Deathbeds |• Oliver Sykes •|

Capitulo 8

•Nataly

Oj... Tengo hambre, no quiero y no tengo ganas de hacer algo de comer...
Aunque...
Puedo ir al restaurante donde hablé la última ves con Oliver.
Sí!... Sólo que tengo que cambiar mi atuendo.

Me dirijo a mi habitación y me pongo una blusa negra, un pantalón de mezclilla y unos converse blancos, después me dispuse a salir de casa, claro que sin antes no haber tomado un bolso y dinero,y fui directo a la estación de autobuses.
Una ves después de terminar el recorrido, bajo del autobús.
Camino relajadamente entre las calles, no hay ninguna prisa.
Veo el restaurante y una ves frente la puerta decido entrar.

No hay muchas personas así que me siento en la mesa  de en medio.

Sólo es cuestión de esperar un minuto, en los que visualizo a la mesera del otro día, le hago señas para que me atienda y en seguida se dirige a mi.

—Hola, lo siento si tuviste que esperar mucho tiempo— dice de una manera amable y entregándome el menú.

—Para nada— le dedico una sonrisa simpática y observo el menú –...Creo que será una "hamburguesa doble y una coca-cola".

–Ok, en un momento te lo traigo— me dedicó una sonrisa amistosa y se alejó.

Valla cambio de actitud, un día me trata con la mayor descortesía e indiferencia del mundo y ahora aparenta ser un maldito angel. De verdad nunca podré comprender a nadie.
Sólo me quedo sentada jugando mis manos y mis dedos hasta que llega la chica rubia con mi pedido.

—Aquí tienes–  y de nuevo su sonrisa hipócrita.

—sí, gracias— y sólo doy una sonrisa "forzada".

No me encuentro enfadada (y miren que debería de estarlo), más bien me encuentro extrañada por su comportamiento, debido a que sólo me ve y se ha quedado parada frente a mi.

—hemm... Para nada quiero ni pretendo sonar grosera, pero, ¿Se te ofrece algo?— dije con gran extrañeza, tratando de no sonar grosera.

—eh... Pues... ¿Puedo sentarme para charlar contigo?—dijo con una sonrisa como si con ella dijera: "por fi, ¿si?".

—eh... Claro– y así lo hizo, tenía a una linda rubia sentada frente de mi —y bien... ¿qué ocurre?—dije y ella tomo un respiro.

—Bueno, principalmente, Nataly, quería disculparme por como te trate la otra vez, no me encontraba de muy buen humor.

¡¿Como mierda es que se sabe mi nombre?!...

— em...sí, no hay de que preocuparse, pero... ¿Cómo es que sabes mi nombre, si nunca te lo he dicho?

—ah... Pues verás, yo y Oliver, empezamos a salir y pues pregunte sobre quien eras tu y pues sólo me contó lo esencial.

—¿a qué te refieres con "lo esencial"?

–Tu nombre y como se conocieron— en seguida fruncí el seño en forma de confusión—... Si de que tu y el se sentaron juntos un día en el bus y comenzaron a platicar.

—Ah sí, claro, por su puesto- dije con una sonrisa, tratando de sonar convincente, o a menos para convencerme a mi misma.

Aunque no fuese verdad, tenía que hacer que la mentira, de Oliver hacia ella, siguiera en pie. Y creo que si yo estuviese en su lugar, haría lo mismo.

Después de ese rato, tan incómodo, supe su nombre: "Kelly", dijo que empezó a trabajar aquí desde hace una semana y que desde ese mismo tiempo vive con su hermano, debido a que su madre no le daba tanta libertad como la tiene ahora, aparte de que también me dijo que si trabaja aquí es porque: no quiere ser una carga del todo para su hermano.
Yo, obio, no le conté todo sobre mi, no la conozco del todo, solo dije que no tenía familia y que estoy aquí por que había una casa en una muy buena oferta, bueno al menos eso último si fue cierto.

Termine mi hamburguesa y Kelly enseguida recogió el plato y el envase de refresco y un poco después trajo la cuenta.

Cuando iba a salir del restaurante ella me detuvo.

—Oye, Nataly, ¿te importaría... No se, un día salir y platicar?

—Em, sí, claro– dije con una sonrisa simpática.

—Ok, ¿que te parece el domingo?

—Sí, ¿por que no?

—Oki, entonces el domingo, ¿a las 4:00?

—Sí, hasta luego— dije con otra sonrisa simpática y despidiendo me con una mano.
Escuche que ella dijo: adiós, y me fui.

No lo puedo creer, primero me trata mal y ahora hasta quiere que seamos amigas, el mundo si que esta loco.

Me dirijo a la parada de autobuses y tomo uno que llego justo en el momento que yo.
El autobús término su recorrido, o al menos el recorrido que me interesa.

Camine tranquilamente por las calles, me encontraba pensando en como demonios fue que aquella rubia, se había vuelto tan amigable de unos cuantos días para acá. Puede que aquel día que fui al restaurante haya pensado que yo era algo más de Oliver, de verdad estoy muy confundida, lo mejor será no fiarme tanto de ella, no se sí sus intensiones sean buenas ni si su disculpa fue de verdad...

-Oh!!!, Nataly !, deja eso de una buena vez- dije para mi misma en mi mente.

Seguí caminando, vi mi reloj y marcaba: 7:35pm, apresure el paso, debido a que ya estaba muy obscuro, y tenía que pasar por calles muy solas, aunque ahora no era tan tarde como otras ocasiones, de hecho todavía había varias personas en la calles.

Por fin, solo faltaba media cuadra para llegar... A medida que avanzaba distinguí a alguien sentado en las escaleras fuera de mi casa.
No se el por que, pero un sentimiento me invadió y era preocupación...

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Are_Ram