Capitulo 16

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Nataly

El sonido estruendoso de una llamada entrante a mi teléfono fue suficiente para despertarme. Me libere rápido de las cobijas que estaban abrigando mi cuerpo, me senté en el borde de la cama, y aún adormilada, deslice mis pies sobre el frío suelo de la habitación en busca de mis pantuflas. El despertador encima del Buró marcaba las 12:30 am.
Camine directo hacia el tocador, tome mi teléfono de encima del mismo y me dispuse a contestar.

#llamada#

— Alo?

— Hablo desde el hospital "Frddrick Hale", ¿Es usted Nataly?— se escuchaba una vos masculina al  otro lado de la línea. Al escuchar la palabra hospital mi preocupación se hizo presente.

— Si, ¿Qué ocurre?

— Es nuestro deber informarle de la estancia de Oliver Sykes...—al escuchar eso mi corazón dio latidos demasiado frecuentes y acelerados.

— Dios mío!! ¿Qué ocurrió?!!

— Sufrió una sobredosis y cayó de las escaleras.

— Ok, llego en un momento.

— Claro, hasta luego señorita.

— Hasta luego

#fin de la llamada#
Sin pensarlo dos veces me encamine directo al closet saque una playera manga larga rosa y un pantalón de mezclilla, tome unos Converse blancos e hice un moño (chongo) con mi cabello. Me lave la cara y los dientes.
Baje las escaleras, tome mi bolso y las llaves, salí lo más rápido posible.
Llegue a la estación de autobuses y tardo quince minutos en llegar uno. Subí pague mi pasaje y me posesioné de uno de los asientos de la parte de atrás. El camino es silencioso y obscuro, sólo se ven las luces delanteras de los autos que concurren en el otro carril en sentido contrario.
Vi como llegábamos a la parada de autobuses y de inmediato me puse de pie. Salí y camine lo más rápido que me permitieron mis piernas, caminaba y caminaba.
En cuanto vi la fachada del hospital no dudé en entrar e ir directamente a la recepción.
Una señora de ablandada edad, de cuerpo voluminoso y cabello corto tintado de rojo se encontraba ahí, al parecer ordenando papeleo, su concentración se dirigía específicamente hacia esa actividad hasta que yo, siendo impertinente interrumpí.

— Disculpe, soy amiga de un paciente, se llama Oliver Sykes, quisiera saber como se encuentra— lo deje muy aceleradamente. Ella de inmediato reviso en el papeleo y enseguida me miró para darme, probablemente, una respuesta...:

Por favor le pido se calmé, el aún se encuentra en estado crítico, está en urgencias, sufrió una sobredosis, tiene algunas heridas y probablemente una fractura.

—oh Dios mío— suspire exasperada. Todo esto es mi culpa si no hubiese sido tan "decidida", no estaría ocurriendo esto.
Las lágrimas se han hecho de nuevo presente, me siento fatal, fui tan testaruda, una idiota, si el no sale vivo de esto no me lo voy a perdo...

— Por favor cálmese, el tiene oportunidad de salvarse, la persona que reporto esto, lo hizo, por así decirlo, a tiempo.

Me saco de mis pensamientos pero integró una gran curiosidad en mi. Voltee de inmediato a verla, topa dime con dos orbes azules.

— ¿Quien fue? ¿Quien lo hizo?

Ella de nuevo volteo a ver el papeleo y me confirmo.

— Kelly Becher...— Esa maldita perra de nuevo.

Agache la cabeza y desvíe la mirada a un punto indefinido.

—Ya veo, creo que será mejor tan sólo esperar a tener noticias sobre el.

Deathbeds |• Oliver Sykes •|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora