Capítulo 1

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Durante siete años la guerra estalló entre los reinos, desgracias y miserias acompañaban a esta catástrofe, Ann deseaba la paz, sin embargo, no les era posible ya que Agg atacaba sin distinción y sólo mantenían su objetivo, unir a Taiyo y Tsuki para el renacer de Sora, los siete largos años pasaban, uno a uno las desgracias aumentaban, la reina de Ann, una mujer justa decidió darle fin a la maldición de la guerra que llevó a su reino a las desgracias, ella no quería entregar a Tsuki, ya que era un tesoro de sus antecesores sin embargo sabía que sus habitantes importaban más que la reliquia, después de esos largos años entregaría a Tsuki a Agg

El templo de Sora, un edificio alto, como un castillo dividido en cuatro secciones, uno para cada elemento, ubicado inteligentemente en la frontera de ambos reinos, justo el lugar donde se encontró a Sora hace milenios, en una tarde la reina de Ann, salía de entre dos estatuas... El protector del viento y la amable y calmada agua, consigo llevaba una bella caja de cristal, donde de encontraba delicadamente Tsuki... Sus antecesores decían que no debían usar la mitad de Sora para sus beneficios materiales, la naturaleza no debía modificarse, por ello se mantenía en resguardo como un tesoro, que pasaba de generación en generación, de reina a reina, de rey a rey
"Madre, antepasados, disculpen a su hija por lo que esta a punto de hacer"
Pensaba en sus adentros, lamentándose por la radical desicion que estaba por tomar
-Reina de Ann, por fin cedes a mis exigencias -La resonante y arrogante voz sonaba entre las estatuas de el temperamental Fuego y la retumbante Tierra, un hombre castaño, fornido de piel tostada y ojos miel salía de entre sus escondites, la viva representación del día, fuerte y verosímil, la reina de Ann sólo pudo mirarlo con despreció -¡Vamos mi Lady! -Dijo él acercándose a la reina, tomó su mentón y lo levantó para que lo viera a sus penetrantes ojos -Esa bella cara se va a deteriorar muy rápido -Ella se liberó de su agarre de manera brusca, aunque el gobernante de Agg tenía razón en algo... La belleza de la reina, su piel blanca como la luz de la luna, cabellera larga color azabache y ojos violeta, una viva imagen de la noche, tranquila y sabia, la mujer se alejó lentamente de aquel hombre que alguna vez llamó amigo
-Rey de Agg, te entregaré a Tsuki, sin embargo quiero que tus tropas se retiren de Ann y dejen a mi pueblo -Él hombre se acercó a ella sutilmente, la tomó de los hombros y su voz ronca resonaba cerca del oído de la reina
-Mi Lady, eso debes darlo por hecho
"No lo harás ¿Verdad?"
La reina lo miró desconfiada, sin embargo debía apostar a la suerte, los líderes de los países le decían que era la mejor opción y que era seguro de que Agg abandonaría el reino, ella sabía que eso era mentira, nadie como ella sabía que el rey mentiría y seguiría atacando a Ann hasta tener el control absoluto de él.... Dejando sus dudas la reina extendió la caja de cristal donde se encontraba Tsuki, el rey naturalmente lo tomó entre sus manos donde destruyó la caja para obtener a la mitad de Taiyo, de repente el hombre desenvainó su espada
"Lo sabía "
-Ahora mi linda noche el día quiere a tu reino -el hombre amenazaba a la mujer con su espada
"¿Como se atreve a usar ese sobrenombre después de lo que va a hacer?"
-El día no puede devorar a la noche -Dijo ella con calma -Si lo hace habrá una una terrible catástrofe para ambas partes -La reina sabía que si Agg se obsesionaba por el poder, el equilibrio se desmoronaría
-Eres arrogante reina
-No lo soy, simplemente habló con cordura -Él hombre acercó la espada a la garganta de la reina, cerca de un bello collar de media luna, color plata y destellos azules , pero le tomó por sorpresa ver que esta la movía la espada alejándola de ella
-¡Tu obsesión ha llegado al límite!, Ann nunca será tuyo, Rey de Agg- El rey se reincorporó mirando con ira a la sabia reina, blandeo la espada una vez más en contra de la mujer
"Dejó a Ann en sus manos, jefes de los países"
Pensó la reina... Estaba preparada para dejar el mundo material y dirigirse al mundo de los espíritus, cerró los ojos para esperar la muerte
-Adiós, reina de Ann - El corte de la espada nunca llegó a la reina quien abrió los ojos nuevamente, frente a ella miró una figura Escarlata, aquella silueta emanaba un radiante y sofocante calor... Detrás de ella sintió la presencia de otros entes a su derecha los destellos blancos a su izquierda el olor de la naturaleza, detrás de ella se olía el agua marina ... La reina al igual que el rey del otro reino sostuvieron una mirada muy sorpresiva...
-¿Quienes son? -El rey habló por fin nervioso y colocando su espada en forma de defensa, los entes se colocaron justo frente a cada una de las estatuas de mármol, tributo a los elementos...
-Somos los protectores de Sora... -Dijo el hombre de tez blanca como la nieve, llevaba ropas a montones pero holgadas color perla su cabello color plata y ojos del mismo color que sus ropas... -Soy el sabio viento
-La calmada agua les saluda -Una pequeña sirena de cabellos turquesa piel bronceada y la cola de pez azul oscuro, debajo de esta chorros de agua brotaban para mantenerla recta, llevaba un bello collar de conchas, un adorno en la larga cabellera en forma de estrella
-La retumbante Tierra -Una mujer alta y delgada, tez morena con cabellera castaña de esta brotaban pequeña ramas con flores de distintos colores, un vestido largo color verde de corte recto, llevaba una capa larga hasta los tobillos color café, el color de los troncos del árbol del bosque más bello que una persona pudo imaginarse
-Y el temperamental Fuego -A comparación de sus hermanos el fuego era alto y corpulento, piel tostada, cabellera escarlata con las puntas amarillas, dando una alucinación de ser fuego en lugar de cabello, pantalones negros y una camisa sin mangas del mismo color, en el brazo izquierdo un especie de dragón de fuego se encontraba plasmado sobre la piel del protector -Sora es algo que ustedes los humanos no podrán entender...-El fuego parecía molesto -Tu Rey humano, has utilizado terriblemente a Taiyo...
-Hermano -Dijo el viento -Tranquilizate que estamos en el lugar de Sora
-¡El fuego es violento! -Una llamarada salió de sus manos - este humano ha profanado al elemento, uso al fuego como arma que despoja de sus vidas a otros, terrible equivocación
-Te entiendo hermano -La mujer de cabellos castaños habló -Taiyo controla también mi elemento, la Tierra no es algo que deba de usarse para el mal... La tierra es próspera y amable...-Ella aparentaba estar calmada pero su voz mostraba otra cosa...la cólera e ira que la invadía era enorme
-Reina humana -La sirena se acercó a ella quien se encontraba en el suelo sobre sus rodillas -Tu cuidaste a Tsuki con tu propia vida... Pero veo que te fue inevitable no entregarla-  La reina se inclinó en forma de disculpa a la agua
-Le pido disculpas, por permitir que me despojarán de Tsuki, sin embargo lo hice por mi pueblo que ya ha sufrido bastante por las penurias de esta inútil y estúpida guerra
-Levanta la mirada reina humana -El viento habló nuevamente -El agua y el viento no te culpan de nada... Al contrario... Agradecen que nunca hayas usado el poder de estos...
-Siempre he pensado que la naturaleza debe ser respetada y no ser usada para medios egoístas
-Bien dicho reina humana -El fuego formó una amplia sonrisa a la mujer, después giro hacia el Rey quien aún tenía a Tsuki y Taiyo en su mano, el sofocante calor llegaba a las manos del Rey, el fuego arrebató de sus manos a las mitades de Sora
-Reina humana, presentaste frente a mi -El fuego habló fuerte, la reina sin pensarlo se encontró con él e inclinó su cabeza levemente -Sora, renacerá -Dijo él, de repente un eclipse solar se hizo presente... El rey se angustió por tal fenómeno, nunca en su vida -al igual que la reina- habían presenciado algo como eso, la tierra formó una pequeña caja con ramas que salían de sus manos, una caja muy rústica pero bella ya que en el centro de esta se dibujaron los signos de los elementos... Una gota para el agua, una llama escarlata para el fuego, un árbol verde para la tierra y una ráfaga blanca para el viento, el fuego, colocó las dos partes de Sora dentro de la caja -Humana... Sora quedará bajo tu resguardo
-Pero... Pienso que los más aptos son Ustedes
-Te equivocas mujer -El viento interrumpió a la reina
-mostraste ser digna de ser su protectora en el mundo terrenal
-Además -La dulce y tranquila voz del agua comenzaba a explicar -Nosotros sólo la protegemos en el mundo de Diskan... Dios del tiempo... Desde el momento que tocó el suelo humano paso a ser responsabilidad de ustedes, nosotros los guardianes no podemos intervenir en su protección
-Eso quiere decir... Que soy responsable de Sora... Pero ¿No habrá un desequilibrio entre reinos?
-Si, sin embargo... El reino de Agg será responsable de las acciones de su egoísmo -El viento mostró paciencia al explicar lo que le sucedería al reino del norte
-El reino de Ann -La tierra habló con su dulce voz -Será bendecida, lo contrario a Agg, la noche gobernará amablemente sobre el día egoísta -Los elementos se elevaron frente al rey de Agg..
-Humano... Te has atrevido a violar las leyes de la naturaleza... -El agua miraba con desdén al hombre quien temeroso salió del templo
-Hermana Tierra -El viento miró a su compañera quien sólo asintió con la mirada y de su cabellera salió una pequeña ardilla que seguiría al rey, la reina estupefacta miraba a aquel roedor regresar después de unos minutos... Subió al oído de la Tierra e interpretó lo que decía el pequeño de mejillas regordetas -El rey de Agg esta retirando sus tropas, planea una revuelta en unos años... Creó que quiere ir por tu primogénito
-¿Porque iría por su primer hijo? -La dulce agua preguntaba
-En Ann...nuestros gobernantes son el primer hijo de la reina... Curiosamente.... Sólo las reinas y reyes hemos podido engendrar a un sólo hijo.... Por ello los apreciamos mucho más -La reina bajo la mirada conmocionada -Debo tener cuidado con lo que haga el rey de Agg
-Humana -Dijo el fuego -Haremos algo al respecto... Al no poder intervenir en el mundo humano haremos un pacto... Los cuatro elementos escogeremos a los próximos guardianes de tu hijo... Les daremos una pequeña parte de nuestro poder para que lleven a cabo su misión... El sucesor será protegido y amado...

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