Deathbeds |• Oliver Sykes •|

Capitulo 15

•Nataly

Desperté, tenía la cabeza apoyada sobre mis brazos entrelazados, los cuales ahora se hallaban entumecidos, mis ojos los sentía inchados  y mis mejillas calientes de tanto haber llorado.
Me siento y trato, en mi cabeza, de asimilar las cosas. Mi ingenua cabeza fábrica ideas nobles, tratando de convencerme a mi misma de que Oliver es una buena persona, que tal ves aquello fue una broma, que el de verdad está interesado en mi o que al menos puedo contar con el como amigo. Pero la realidad destruye cada milímetro de esperanza y pensamiento positivo, y con ello mi corazón se quebranta igual.

Todo pensamiento se va en cuanto escucho toquidos en la puerta, iba camino a abrir, de hecho estaba por tocar la perilla, hasta que escucho su voz y me quedo petrificada.

—Nataly... Nataly abre, por favor necesito hablar y arreeglar las cosas.

Yo tan sólo me quede paralizada con lágrimas brotando de mis ojos, me recargue en la pared, debajo de la puerta se podía notar su sombra. Mire hacia la derecha y vi su gorro de lana gris, que olvido la otra ves, colgado en el perchero y sus súplicas se seguían escuchando.

—Nataly... De verdad lo siento, por favor abre necesito hablar con tigo— en esto último su voz se escucho entrecortada.

Con toda mi alma quería abrir esa puerta, pero ya era justo que nadie se aprovechase de mi otra ves, que yo sólo sirviera para aumentar el ego de otras personas, ya era tiempo de ser "fuerte", aunque eso último no lo estoy logrando del todo.

Los toquidos de Oliver se detuvieron y por último antes de irse emitió un gruñido exasperado.

Me deslice en la pared hasta llegar al suelo y sentarme.
Mi cabeza empezaba a doler, debido a tanto llorar.

Quisiera que este día acabara de una maldita ves, me siento terrible, odió todos estos sentimientos, y sólo quiero que todo termine.
Durante 15 minutos me quede en esa posición. El teléfono comenzó sonar, levanté la mirada y me quede viendo directamente hacia donde estaba el teléfono. Sonaba una y otra ves sin cesar, en todas ellas escuchaba la contestadora y de tras palabras palabras de clemencia pertenecientes a Oliver.
Antes de que todo se tornara en silencio, el último mensaje fue el más conmovedor.

—Nataly, necesito tu perdón y tu compañía para el resto de mi vida, simplemente te suplico me perdones— su voz se quebrantó en llanto y su respiración era agitada.

Yo sólo me dedico a llorar. ¿Que más puede ser peor ahora?, tal ves que mañana tengo que ver a Kelly en el centro comercial. Creo que son al rededor de las 8:00 pm. es muy temprano pero aún así me empiezo a alistar para ir a dormir, este día ha sido largo. Párese que el tiempo se vuelve a detener como lo hacía antes, con cada segundo acompañado de un gran dolor infinito.
Me meto a la cama y me cobijo y sierro los ojos para momentos después caer en un sueño profundo.

........
•Oliver
Nataly... es todo en lo que puedo pensar ahora, jamás me sentí tan terrible. Eh consumido ya más de tres dosis pero en este momento nada es suficiente... intentemos de nuevo.
Otra línea se apodera de mi cuerpo, por un pequeño momento me trato de olvidar de ella pero al final es un intento fallido. ¿Es acaso mejor olvidar la posibilidad de su perdón?, ¿continuar rogando?, ¿implorar?... ¿nada servirá?
Pero al menos vale la pena intentarlo.

Salgo de casa y de nuevo me trato de dirigir a casa de Nataly, sin embargo mi cuerpo de siente muy raro... acelerado, torpe... mi corazón late muy rápido y pierdo el equilibrio... una ves en el suelo trato de regresar a estar de pie y me apoyo de un poste del alumbrado público, pero sin embargo caigo de nuevo y comienzo a vomitar y una capa de sudor se posesiona en la mayor parte de mi cuerpo...