capitulo III:

40 3 1
                                    

Volvemos a casa a las cuatro en punto. Liam y sus hermanos nos despiden en la plaza, Clara y Sam se van por aparte y Tobias nos sigue a ambas de camino. Charlamos de nuevo rememorando todo lo que a sido de el día de hoy, aunque que parece difícil recordarlo todo. Le comento el incidente con mi abuela en la mañana. Escucha atento y se ríe irónico con cada detalle. Asegura que aquello le da la razón aunque yo le discuta que no tiene que ver con el echo de que mis Abuelos no respeten lo que a mis relaciones paternas se refiere. Esta convencido de que me equivoco y ante su obstinación aparento estar disgustada, se burla de que sabe cuando miento y yo me sostengo lo más posible en el punto de estar enojada hasta que se me escapa una sonrisa. Mi hermana le da la razón en todo lo ultimo que acabará de decir y yo me rindo.
Seguimos hablando de lo bello que fue el día y me doy cuenta de que Laila no para de sonreír en cuanto se menciona a Liam, aunque no le presto atención especial y hablo como regla general de que el día fue hermoso.

-¿Tu que tal te lo has pasado?-Le pregunto sin encajar en ningún momento lo anterior junto a lo que hablo.

-La verdad es que ha sido muy especial. Liam se a portado de la mejor forma, ha sido muy agradable poder charlar con el.

Tobias retira el rostro hacia otro lugar. No se si esta incómodo o molesto. Me muerdo el labio inferior con una punzada de culpa y cambio el tema. Recuerdo que el siempre ha ido detrás de ella aún sabiendo que no le prestaba la más mínima atención. Nunca estuve del todo segura de si ella le era ajena a aquel sentimiento, ya que debido a su carácter, el fue siempre bastante discreto. Ya me había manifestado en veces anteriores su deseo de hacerle una propuesta. También en algún momento se sintió por completo decidido a declarar sus sentimientos, completamente convencido de que ella le correspondía. Luego de unas semanas se echó para atrás, justo por los días en que la familia Noroeste llegó a la ciudad y se hizo por completo evidente los atracción que sentían Liam y Laila cada vez que se les permitía estar juntos. Se resigno al saber que ella le quería y aseguro haber olvidado todo rastro de cariño por ella. A través de su seguridad, se convence de que creo que es así. Pero se bien que no podría olvidarle tan fácilmente por lo grande aunque desconfiado de su corazón.
Al llegar al fin a la puerta de el hogar de mis abuelos. Laila fue la primera en despedirse de él y entrar en la hacienda rápida y precipitadamente. Temí que hubiera advertido algún indicio respecto al comportamiento de Tobias. Me vuelvo a él con disimulo, su rostro es inescrutable. Me distraigo un segundo sintiendo la corriente de aire que atraviesa mi cabello y lo hace flotar, veo como el vestido se infla ligeramente y debo sujetarlo con algo de torpeza para evitar que se eleve. Se ríe de mi complicación innecesaria mientras mi rostro se transforma entre la escalas de vergüenza y seriedad. Pero más allá de esto, hago cuenta de una extraña expresión en su rostro. Nunca me había visto de aquella manera, mas aún, parecía a la espera de algo, que sabe algo que, sea como fuese, no parece tener interés en decirlo.
 Volvio el rostro al vacío, expectante, inmóvil frente a mi, susurra palabras que no puedo oír. Voltea Bruscamente hacia mi sin perder un segundo.

-Entra en la casa -Ordena apresurado.

-Pero que... -Pregunto con recelo.

-Juro que haré lo posible para poder verte en estos días... es probable que te pase a buscar mañana.

Me dirige una cálida sonrisa y parte casi corriendo hasta desaparecer. Permanezco plantada en el umbral de la puerta conectada al enrejado que protege la hacienda. Muchas emociones se encuentran dentro de mi ser, en lo que la duda rasga mi pecho, encarnando los cejas y moviendo los labios. Después de un buen tiempo parada en la entrada. Me dirijo a la casa lentamente. Sigo derecho a mi cuarto dispuesta a no salir hasta la hora de la cena. Así lo hago, mato el tiempo leyendo un par de libros y mirando al vacío. Todo el día estuve esperando a poder estar sola para pensar con claridad, pero ahora que lo consigo no logro concentrarme.

Rayo De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora