Las presentaciones se me hicieron eternas, siempre lo mismo, por orden de lista teníamos que salir a la pizarra para hablar delante de toda la clase diciendo lo que más nos gusta, como somos...
Me descuide un momento, bueno un momento, para mi fue un momento pero parece que fue bastante. Porque por fin llegamos al final de la lista, osea a mi nombre.
-Lucy Zambert- me nombro el profesor para que saliera.
No lo había dicho antes, pero tengo bastante pánico escénico. Así que cada paso para dirigirme a la pizarra se me hacia demasiado pesado. Las manos me empezaron a sudar mientras que la respiración me costaba mas y para colmo una gran presión se apodero de mi cabeza.
-Hola, me... me llamo Lucy. Me gus... gustan los animales, dibujar...-mientras hablaba sentí como se me revolvían las tripas y me costaba hablar.
Sentí una arcada y rápidamente corrí a la papelera para vomitar. Todo el mundo se rió, menos Marcus. El se acerco con un pañuelo y me pregunto que tal estaba, acto seguido me acompaño a la enfermería.
-Gracias por acompañarme- dije algo tímida.
-No es un problema así me salto clase- dijo riéndose.
Sin saber por qué me puse un poco triste, por un momento había pensado que lo había hecho porque se preocupaba. Espera, era por eso que me había sentido así, me... ¡me gustaba! La verdad es que había tenido una mala experiencia con otro chico. Otra vez estaba en mi mundo de las maravillas recordando tiempos pasados. Me tropecé con mi propio pie, rápidamente Marcus me agarró y terminamos cara a cara. Con tal velocidad me incorpore que ni a Marcus le dio tiempo a reaccionar.
Por fin llagamos a la enfermería, y parece que mi cuerpo lo sabía, porque nada más entrar me entró un mareo y poco después me desmallé. Lo último que recuerdo que vi, fue a Marcus corriendo hacia mi.
Cuando desperté conseguí reconocer 3 siluetas que me estaban mirando, eran mis amigas: Janne, Ashley y Gemma.
-Se ha despertado- dijo Gemma sin dejar de mirarme.
- Ya era hora, bella durmiente- continuo hablando Janne- llevas 30 minutos sin abrir los ojos.
-Y el chico ese ya estaba preocupándose- dijo Ashley señalando a la puerta.
-Marcus-dije incorporándome bruscamente.
Nada más terminar de decir su nombre, la puerta se abrió.
- ¿Estas bien, necesitas algo?- dijo sin dejar de mirarme.
No le conteste simplemente agache la cabeza y me sonroje.
-Bueno ya vemos que tienes compañía- dijo Janne antes de cerrar la puerta.
Parece que Marcus se dio cuenta de que estaba sonrojada, porque con su dedo incide me levanto la barbilla y con la otra mano me quito los mechones que me tapaban la cara.
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lo que la locura puede hacer
Romancetodo lo normal se cambia al perderse la cordura. Esta chica se enfrentara a sus viejos amigos y a sus recuerdos. Y si quiere que esto termine pronto tendrá que encontrar el inicio de su locura para acabar con el.