One Shots de Fútbol ♥

Ramiro Funes Mori

Formaste tu familia mucho antes que yo, nos perdimos sabiendo que no lo queriamos hacer. 

Me fui lejos para olvidarte pero años mas tarde tu viniste, no por mi, sino para jugar al fútbol, lo único que te apasionaba cuando estábamos juntos, aparte de mi, obviamente.

***

-Melina ¿que a mi no me vas a sacar ninguna foto? - pregunto Leandro mientras ocultaba sus ganas de reír.

La sección fotográfica para la nueva portada del Everton se estaba haciendo muy cansadora y para aliviar las cosas Leandro junto con Muhamed se proponían esfumar mi mal humor.

-Ya te saque muchas Rodriguéz y a vos - señale a Bešić - también - explotamos en risa al ver la cara del Bosnio quien estaba mas rojo que nunca.

-Que lindo que trabajan - apareció Robert Elstone, el director ejecutivo.

-Ya estaba terminando Rob - le dije dando pequeñas palmadas en su hombro, me sonrió para alejarse y dejarnos "trabajar" nuevamente.

-¿Conoces al nuevo jugador? - pregunto Muhamed en un español no muy bueno, negué restandole importancia y volví a tomar mi cámara para mirar las fotos que saque en estas ultimas 5 horas.

La fotografía era mi pasión, después de haber terminado mi relación con Ramiro lo único que hice fue refugiarme en esto. Con el apoyo de mis abuelos vine a vivir a Liverpool, hace 6 años que estoy aquí y tan mal no me va. Hace 3 años soy la fotógrafa oficial del club, me llevo bien con casi todos y aunque tenga solo 23 años tengo mucha madurez, supongo que el haber partido a mis padres hizo que me convirtiera en quien soy ahora.

-Mañana llega un nuevo refuerzo desde Argentina - me aviso Roberto Montoliú, el director técnico - supongo que esta semana lo vas a conocer y quizás se lleven bien - Asentí viendo como se alejaba de mi.

-¿Hoy haces algo? - llego a mi lado Leandro Rodriguéz, el delantero del Everton.

-Nada, ¿que tenes pensado hacer? - sonreí con picardia.

Desde que llego al club conectamos onda al instante, al ser uruguayo y yo argentina hablamos mucho y mas en español, cosa que a varios jugadores le molestaron.

-¿Vamos a comer juntos? - pregunto con un tanto de timidez.

-Esta bien, déjame que vaya a mi casa a cambiarme - le respondí, acomodando mi bolso en el hombro.

-Pero si así estas hermosa - lo mire sorprendida y luego solté una risita.

-¿Gracias? - me guió hasta su auto, abrió la puerta del copiloto y me ayudo con mis cosas.

Luego de 30 minutos paramos en un lindo restaurante, al llegar pedimos las cartas y nos decidimos por algo no tan caro. Estuvimos hablando un rato mientras comíamos, la verdad que tan mal con Leo no la pasaba; me contó sobre sus gusto, como estaba compuesta su familia y que algún día le gustaría casarse y por supuesto tener hijos, me quede pensativa ante su respuesta. Después de mi ruptura con Ramiro no volví a pensar si realmente quería formar una familia, él ya lo había hecho olvidando nuestras "promesas" de adolescentes y eso ya no me dolía tanto. Ambos crecimos y aunque costara la idea de no compartir todo lo que una vez soñaste con alguien, teníamos que seguir con nuestras vidas.

Terminamos de almorzar y me acompaño hasta mi casa, nos despedimos con un beso en la mejilla. 

***

-Meli ¿donde estas? - pregunto Montoliú entrando a la oficina que tenia en el club.

-Aquí - dije levantándome del piso - se me cayeron un par de hojas - reímos.