo fuerte con una franja en diagonal color negro que atravesaba toda la lateral del automóvil (de ambos lados), encima de la franja, con letras del mismo tono de amarillo que el resto de la camioneta decía "Oficina de Correos: Envíos a todo el país", pero pues que hoy los envíos no llegaran a ningún lado, o mínimo en esta camioneta. La habíamos "tomado prestada" de uno de los estacionamientos, trate de no pensarlo mucho y prometerme a mi misma que la íbamos a devolver como gente decente. Todos estos robos que todo el tiempo me negué a hacer me estaban matando. Una vez en la capital nos adentramos en el norte de la ciudad, esta vez yo daba las direcciones, había vivido ahí toda mi vida, pero nunca pasaba por el sur de la ciudad, así que nos conduje al norte donde estaba mas ubicada.

-- Detente aquí-- le dije a Oscar, el hizo lo que dije y se estaciono a un costado de una calle muy amplia en el barrio más exclusivo y rico de toda la ciudad-- Okey, voy a revisar una cosa y...-- se me quebró un poco la voz, pero trate de ocultarlo y de convencerme de que no tenia miedo, ¿porqué habría de tener miedo?

Obviamente ya estaba cubierta de todas las formas posibles para que nadie me reconocieran.

Armándome de valor me dispuse a abrir la puerta de la camioneta cuando la mano de Tyler me detuvo, el me miro a los ojos por unos segundos y comprendió que pretendía hacer.

-- Voy contigo-- dijo lentamente lanzándome una mirada de "No te dejaré hacer esta locura sola". Sentí como un pequeño peso se me quitaba de encima.Asentí lentamente y ambos salimos del coche.
-- Traten de buscar un lugar para que nos quedemos sin levantar sospechas-- dije antes de cerrar la puerta-- volveremos en un rato.

Caminamos unas calles hasta llegar a una casa en una esquina que ocupaba casi toda la cuadra, tres pisos, muchas ventanas, de colores claros rodeada por un muro color beige que solo cubría la parte de atrás, los costados y poco mas de la parte de enfrente, además de cámaras de seguridad por todos lados. En la parte de enfrente tenía dos rejas enormes para que entren los autos, que llevaban por una calle en forma de semicírculo hasta la puerta de la residencia, y si manejabas un poco mas, el camino se dividía en dos, uno llevaba al garage y el otro te regresaba a la otra reja que daba de nuevo a la avenida por la que había entrado. Al verla tuve que respirar hondo para quitarme los nervios de encima (cosa que no funcionó) y guíe a Tyler hasta la parte de atrás de la casa, nos detuvimos junto a un arbusto hermoso con muchas flores pequeñas color morado, que cubría gran parte del muro.

--Este es el único lugar que no captan las cámaras-- dije tragando saliva nerviosa.-- trata de no tocar las flores, te va a dar una picazón horrible.
Me acerque al arbusto y me metí entre las ramas, sin tocar las flores (de todas formas tenia suficiente ropa como para que las flores no me tocaran) hasta topar con el muro, enfrente de mí había un hueco que llevaba al otro lado del muro que también estaba cubierto por otro arbusto y sin esperar a que Tyler me siguiera, entré.

Me puse de pie y estudié el hermoso jardín que tenía enfrente, no había cambiado nada. El césped se veía suave y verde, flores de todos colores por todas partes, arboles grandes y frondosos. El simple hecho de estar ahí te dejaba una sensación de tranquilidad y felicidad.

--¿Cuál es el plan?--Escuche a Tyler decir detrás de mi mientras se levantaba--...es...hermoso--murmuró al ver el jardín.

Asentí en respuesta a su comentario y camine hacia la casa, que no estaba muy lejos de esta parte del muro. Llegamos a una pared que tenía un árbol gigantesco y hermoso al lado. Comencé a escalar con Tyler detrás de mí, rezando para que a mi padre no se le haya ocurrido poner más cámaras.

Presa del crimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora