12. Destrozada

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Todo era felicidad, amor y perfección... O al menos, eso parecía.
Las habladurías de la gente nunca faltan, eso es ley. Pero cuando es constante, y demasiadas personas lo repiten comienzas a dudar. A pesar de eso, yo prefería confiar en ti, creer que eras el chico perfecto, el "príncipe azul" que todas las niñas buscan, y así, con mi necedad, mi impotencia y mi inseguridad decidí, creer ciegamente en ti. Grandísima estúpida.
"El te esta engañando" "por que dejas que te vean la cara" "la otra vez lo ví besando a una tipa de su clase" ¡CÁLLENSE, ÉL JAMÁS HARÍA ESO, ÉL ME QUIERE SÓLO A MÍ!
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Sigo pensando en qué decían de mi cuando contestaba eso.
Era de noche, tal vez las 8, el teléfono suena, Marcos, mi primo y mejor amigo.
-Oye, debo decirte algo.
-¿Es algo malo? Te oyes demasiado serio.
-Bueno, promete que no vas a llorar.
-¿Por qué? ¿Que pasa?
-De acuerdo....
Ese silencio duro varios segundos y cada vez se hacia más doloroso.
-Vi a Christian, con una gorda de su salón tomado de la mano y la besó.
En ese momento sentí como mi mundo se derrumbaba, ¿de verdad tuve que esperar a que alguien en quien confío me lo dijera? ¿por que cuando los demás trataban de decírmelo lo tomaba como que sólo querian molestarme?

-¿Payu? ¿estás bien? ¿sigues ahí?
-¿Como pude ser tan tonta?
-Voy para tu casa, no te pongas mal.

Sólo quería llorar, gritar y morir, no pensé que algo así me dolería tanto, me senti la persona más idiota, ¿sabes que se siente cuando te rompen el corazón?

Dieciocho MesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora