CONTIGO (Calibre 50)

3. Los Premios

Desperté entre los brazos de Estela. Eso no era nada nuevo, siempre me abraza cuando esta dormida. Quite lenta mente sus brazos y me levanté. Entre al baño y me di un baño rápido. Lave mis dientes y quite el residuo de maquillaje que había quedado en mis ojeras. Salí envuelta en una toalla, tome mi ropa y me vestí. Un pantalón negro y una blusa color Durazno fueron mi mejor elección. Enchine mis pestañas y les coloque rímel. Un poco de labial. Cabello suelto. Desodorante y estaba lista.

Estela seguía dormida así que no la desperté.

Salí de la habitación y baje asta la recepción. Armando aún no llegaba. Me senté en la sala del lugar a esperar. Pero había un chico de ojos azules que no dejaba de mirarme.

Diablos.

Armando apareció justo cuando el chico me estaba sonriendo. Eso me dejo sin aliento. Pensará que soy una cualquiera. Que desilusión.

- nos vamos - me dijo Armando un poco serio

- si.

Maldición empezando mal.

Salimos del hotel y caminamos por un lugar que no conocía. Diablos no me habla, ni me mira. Creo que esta enojado, por él chico que me sonreía.

- llegamos, este es mi lugar favorito- salí de mis pensamientos y mire el lugar, era muy bonito y grande.

Entramos y ordenamos. Pero el silencio invadió el lugar. Que estará pensando.

Esto es irritante.

- veo que eres muy perseguida por los hombres - soltó al fin.

- es rara la vez que me suceden este tipo de cosas - dije mientras veía mis manos juntas.

- ya veo. Y tienes hermanos.

- no. Hija única. Mi padre abandono a mi madre cuando supo que estaba embarazada.

- lo siento.

- no te preocupes, el se lo pierde.

La comida llego. Él comía al igual que yo. Solo que algo no estaba bien. La carne estaba salada. Bueno sera que no uso mucha sal en mis comidas.

Terminé de comer al igual que él. Una chica de acercó y se llevo los platos.

- me mencionas te que no tenia novio - dijo mientras tomaba un sorbo a su bebida.

- exacto, no tengo - afirme.

- bien, me puedes pasar tu número de teléfono.

- si.

Saco su teléfono y anotaba mientras yo le dictaba el número. Después pidió la cuenta. Caminamos de regresó a el hotel. Pláticabamos de cosas como el clima, de su vida. De el nuevo disco, de cosas relacionadas con calibre 50.

Entre a mi habitación y no había nadie. Armando estaba en la puerta.

- no esta - me refería a Estela.

- debe de estar con los demás. Ven vamos.

Lo seguí asta llegar a una puerta. Al entrar pude ver a Estela jugando con Erick y Edén, mientras Alex habla por teléfono.

- ya llegue - dijo Armando mientes ponía las llaves de la habitación en el buró.

- si- contesto Edén mientras seguía jugando - que hora es?

Saque mi celular para poder contestarle.

-las doce con tres minutos - le dije y el sólo seguía concentrado en el juego.