- ¡Louis! – sentí un grito que me sobresaltó.
- ¡¿Qué pasó?! – dije incorporándome.
- Te estoy despertando… - dijo como si fuera obvio.
- Maldición, Nicky, me has dado un buen susto… - dije pasándome la mano por el pelo.
- Lo siento, pero es que ya son las once de la mañana… tienes que tomar desayuno… - me dio un leve beso en la boca.
- Debiste haberme dejado dormir… anoche no dormí muy bien…- hice una mueca.
- ¿Por qué? – hizo un puchero. Porque invades mis sueños, y realmente no son muy sanos.
- No lo sé. – murmuré.
- Bueno… si quieres sigues descansando, puedo traerte desayuno si quieres. – dijo amable. Realmente quiero otra cosa.
- No te preocupes… - dije y apoyó una mano sobre mis piernas, que aún estaban cubiertas por las frazadas y el cobertor rojo. Vi en su rostro un dejo de extrañeza. - ¿Te has orinado, Louis? – se echó a reír.
- No, Nicky, ya vete, que debo arreglar eso. – dije serio.
- Ya, ya, no te enojes. – me dio un beso en los labios. – Te amo.
- Igual yo. – le di un beso y se fue. – Maldición. – susurré mientras me dejaba caer, apoyándome en la cabecera de la cama.
Rápidamente me levanté, saqué las sábanas y todo eso, necesitan un lavado… Las dejé en la ropa sucia, coloqué sabanas y frazadas limpias. Al terminar, me duché, me vestí como normalmente lo hacía, un pantalón ajustado, una camiseta a rayas y unas converses a juego. Bajé y fui a la cocina, ahí estaba Nicky terminando de prepararme el desayuno.
- ¿Cómo te fue con la gloria matutina? – rió Nicky.
- Ya calla… - rodé los ojos y me senté en la barra.
- Ten. – me pasó un bol con cereal con leche y un jugo de naranja.
- Gracias. – murmuré mirando la comida, me intimidaba mirar a Nicky luego de ese ‘sueño’.
- Hey. – me levantó el rostro. – Calma, son sólo bromas, tú eres experto en eso, ¿no?
- No es eso, Nicky, de verdad… creo que no dormí bien anoche por si lo pudiste notar… - hice una mueca.
- ¡Quizás qué soñaste! – rió y sonreí.
- Si supieras. – murmuré, apenas audible.
- ¿Ah?
- Nada, nada… - comencé a comer.
- ¿Y?
- Está delicioso. – sonreí.
- No me refiero a eso, idiota… No respondiste a mi pregunta. – dijo rodando los ojos.
- ¿Pregunta? ¿Cuál?
- La de qué soñaste…
- Esa no fue una pregunta. – dije luego de tomar un sorbo de jugo.
- Bueno, ahora lo es. – se apoyó en la barra frente a mí.
- Ems… no lo recuerdo. – me limité a mirar los cereales.
- Mentiroso. – se fue, suspiré. ¿De verdad tendré que contarle?
- ¡Nicky! No te enfades… - fui a la sala donde estaba ella. – Fue sólo un sueño, ¿por qué debería importarte?
- Porque si tu cama estaba así de húmeda es porque no soñaste cualquier cosa… y por tu aturdimiento, dudo que no lo recuerdes… No soy tonta, Louis.
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Loved you first. - Louis Tomlinson
Fiksi PenggemarNicole Jostine Rosselló, diecinueve años, 1,68 cm. de estatura, pelo castaño claro con definidas ondas que llegan hasta el final de su columna, ojos verdes grisáceos con forma algo aceitunada, contextura media, piel color medianamente morena, tostad...