I am Human (Hunhan)

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Sehun era considerado incompleto y había perdido sus derechos, pero su vida privilegiada se debía a que su padre había logrado esconder por mucho tiempo su situación, hasta que las necesidades de su cuerpo hicieron imposible seguir con la mentira. La comunidad se había apiadado de los Oh, no por ninguna otra cosa que Luhan insistiendo en conservar a su amigo. La familia vivió otra terrible desgracia cuando la madre de Sehun necesitó también una intervención. Su padre fue el único de la familia que fue capaz de conservar sus derechos como ser humano. El problema es que una persona completa era capaz de poseer  a una solo incompleto para controlar todos los aspectos de su vida.  

Cuando la familia de Luhan se enteró de la crisis del señor Oh, que era la mano derecha de la familia líder de esa Masa Territorial, decidieron intervenir. Al ser increíblemente poderosos por tener a todos sus miembros con plenos derechos, pudieron agilizar para que Oh Sehun fuera adquirido por Luhan. De esa forma, pudieron evitarles una vida miserable. Además, incluso siendo considerados objetos, nadie se atrevería a hacerles daño. La familia de Luhan era famosa y poderosa. Nadie en los alrededores ignoraba su inmenso poder. Normalmente, los incompletos atacaban a los poderosos para hacerles perder su calidad de completos. Pero, Luhan era una leyenda de bondad y era conocido por sus buenas acciones y su buena voluntad. Eso ayudaba a conservarlo en perfecto estado. 

Sehun y su madre tuvieron suerte de no tener derechos y poder vivir de una manera decente. Aún así, tuvieron que limitarse a ser meros acompañantes y no podían estudiar, trabajar o dedicarse a nada que sus  dueños les exigieran. El señor Oh dejó que su esposa fuera una ama de casa tranquila, pero Luhan exigía constantemente atenciones de Sehun que no podían ser negadas. Luhan era cuidado y adorado por sus padres que le permitieron que su mejor amigo y compañero de juegos de toda la vida, con quien se había criado, pudiera estar a su lado. Afortunadamente, el muchacho trataba a su incompleto como un igual. Muchos criticaban que no lo trataba como el esclavo y el sirviente que era. Sí, el esclavismo se había convertido en una realidad. En el año 206 de la nueva Era, el planeta Tierra había admitido que los seres que ya no se consideraban completos pudieran ser poseídos por otros y, por lo tanto, comprados, vendidos y distribuidos. 

Luhan era importante por una razón muy específica. Su cuerpo era perfecto y muy saludable. Esos genes debían ser preservados y reproducidos con un ser semejante a él. Tenían que encontrarse, entonces, con mujeres que fueran perfectas para tener hijos. Mientras más tuviera, mejor para su familia y su estatus. Estaba muy cerca de cumplir una edad en la que pudiera reproducirse y era muy importante para sus padres escoger a la primera persona con la que lo haría, para demostrar la valía de su precioso hijo. 

Luhan sintió que el día más gris y triste de su vida fue cuando llegaron noticias de la Cuarta Masa Territorial. Una de las familias más importantes de una de las más grandes comunidades tenían una chica mayor a Luhan con un año que estaba lista para continuar con la preservación de los seres puros. La alianza era perfecta y traería muchas ventajas para su gente. El acuerdo fue aceptado y conocido por todos. El muchacho estaba casi listo para que llegara el día en el que, después de toda una formación donde tuvo que aprender de todo, fuera capaz de procrear. El día llegó y Luhan tenía que conocer a la primera, de las muchas compañeras, que tendría que tener en su vida. 

Ese mismo día se convirtió en el más feliz de su vida. Como quería contarle todo a su mejor amigo, además de buscar un poco de comprensión y consuelo, llamó a Sehun para que supiera por su propia boca las cosas que iban a pasar. Pero una cosa llevó a la otra y terminó por besarlo. Fue la primera vez para algo. Un roce muy sutil que se convirtió en un alboroto de hormonas hizo que Luhan se diera cuenta que no sería capaz de estar tan cerca de nadie más en el mundo. 

Todo había pasado demasiado rápido. Luhan estaba ansioso y quería sacar de su cabeza los pensamientos negativos que tenía. Se sentó en su mesa y tomó el libro sobre transplantes de órganos que estaba leyendo. El tema le interesaba mucho desde que se enteró que Sehun tenía por lo menos cuatro de esas intervenciones. Desde entonces leía mucho para poder ayudarlo en caso de lo que necesitara. Y, mientras más leía al respecto, menos entendía por qué un órgano hecho con materiales artificiales hacía que Sehun fuera menos humano.