¿Por qué mis dedos se están moviendo sin que yo quiera?
La enfermera y Jeremy me iban cargando para llegar a mi habitación.
Al parecer luego de haber caído sobre los brazos de mi amigo, ni el más pequeño músculo parecía querer moverse cuando yo quería. Pero ahora uno de mis dedos se movía, para ser precisos el dedo índice se estaba apretando y estirando lentamente, y no era por mi voluntad.
Sentía que mi alma, si es que eso existe, estaba desligada de mi cuerpo y oculta en el lugar más oscuro de él.-Emma ya estamos llegando no te preocupes- Decía Jeremy para tratar de calmarme, aún que supongo que eso no era muy posible.
-ponla en la camilla voy a ir a buscar a un doctor- dijo la enfermera mientras que Jeremy me acunaba en sus brazos y cuidadosamente me dejaba en la camilla.
Jeremy se sentó a mi lado me hablaba de cosas para tratar de animarme y podía notar como cada uno de mis músculos comenzaba a moverse. Mi rostro comenzaba a mostrar expresiones, no precisamente de felicidad, sino más bien de asco, y ahora mis dedos comenzaban a enrollarse formando puños, las uñas de mis dedos se apretaba contra mi palma causándome dolor, podía sentir como si perforaran mi piel. Pero de nuevo no era yo la que lo hacía, no estaba controlando nada, no me lo permitía.
-Emma cálmate, te estás haciendo daño- dijo mientras trataba de separar mis dedos, pero no lo lograba, y la sangre comenzaba a chorrear por mi palma.
-puedes alejarte Jeremy- voz que salía a través de mis labios sonaba llena de odio, definitivamente esta no era yo. Yo simplemente era un espectador que no podía hacer nada para detenerlo.-acéptalo, no te quiero en mi vida, lo único que haces estorbar, mira todo este tiempo investigando y no ha servido de nada, solo empeora las cosas, además creo que es hora de vivir con ello ¿no crees que es bueno por lo que estoy pasando?, hay miles de fans de lo paranormal que pagarían para ver en su vida algo de lo que yo he vivido, y mira yo lo tengo todo gratis- Jeremy se veía muy confundido, seguramente se debería de estar preguntando a que se debía ese repentino cambio de humor y pensamientos, ojalá se dé cuenta pronto de que no era yo.
-no, claro que no ¿qué pasa si te ocurre algo te lleve a tu muerte? no lo permitiré, no te rindas Emma
-aww que tierno, pues cómo planeas cuidarme a mí si ni siquiera pudiste cuidar de tu hermanito- no tenía ni la menor idea de lo que significaban la palabras que surgían de mis labios, pero Jeremy claramente si lo sabía, por qué sus ojos se tiñeron de rojo mientras contenía las lágrimas, luego un brilló se apagó en sus ojos y se acercó peligrosamente a mi rostro. Jamás lo había visto enojado, pero me daba la impresión de que nunca lo había estado tanto.
-nunca más hables de Steven, pero tú no eres Emma ¿verdad? Por qué nunca se lo mencione- noté que una sonrisa maliciosa comenzaba a surgir en mi rostro, pero quien fuera que tenía el control de mi cuerpo no se dignó a responder.
Ambos nos mirábamos de manera asesina y seguido entró el doctor que nos miró de mala forma.
-¿está todo bien?
-todo absolutamente perfecto- articularon mis labios mientras Jeremy se alejaba, definitivamente el que tenía dentro de mí era un perfecto mentiroso.
-entonces ¿qué es lo que ha ocurrido?- Jeremy estaba por responder, pero rápidamente el ser se adelantó abriendo mis labios para hablar.
-nada doctor, son todos unos exagerados, solo me caí cuando salí a caminar y están preocupados, no hay nada que ver aquí puede retirarse- Jeremy me miró mal, pero no parecía afectarme.
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Con las sombras
ParanormalEmma Beale es una chica de 17 años de edad que asiste a la escuela George school. Cuando llega su primer día de clases algo cambia y empiezan a ocurrir cosas extrañas en su vida diaria.