Toda la noche no pude dejar de pensar en lo que Bea me había dicho. No entendía exactamente lo que quería que hiciera. Aún estaba muy enojada, no era justo lo que estaba pasando, nosotros deberíamos de ser libres. El gobierno solo dice que hay guerra, que no podemos salir, pero el verdadero problema es que a nadie le importa.
A lo largo de varios años me he dedicado a observar a las personas. Parece que alguien los controla, no escuchas a nadie hablar, es por ello que el silencio predomina en la cuidad. Los hombres ya no conviven, pocos lo hacen con su familia, pero la mayoría dedica su tiempo a sus aparatos electrónicos; computadoras, teléfonos, tabletas, reproductores de música, televisiones. Las redes sociales y paginas de Internet son como otra dimensión, a la cual todos van y nunca regresan.
Lo único que proporciona el gobierno es el Internet, y solo a las paginas que el presidente Leondre autorizaba. Todo lo demás estaba prohibido, las bibliotecas habían cerrado, así como los restaurantes, centros comerciales, mercados, museos, parques. Algunas veces Bea y yo nos escabullimos dentro de la vieja biblioteca que se encontraba cerca de nuestra casa y tomamos algunos libros, nos encantaba leer acerca del viejo México, como eran los mexicanos anteriormente y también de como era el mundo.
Llevaba mas de 20 minutos esperando afuera de la casa de Bea, aun no estaba segura de que era lo que tenía que buscar, también asustaba ¿Qué pasa si alguien me ve?
la casa es pequeña, pero aun así mas grande que la mía. Decidí entrar por la puerta trasera, no sin antes revisar si alguien me veía. Todo se encontraba en orden, solo había entrado pocas veces ¿por donde empezar?
Comencé por la cocina pero no logré encontrar nada, aunque realmente no sabía lo que buscaba. Después de unos minutos me di cuenta de que no había computadoras, ni televisiones, o celulares. Se lo habían llevado todo, por lo que debía de ser algo más, un libro, una hoja, algo prohibido.
Inmediatamente corrí a la habitación de Bea, donde sabía que guardaba los libros que habíamos recuperado. Ella me dijo alguna vez que ese era el mejor escondite y sin indicaciones era imposible encontrarlo. Estaba en lo correcto, hojas de papel sueltas se encontraban dentro de una mochila, en ella también habían plumas, lapices, muchos objetos prohibidos.
Comencé a leer rápidamente algunas notas que estaban escritas en las hojas, parecía un plan, habían muchos nombres, al igual que números. Escuche un ruido proveniente de la entrada, debía salir en ese momento. Tomé la mochila e intente correr, pero era demasiado tarde, alguien ya se encontraba dentro de la casa.
Intentaba recuperar el aliento mientras escuchaba los pasos cada vez más cerca, no me podrían encontrar. Logré esconderme atrás de un mueble sin hacer tanto ruido, y ahora podía ver a esa persona, era un hombre joven, parecía de 19 años, dos menos que yo. Cuando salió de la habitación supe que era el momento de irme, salí de mi escondite silenciosamente y camine lentamente a la puerta principal. En el momento en el que escucho el peculiar sonido de un objeto cayendo al suelo se que he tirado algo, mi respiración se detuvo y no supe que hacer, levanté mi mirada y él estaba ahí. Salí corriendo lo más rápido que pude, nunca había sido la personamás hábil por lo que sabía que no teníauna gran ventaja. Sentía que pisaba mis talones, voltee para asegurarme que aún estaba lejos, pero solo conseguí aterrizar en el suelo. Intenté ponerme de pie pero no lo conseguí, estaba perdida.
-¿Estas bien? -Me preguntó él.
Intenté de nuevo levantarme pero me fue imposible.
-No voy a lastimarte –dijo acercándose aún más-. Confía en mí.
-¿Por qué debería confiar en ti? –Pregunté un poco asustada-. Yo no te conozco, ni tú a mí.
-Yo te puedo ayudar, soy Zayn –dijo estirando su mano hacia mí.
Dudé un segundo antes de tomar su mano.
-Kayla –respondí sacudiendo la tierra de mi ropa-. ¿Y cómo me puedes ayudar?
-Sé porque estabas en casa de los Styles. Te había visto algunas veces con ellos, incluso el señor Troye me habló a cerca de ti un par de veces, así que necesitaba encontrarte.
¿Conoce a la familia de Bea? ¿Por qué su papá le habló sobre mí? Nada de esto tiene sentido, creía conocer a la familia de mi mejor amiga.
-¿Qué te dijo de mí? –pregunté rápidamente–.
-Lo suficiente para saber que eres la indicada –tomó la mochila que se encontraba en el suelo–. Vámonos.
-Espera ¿Indicada para qué? ¿A dónde vamos? –dije, cuando Zayn empezó a caminar–.
-Te explicaré todo cuando lleguemos –dijo sin mirarme–.
-¿Lleguemos a dónde? –Pregunté sin recibir respuesta–. ¿Podrías contestar una de mis preguntas?
-Cuando lleguemos a la legión.
ººººº
Gracias por leer
xR
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Castaway
FanfictionKayla significa fuerza. Kayla es valentía. Yo podía lograrlo, este era el momento, no podía rendirme.