Las letras se aferran a mi cuello
y ahogan mi voz,
Pero la tinta no cesa y las palabras
fluyen desde mi mente al papel.
Y quizás,
quizás con suerte,
lleguen a la tuya
y cambie tu retina para siempre.
o a lo mejor ves luz,
o la oscuridad se ciña,
Más aún a tu corazón agrietado.
A lo mejor se mojan tus pestañas,
Y la lágrima limpia el polvo
del abandonado libro,
que reside en un rincón de tu mente.
Y puede que descubras
entre sus páginas amarillentas,
el secreto de una sonrisa.
Y quizás,
la encapuchada chica de ojos verdes
Encuentre,
en el chico de ojos marrones,
el bálsamo para curar las cicatrices
que echaron raíces
en lo más profundo de su alma.
Y de veras,
de veras lo siento,
si encuentras sentido a mis palabras.
Otra chica se ha suicidado
ahogada en el pozo de no encontrar
un poema que la salve
o una canción que la rescate
de la soledad del incomprendido,
de la tristeza del que intenta
con todas sus fuerzas ser diferente
en la fábrica de cerebros
en la que se ha convertido el mundo.
la chica corre,
y sus piernas,
no son suficientemente rápidas
como para alcanzar la velocidad de sus sueños
Cae de rodillas
y escarba en el suelo
Buscando con la punta de sus finos dedos
los esqueletos de plomo de otros que huyeron,
de otros que corrieron
de otros cuyos sueños
tenían fecha de caducidad
y un código de barras en su nuca.
El chico salta,
y el viento desordena su flequillo,
y hace temblar a sus pensamientos.
Cae,
cada vez más rápido,
y cada vez más lejos del suelo.
Pero capta en el aire el aroma a azufre
Mientras besa con ternura el sabor miel
de los labios de la chica de los ojos verdes,
mientras ve con el semblante pálido,
en el gélido aire,
los fantasmas de los que saltaron sin un billete de vuelta.
Pero él volverá,
y correrá a la velocidad de los sueños
y buscará con el brillo de sus ojos marrones,
el verde iris de la chica
y la agarrará de su mano de marfil pulido,
para no volver a soltarla.
Para ser libres en un mundo donde los sueños
no tengan fecha de caducidad
Y que no exija tener un código de barras
en tu nuca.