Capítulo 15

16 0 0
                                    

-No te distraigas- Gesshoku estaba concentrada, la flecha dirigida a ella travesó a Nisshoku quien se interpuso para protegerla
-Nisshoku
Fhe!- La princesa levantó la voz, de sus ojos se asomaban algunas lágrimas, sin embargo, ella luchaba por evitar que salieran
-Concentrate- El mencionado asintió, Nisshoku destrozó la flecha de ambos extremos, se mantuvo en pie protegiendo a la favorita de los guardianes y su Terrenal del Viento, sostuvo la espada esperando el próximo ataque
-Ryu, acaba con él y tráeme a Gesshoku- El señor del Sol ordenó a su acompañante que fácilmente destruía la prisión que la joven princesa impuso, Nisshoku se colocó en guardia desenvainando su espada, miró el edificio, estaba casi terminado el traslado, solo debía aguantar un poco más la situación, sin embargo, dudaba que pudiera soportarlo, la flecha estaba  envenenada, si debía morir, lo haría protegiendo a su señora
-Feh...- Dijo débil -Promete
-Nisshoku- La princesa llamó su atención, este solo apretó la empuñadura de su espada
- Promete que si algo sale mal, tomarás a Phoenix y a mi señora para salir de aquí- Él miró a Gesshoku sin ninguna reacción, silencio prevaleció por algunos segundos- ¿¡Lo harás!?
-Si- Nisshoku sonrió se lanzo a la batalla, Gesshoku solo bajó su cabeza  -Princesa...
-Estamos a punto de terminar, es la parte más difícil por favor concéntrate- Asintió, el sonido de las espadas chocando, el corte de la piel, los gritos de guerra, llenaban los oídos de Feh, miró la torre, faltaba muy poco, solo unos segundos más
-Mi señora...- Ella levantó la mirada hacia los blanquesinos ojos de su compañero -Esta hecho- ambos suspiraron aliviados y cansados, pequeños rastros de polvos dorados y una fragante escencia de flores silvestres llenaban sus fosas nasales,  sin embargo, Gesshoku no pudo disfrutar de aquel relajante olor,  giró rápidamente para localizar a Nisshoku, la lucha se alejó del lugar, apretó el paso, pero el señor del Sol se interpuso en su camino
-Mi amada Luna- Gesshoku dió un paso hacia atrás -Sigueme- El joven estiró su mano  -Regresa al Tiempo conmigo y aún podrás gobernar como la emperatriz más grande de Ann- Al no ver reacción de la princesa la tomó del mentón, Gesshoku se tensó -My Lady- Ella reaccionó ante esas palabras, lo apuñaló, tanto Mitsuki como Feh se sorprendieron de  la escena
-Nunca...- Sus ojos se volvieron de un rojo intenso  -Nunca me llames de esa manera... Tu no eres digno de dirigirme la palabra, solo eres un sucio ser traicionero- El señor del Sol cayó sobre sus rodillas sosteniendo con fuerza la herida, la princesa pasó a su lado sin mirarlo
-Gesshoku... Tu...- Él hombre escupió sangre -No me rendiré, no hasta recuperarte - Gesshoku detuvo su paso, su tono de voz indiferente retumbó en los oídos de Mitsuki
-¿Recuperarme?- Se burló -Intentalo- Siguió su camino, cerca de ella, Feh, quien solo se limitó a escuchar la corta conversación, pasaron por un camino de árboles de Glicinias, tras recorrer un tramo, encontraron a Phoenix herido pero vivo, Gesshoku lo abrazó con desesperación
-Estoy bien- Sostuvo con fuerza su brazo
-Está dislocado- Él Asintió -Feh, sostenlo- Sin perder tiempo, hizo lo ordenado por la joven, quien, habilidosamente reacomodó el huevo en su lugar, Phoenix se quejó del dolor, pero la princesa no le dió el tiempo para poder disfrutarlo ya que siguió el camino,  la siguieron, ellos hablan bajo mientras Gesshoku se encontraba nerviosa por la situación de Nisshoku, no soportaba la idea de perder otro aliado, y mucho menos a uno que había jurado su protección no solo a él general del Tiempo, si no también a su madre
-¡Mi señora!- La angustiosa voz de Phoenix retumbó, giró a verlo y él apuntando al cielo, una estela de luz iluminó el oscuro cielo, un punzante dolor en el pecho de la princesa indicó que algo estaba mal
-¡Nisshoku!- Fue lo último que dijo antes de salir corriendo en dirección donde provenía aquella cegadora Luz,  su cabeza solo estaba llena de pensamientos de anhelo y esperanza rezando que su compañero estuviera bien, o al menos vivo, al cruzar el último árbol, la escena la mantuvo impactada pero a la vez aliviada, Ryu, el compañero de Mitsuki se encontraba en el suelo, mientras que Nisshoku con heridas en todo el cuerpo, se mantenía arrodillado sosteniendo con firmeza la empuñadura de su espada que usaba como apoyo para evitar caer al suelo rendido por el cansancio, giró la cabeza en dirección a sus compañeros, sonrió para desmayarse, el trío se acercó, Gesshoku se arrodilló y examinó sus heridas
-Está muy mal- Susurró -Feh, sostén su cabeza, Phoenix, sus piernas- Obedecieron, la princesa sostuvo la espada con determinación, cortó su antebrazo
-¡Mi señora!- Phoenix ahogó el grito
-Estoy bien- Dejó que su sangre cayera en la boca de Nisshoku, está, poco a poco fue consumida, los ojos de la princesa se volvieron azules, recitó algunas palabras y llevó dos de sus dedos cerca de sus ojos para luego señar la frente de Nisshoku, un pequeño hilo hecho de agua surgió de esta entrando directamente a su compañero que de repente gritó de dolor -No lo suelten- Obedecieron a la petición, Nisshoku movía violentamente, las heridas de su cuerpo poco a poco fueron cerrando sin dejar una sola marca, su respiración mejoraba así como su ritmo cardíaco, Gesshoku cortó aquel hilo que le permitió sanar a Nisshoku -Ya está bien - Los dos jóvenes liberaron de su agarre a su compañero, agotada la princesa  intentó ponerse de pie, se tambaleó por lo que Feh la sostuvo, ella agradeció, al ver que su compañero aún no recuperaba la conciencia ordenó -Despierta, debemos irnos- Automáticamente, Nisshoku abrió sus ojos para encontrarse con los de la princesa
-¿Que pasó?
-En otro momento, debemos irnos de aquí
-¡Si!- Los tres hombres dijeron al mismo tiempo, Phoenix ayudaba a Nisshoku, que a pesar de estar totalmente curado, aún había algunas secuelas de la batalla, así mismo, Feh sostuvo a Gesshoku que por la cantidad de magia usada tanto en el círculo para mover al clan, como el traslado del efidicio y la curación de Nisshoku cayó rendida ante la fatiga física, nuevamente cruzaron el camino de las Glicinias, Mitsuki aún estaba en el suelo
-Gesshoku... sálvame- Se detuvieron, Feh miró a su señora y está asintio, se acercaron lentamente -Moriré si no me ayudas
-No lo harás, no dañé tus órganos vitales, estarás bien
-No me dejes- Ella suspiró cansada, se colocó en cunclillas, acarició dulcemente su mejilla
-Lo haré, no podrás evitarlo, buscame pero siempre escaparé de ti, persuademe, pero te ignoraré- Se puso de pie -La muerte de mi madre, su majestad la  Emperatriz Reina  y la de mi general no serán en vano- Sangre salió de su boca, todos los presentes se angustiaron sin embargo siguió hablando -Recuperare Ann
-Pero... Gesshoku, mi amor por ti es sincero, recuerda nuestro tiempo juntos
-Lo recuerdo- Dijo abruptamente -Y lo guardo en mi corazón como un gran tesoro, pero no puedes cambiar tus acciones- Lo miró -Si solo hubieras tomado tus propias decisiones...si tan solo ese día...- Suspiró para después negar con la cabeza, se dirigió a Feh -Vamos- Los cuatro avanzaron lentos, la batalla había sido dura, pero en especial para Feh, su hogar destruído, años de historia calcinados por el fuego de Agg, su familia que tuvo que escapar para salvarse de una masacre segura, sus libros y documentos, escondidos para salvaguardar su contenido, el segundo joven señor de Nube Escondida dió un último vistazo a su hogar, Gesshoku tomó uno de los mechones de cabello del joven y lo colocó detrás de su oreja -¿Estás bien?
-Si- Contestó automáticamente
-Entonces...
-Solo me despido
-Se que he dicho esto muchas veces... Pero prometo que regresarán
-Lo se...- La miró -Confío en usted

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora