CAPITULO 7

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Tuve que ayudar a Tyler a vendarse el costado con un pedazo de tela que arranco de su camiseta para que pudiera levantarse y caminar. Al momento de ponerse de pie su cara se puso pálida.

-- ¿Seguro que quieres seguir? -- pregunté

-- Si no seguimos se van a dar cuenta de quien eres-- me susurró con una voz débil.

-- Esta bien, pero déjame ayudarte-- dije mientras pasaba su brazo sobre mis hombros, el era un poco más alto que yo así que se apoyaba en mi fácilmente.

Caminamos por horas, nos deteníamos a que Tyler respirara un poco para poder continuar. Se quedaba sin aliento muy fálicamente y cada vez estaba mas pálido.
Él me iba indicando hacia donde ir, en que esquina doblar, que atajos tomar para no tener que toparnos con todas las patrullas, conocía este lugar como la palma de su mano.

Paramos en un barrio como de clase media lleno de luces que iluminaban las calles desiertas. Con casa que se ve que construyen en masa porque todas las que estaban en esta calle se veían exactamente igual, una que otra tenía una plantita que la distinguiera de las demás, pero en general todas se veían exactamente igual.

La cara de Tyler cambio por completo al verlo, como si le llegaran toda clase de recuerdos de su infancia, él también había estado lejos de casa durante mucho tiempo.
Me guió hasta una casa como a la mitad de la calle con un jardín hermoso lleno de flores y un garaje con un coche color rojo (muy bonito la verdad). Nos detuvimos enfrente y el se quedo viéndola armándose de valor para acercarse.
Lo mire, tenía los ojos llorosos, se veía asustado.

-- Hey, estoy aquí para apoyarte-- dije-- lo sabes ¿verdad?

Me miro y sonrío

-- Creo que ya estoy listo -- me dijo -- hay que tocar y terminar con esto.

Caminamos unos metros hasta la puerta, Tyler respiro hondo apretó el botón para desactivar la mascara y timbro con la mano temblorosa. Esperamos unos segundos hasta que se abrió la puerta, una mujer que aparentaba unos 40 años alta y delgada de piel blanca y ojos azules con el cabello rubio nos miraba fijamente asombrada.

-- Hola mamá-- dijo Tyler. La mujer no respondió solo se acercó y abrazo a mi amigo.
Tyler gimió de dolor pero no la soltó. Lagrimas salían de los ojos de ambos. Cuando por fin se soltaron la mujer nos invito a pasar.
Yo nunca había conocido a la familia de Tyler o su casa, se que suena raro que seamos mejores amigos y no los conozca pero ni el ni yo habíamos estado en casa durante mucho tiempo.
La mamá de Tyler nos guió hasta una pequeña sala con sillones color piel, llena de fotos de lo que supuse era su familia. Me di cuenta de que no habían fotos de Tyler en ningún lado, al parecer se deshicieron de todo lo que diera indicios de que él era parte de esta familia.
La señora Scott nos dejo solos y fue a buscar el botiquín de primeros auxilios.

-- Tyler tienes que decirle quien soy-- dije cuando estuve segura de que ya se había ido.

-- Lo se-- contestó-- Pero, creo que hay algo que debes saber antes.

Lo mire fijamente y espere a que continuara.
Se aclaró la garganta.

-- Mi familia me cree, mi mamá, mi papá, mi hermanita y mi hermano, pero John, mi hermano mayor, no. Él es parte del ejército, estaba estudiando en la escuela militar cuando me arrestaron, y nunca ha creído que soy inocente. Si él está aquí estamos muertos.-- explicó mientras apartaba la vista de mi.

-- ¿Porqué lo hiciste? ¿Porqué salimos del cuartel si sabias que esto era tan peligroso?-- estallé tratando de no levantar la voz.

-- Es solo que... Ashley no se cuando va a terminar todo esto, yo solo quería que seas feliz, que vieras el mundo, nunca sabes cuando algo malo va a pasar, y no quería que te quedaras encerrada el resto de tu vida, ocultando tu cara de los demás, aunque no lo sepas eres hermosa y no me gusta que lo tengas que estar ocultando, se que estas harta de vivir de esta forma y pues....alguna vez pensé....que podrías querer acabar con ello, simplemente dejar de luchar....yo sólo-- Tyler cerró los ojos y se cubrió la cara -- lo se, fue algo estupido sacarte de ahí, debimos quedarnos donde estabas segura.

Presa del crimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora