CAPITULO 25

46 4 0
                                    

Cuando el dolor se detiene, las lágrimas nublan mi vista, mi garganta seca por los gritos.
Me quedo temblando recostada en el suelo acurrucada en una esquina ¿Dónde estoy? Parpadeo varias veces para aclarar mi visión y dejar escurrir las lágrimas que me quedaban por mis mejillas que ya estaban bastante mojadas. Sigo en mi celda ¿Desde hace cuanto tiempo estoy aquí?

--¿Tyler?-- preguntó débilmente en voz alta

--¿Ash?-- podía escuchar el dolor en su voz, así como el alivio de escucharme-- ¿estás bien?-- preguntó aunque evidentemente él sabía la respuesta.

--No-- dije sinceramente dejando caer otra lágrima--¿Cuánto tiempo llevamos aquí?

--Ya casi 3 semanas, me lo preguntaste ayer, no lo recuerdas?--preguntó él desde el otro lado de la pared.

¿Tres semanas? No recordaba haber estado aquí por tanto tiempo ¿Cómo sabe cuándo es de día y cuando de noche? Creí que la luz  estaba siempre encendida.

--Imposible--murmuré.

Mi panza rugió de hambre ¿Cuándo había sido la última vez que me dieron de comer?

--¿Ash que pasa?-- el tono de Tyler ahora sonaba más preocupado que dolido

--Creo que...el suero esta afectando mi memoria-- dije tratando de recordar algo, pero mi mente estaba en blanco.

Me empezó a costar trabajo respirar. Por lo menos de algo estaba segura, esta sensación era muy familiar...tenía algo que ver con la celda...

Me empecé a poner nerviosa al no recordar absolutamente nada y mi respiración se agitó a tal punto que deje de respirar un momento. Estaba desesperada, me lleve las manos a la garganta y de pronto así como se había ido, el aire regresó, no era mucho, pero podía respirar. Entonces me acorde, para eso era la celda, controlaban el aire que estaba aquí adentro.

--Recuerda que tienes que quedarte tranquila y no moverte mucho, así respiras mejor...

--¿Te lo han dado a ti? ¿El suero?-- pregunte ya un poco más tranquila

--Si, siempre después del interrogatorio, igual que a ti-- respondió

¿Interrogatorio? ¿Me han estado interrogando y al no contestar me inyectaban el suero? ¿Lo hacían poco a poco hasta que ya no pudiera más con el dolor? ¿Porqué no recordaba nada? ¿Cómo me traían de regreso a la celda?

--¿Qué nos preguntan?--dije esperando que eso pudiera aclarar un poco mis dudas.

-- No puedo decirte...nos bloquean el sonido, no te...?

--No Tyler, no me acuerdo-- espeté frustrada-- no recuerdo nada...-- dije ya en un tono más calmado-- yo... ¿He intentado salir de aquí?

Lo poco que recordaba era sobre como me había fugado de este lugar, por ratos me regresaban imágenes de mi corriendo por un pasillo. Pero estaban tan borrosas y tenían tan poco sentido que dudaba que fueran reales.

-- No lo sé, no lo creo...no hay forma...además esta es la primera conversación formal que tenemos...en realidad solo hemos podido escuchar los gritos del otro...-- se le cortó la voz

Escuche mi puerta abrirse, un guardia entro.

--De pie-- me ordenó

Al oír eso un recuerdo paso por mi cabeza, ya había hecho esto antes para ir a...

--Por favor no...se la acaban de llevar...esta muy débil todavía-- suplicó Tyler desde el otro lado.

--Cállate si no quieres otra buena dosis-- espetó en su dirección

--Por favor...-- suplicó Tyler, deje de escucharlo. Nos habían bloqueado el sonido

-- Dije...levántate-- ordenó de nuevo el guardia.

Un escalofrío recorrió mi espalda al recordar lo que había pasado la última vez que no obedecí esa orden.

Lentamente me puse de pie apoyándome en la pared y como no les interesaba mucho que yo pudiera respirar, casi me asfixio, pero recobre el aliento poco a poco.

--Los brazos donde pueda verlos y la frente a la pared-- ordenó el guardia

Hice lo que dijo, primero puse mi frente en la pared para estar apoyada de alguna manera y evitar desplomarme en el suelo cuando levantara los brazos. El guardia me esposó las manos en mi espalda, las esposas eran como las que tenía el día de mi cita con el Presidente, otra cosa que si recordaba ¿Pero donde estaban esas otras 3 semanas? era como si hubieran arrancado un pedazo de mi memoria y unido los otros dos extremos.

Salimos de mi celda y si él no hubiera estado agarrándome del brazo, tengan por seguro que estaría recostada en el suelo.

El lugar se me hizo bastante familiar, pero no pude detenerme a estudiarlo, ya que me sentaron bruscamente en una silla de ruedas justo al lado de la puerta de mi celda y antes de que pudiera reaccionar, mi cuerpo lentamente se fue entumiendo (empezando por mis muñecas) hasta que perdí completamente el conocimiento.

...

Abrí los ojos bruscamente, tarde en acostumbrarme a la luz. Me estudie, estaba sentada en una silla con las muñecas esposadas al reposa-brazos y los tobillos a las patas de la silla. Una silla viejísima, para que tuviera patas, era una antigüedad. Por lo fría que estaba deduje que era de metal. El respaldo de la silla llegaba hasta mis hombros, los cuales estaban amarrados al respaldo. Mire a mi alrededor, no era muy diferente a mi celda, todo de color blanco excepto por una pared a mi lado derecho que de la mitad para arriba y a todo lo largo era un espejo, obviamente detrás del cual había gente observándome. En frente mío había una mesa simple de metal, cuatro patas y detrás una silla que se veía mil veces más cómoda que la mía.Trate de mirar detrás de mí, pero como mi cabeza no llegaba muy lejos, mi vision solo paso un poco mas halla del techo, por lo que no sabía si había una puerta detrás de mi, y en el espejo no se veía nada.

Escuche algo detrás de mi, lo que confirmo mis sospechas, la puerta estaba detrás de mi. Fuera de mi alcance.

El sonido de los pasos de alguien que caminaba lentamente hacia mi retumbaron por toda la habitación e hizo que un escalofrío recorriera mi espada.

Apreté los puños al sentir la presencia de alguien detrás de mi silla. Mi respiración se agito mientras mis nervios empeoraban, los recuerdos de lo que me había sucedido aquí no eran muy claros, lo único que recordaba era el dolor que la persona parada detrás de mi había ocasionado. Comencé a sudar nerviosa, mi panza se revolvía.

Sentí que tiraban fuertemente de mi cabello dejando mi cabeza viendo hacia el techo, mi agresor me sonreía arrogante desde arriba con actitud prepotente. Su cabello había vuelto a su rubio original, tal parecía que se alegraba de verme.

-- Que bueno es volver a verte Ashley...-- dijo Danny sin borrar la sonrisa de sus labios-- esto va a ser divertido.

Presa del crimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora