Hechiceros Oscuros

187 13 6
                                    

Zac aprovechó que Keylan había ido a hablar con el arcángel Miguel para ver a Willer y Leiandrus que estaban en la sala de entrenamiento practicando el combate cuerpo a cuerpo, la verdad es que se encontraban en muy buena forma física.

-Se os ve bien-dijo Zac

-Hacemos lo que podemos-dijo Willer

-No estabas con Keylan-dijo Leiandrus

-Si pero cuando le conté lo del arcángel Miguel quiso ir a hablar con él-dijo Zac

-De acuerdo. Entrenas con nosotros-dijo Willer

-Bueno en realidad quería hablar con vosotros-dijo Zac

-Te escuchamos-dijo Leiandrus

-El caso es que estoy preocupado-dijo Zac

-¿Por qué?-dijo Willer

-Es Keylan-dijo Zac

-¿Qué le pasa?-dijo Leiandrus

-No lo se, físicamente esta bien, a pesar de la herida que le hizo Julius pero...-dijo Zac

-Ya veo, notas algo rara a Keylan, es así-dijo Willer

-Si, exactamente-dijo Zac

-Entonces que piensas hacer al respecto-dijo Leiandrus

-Quizás dejarle espacio, no se, estoy confuso-dijo Zac

-Tranquilo, dale tiempo-dijo Willer

-Supongo que tenéis razón-dijo Zac

-Ahora que entrenas con nosotros-dijo Leiandrus

-Por supuesto-dijo Zac

Después de eso los tres se centraron en el entrenamiento porque tenían la sensación de que muy pronto se enfrentarían una vez más a Julius y desde luego sabían que ahora que él había aumentado su fuerza les sería más difícil matarlo.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Por otra parte Keylan fue a su habitación, recogió sus cosas y se marcho llevándose consigo la Espada Celestial, ahora veía las cosas desde un punto de vista muy diferente por eso ya no podía quedarse en el infierno, antes de revelar sus fichas en la guerra tenía que arreglar ciertas cosas, así que se fue al Milenio de Plata para ver a Julius, como siempre se encontraba sentado en el trono que en su día fue del Todopoderoso.

-Por fin apareces-dijo Julius

-He estado por ahí indagando-dijo Keylan

-Y bien, algo interesante-dijo Julius

-Pues si la verdad y creo que te gustará-dijo Keylan

-Soy todo oídos-dijo Julius intrigado-¿De qué se trata?

-Tengo la Espada Celestial-dijo Keylan

-¿Qué?-dijo Julius sorprendido

-La tenía el arcángel Miguel como tu imaginabas, se la pedí y amablemente él me la entrego-dijo Keylan

-Con que te la dio amablemente-dijo Julius aún más sorprendido

-Bueno digamos que he tenido que coaccionarle-dijo Keylan y le enseño la caja de madera-Ahora veamos como es esa bonita espada que puede matarte

-Así que con esto el arcángel Miguel pudo matar a Lucifer-dijo Julius mientras contemplaba la espada

-Si y por lo que se nadie puede puede empuñar la espada, aunque quizás yo si pueda ya que soy su heredera-dijo Keylan acercándose a la espada pero esta la lanzó contra la pared

Ángeles Caídos® Donde viven las historias. Descúbrelo ahora