La verdadera naturaleza

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Zac estuvo en silencio sin decir nada, miro a Willer y después dirigió su mirada a Keylan, se sentía algo confuso pero nada más verla a los ojos todas sus dudas, sus miedos desaparecieron, supo lo que quería, lo que debía hacer.

-Desde siempre he sabido que no era como los demás, no encajaba, yo podía hacer cosas que ellos no, tenía extraños sueños, entonces cuando supe sobre los ángeles y demonios, me di cuenta de que quizás allí era ahí donde pertenecía pero algo me decía que aún así seguía sin llegar a encajar-dijo Zac sonriendo a Keylan-Luego cuando me enteré de quienes eran mis verdaderos padres me di cuenta de que no era ni ángel ni demonio y me sentí aún más confuso, hasta ahora, ahora se lo que soy y lo que quiero

-Yo siempre supe quien eras-dijo Keyla devolviéndole la sonrisa

-No soy un ángel ni un demonio, soy ambas cosas pero eso tengo un ala blanca y una negra, por eso puedo hacer cosas que ninguna de las dos razas puede, por eso se que a pesar de que no pertenezco del todo al Milenio de Plata, hay una parte que es más fuerte que la otra y es mi parte de ángel, así que lucharé contra Julius, yo protegeré este lugar aún si eso me cuesta la vida-dijo Zac dirigiendo la vista hacia Willer-Somos hermanos aunque también Dylan, David y Starla, seguirán siendo siempre mi familia, ellos me enseñaron la bondad que puede existir en el corazón de las personas

-Se que quizás no debería pero quiero añadir algo-dijo Willer mirando hacia el Todopoderoso-Si se me permite hablar

-Te escuchamos adelante-dijo el Todopoderoso

-Aunque si soy el hermano de Zac, él es más fuerte que yo y aún así ya estoy harto de esto, desde niño me enseñaron a hacer daño a los demás, la maldad de las personas por eso creo que si cierto que algunas personas están consumidas por la maldad también hay personas buenas, de este modo quiero intentar enmendar todo lo malo, se que eso no cambia las cosas, lo que he hecho, sin embargo quiero...-dijo Willer sin saber como continuar

-No necesitas decir más, puedo ver en lo más profundo de tu corazón y ahora se que puedes cambiar, aunque antes necesito que todos vosotros hagáis algo para demostrar vuestras palabras-dijo el Todopoderoso

-De acuerdo-dijeron Zac y Willer a la vez

-Mi señor-dijo el arcángel Miguel

-Si arcángel Miguel-dijo el Todopoderoso

-Creo que debemos mantener aquí a los Efron por seguridad, es posible que Julius intente algo contra ellos por represalia a la negativa de Zac-dijo el arcángel Miguel

-Estoy de acuerdo, ocúpate de ellos y de explicarles todo lo que haga falta-dijo el Todopoderoso

-Si mi señor-dijo el arcángel Miguel acercándose a los Efron-Si sois tan amables

-Tranquilo Dylan, confía en mi, aquí no os pasará nada, yo debo hacer unas cosas y cuando todo esto acabe volveré con vosotros-dijo Zac sonriendo

Los tres se marcharon con el arcángel Miguel, después el Todopoderoso, llamo al arcángel Gabriel y este se llevó a Zac y a Willer para que ambos pudiesen hablar un rato a solas, luego de eso Zac buscó a Keylan, antes de todo quería pasar tiempo con ella, más si era posible que perdiese la vida, quería tenerla entre sus brazos una vez más.

En cuanto se quedo a solas en la habitación, Zac tumbó a Keylan en la cama, deseaba hacerla suya, hacía tiempo que no la tenía así y sentía la necesidad de sus caricias, de follarla sin control, en ese momento estaba realmente excitado, bajo sus pantalones tenía una notable erección, debía aplacar esa sensación como fuese.

Nada más estar encima de ella, le dio un beso lento pero apasionado después, se separaron por falta de aire, luego Keylan le devolvió el beso, el simple roce de su piel hacía que saltasen chispas, Zac le quito la camiseta y fue bajando por su cuerpo lentamente hasta sus perfectos pechos, recorrió cada centímetro de cada uno con su lengua, mientras Keylan hundía las manos en su cabello, después se desnudaron mutuamente mientras jugueteaban con cortos besos y caricias.

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