Paulo Dybala

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Esa madrugada nos prometimos amor eterno, desde el pequeño beso que nos dimos a los 5 años hasta las caricias a los 17. Fueron 12 años hermosos a tu lado, momentos únicos e memorables que pase contigo, pero decidiste partir y ahí fue cuando te perdí, porque a pesar de la distancia fuimos cambiando y cuando me toco verte nuevamente no te reconocí.

*Flash Back* 

-Sofía ¡me tenes harto! Ya no tenemos 15 años, déjame en paz- Y por más que quisiera hacerlo siempre volvía al mismo lugar. 

*EndFlashBack* 

Temprano me levanté esa mañana cuando todo cambio, la noche anterior discutí muy fuerte con Paulo quien me levanto la mano para pegarme. Según él mis celos habían traspasado la línea, estaba harto de todo, incluso de mí. 

Caminaba sin prisa por Italia, no conocía nada así que quedaba embobada con cada lugar que recorría. A pesar de estar unos 3 meses aquí, cada día encontraba un lugar diferente al anterior. No me sentía viva, más bien destruida. Vine desde Argentina para ver al hombre de mí vida y lo único que hizo fue tratarme mal. Años no lo veía, cambiamos como cualquier persona lo hace, pero nunca me imaginé que tanto. 

Llegue a una plaza con muchos árboles a su alrededor, verde puro se apreciaba en aquellas hojas que se desprendían de las ramas, la primavera se instalaba y eso a mi me encantaba. Camine uno poco más hasta sentarme en uno de los bancos justo al centro, miraba a las personas caminar mientras pensaba como pedirle perdón a Paulo, no quería perderlo por nada del mundo. 

<Amor perdóname, yo no quiero perderte, te necesito> 

Caía muy bajo haciendo tal cosa, él me pego, me faltó el respeto como mujer y yo lo permití... porque lo amo. 

'Eso no es amor, te debería respetar Sofi' Amelia me recriminaba tremenda acción. 

Esa noche no pude dormir, el reloj marcaba las 3:26 am cuando Paulo atravesó la puerta de su casa, venía con varias copas encima. Su mirada divagaba por todos lados, no se mantenía en pie por si sólo necesitaba sostenerse de algún mueble para poner moverse pero no fue eso lo que más me llamo atención, sino la rubia con quien estaba acompañado, ambos reían sin darse cuenta de mi presencia. 

Mis ojos comenzaron a derramar lágrimas de dolor.

Corrí rapidamente al baño en medio de la oscuridad, me golpee sin querer con la mesa en la pierna y llore con mas fuerza a causa del dolor, no pude seguir caminando.

-¿Sofi? - pregunto Paulo prendiendo la luz de la sala, al verme su cara se suavizo luego miro a su acompañante y se dio cuenta de lo que realmente pasaba -Déjame explicarte esto - se acerco a mi pero lo ignore, subí como pude hasta su cuarto y busque mis pertenencias. 

Paulo me miraba expectante, sin decir nada. El alcohol hacia estragos en la vida de las personas y lo hizo entre él y yo.

*6 Meses Después*

Paulo salio de su casa para retirar el correo que tenia en su casilla, recibos, recibos, recibos y mas recibos era lo único que leía hasta que un pequeño sobre lo sorprendió, la letra la conocía perfectamente, leyó el remitente y termino dándose la razón. 

Sin esperar mas tiempo la abrió.

Paulo:

Nunca imagine que llegara el final de "nuestra historia" yo pensé que después de irte a buscar todo cambiaría, no que volveríamos a ser los mismos de antes, si no que nos amaríamos con la misma intensidad pero me equivoque, como una ilusa de la vida me equivoque, y ese error me hizo golpearme muchas veces con la misma piedra.

One Shots de Fútbol ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora