Capítulo 10

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Zayn había perdido la comunicación con la legión cuando nos quitaron nuestras pertenecías, sabíamos que ellos ya habían llegado, el suelo y las paredes temblaban, la batalla estaba afuera.

-Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí –me asomé a través de la reja para revisar si había alguien afuera.

-Ya intentamos todo –dijo mi padre–.

-Tiene que haber algo más –dije desesperada.

-Una clave o huellas digitales de alguien –repitió Zayn -. Clave, números ¡los números en las hojas Kayla!

Los números que había descubierto ayer, había una pequeña serie que estaba en todas las hojas en la parte superior, esa debía de ser la clave.

-No me acuerdo de la serie –eran demasiadas cosas que no logré aprendérmelas.

-Debemos recuperar nuestra información.

-¡Zayn! ¡Kayla! –gritó alguien a lo lejos -.¿Están aquí?

-¡Louis! –Edric se puso de pie.

Segundos después el rostro de Louis apareció frente a nosotros junto a otros dos hombres.

-¿Cómo nos encontraste? –preguntó Zayn–.

-La mochila de Sivan tenía un chip, él lo puso en caso de emergencia y sabíamos que tú la habías tomado, también fue gracias a las coordenadas que me mandaste la noche anterior –mostró nuestras mochilas–.

-Mamá, papá despierten a Adil, vamos a salir de aquí –dije–.

-La clave está dentro de la mochila de Kayla, cualquier papel tiene una serie de números en la parte superior –Daniel rápidamente buscó la serie.

-155204 –dijo introduciendo los números, y la luz llegó nuevamente.

-Tenemos una misión que lograr –dijo Zayn–. Sin importar lo que pase no dejen de correr hasta que lleguen a un lugar en donde estén a salvo –se dirijó a mis padres y a mi hermano–.

-Debemos de ir por Bea y sus padres –interrumpí–.

Se encontraban muchos guardias inconscientes afuera de donde nos encontrábamos, la batalla continuaba.

Corrí al cuarto que se encontraba a un lado en búsqueda de mi mejor amiga.

-¡Bea! –grité al verla.

-¡Kayla! –exclamó sorprendida.

Louis introdujo de nuevo la clave, ahora en la puerta de su celda, y Bea salió corriendo hacia mí.

-¿Cómo es que estás aquí? –me abrazó–.

-Han pasado demasiadas cosas en estos dos días, no te lo imaginas –sus padres salieron después que ella, saludando a los míos–.

-No tenemos demasiado tiempo, debemos de salir rápido –Zayn ordenó–. Llegaremos con Leondre, la verdadera batalla es con él.

-Traje alguna armas que les podrían servir como defensa personal –mencionó Louis mostrándonoslas–.

-No sé usar armas –dije–.

-No son armas de fuego, no necesitas experiencia –Louis explicó–.

-Bien, cada quien irá acompañado de alguien, no podemos quedarnos solos –informó Zayn–. Kayla irá conmigo, Bea con Louis, Adil con sus padres, al igual que Troye con su esposa.

Todos asentimos y nos preparamos para salir de ahí, los dos hombres de la legión nos guiaban por el camino correcto. Mis manos no dejaban de temblar mientras sostenía el arma, estaba muy asustada.

-Tranquila Kay, todo va a estar bien –Zayn puso delicadamente su mano sobre la mía–. Sonreí en forma de agradecimiento, debía controlarme.

-Para llegar a la oficina de Leondre debemos de pasar por muchos guardias, por lo que desde ahora tendremos que correr –dijo Louis–.

Todos asentimos y nos preparamos para la próxima lucha. Conforme nos acercábamos un sentimiento de adrenalina crecía en mí.

En ningún momento mis piernas se detuvieron, Zayn y Louis hábilmente esquivaban a los guardias, mientras que yo disparé solo unas cuantas veces. Afortunadamente no era difícil, el arma sólo disparaba cargas eléctricas, nuestro objetivo no era una guerra.

A pesar de nuestra gran desventaja de ser solo once personas, nadie salió herido, ni a mi pequeño hermano, por quien más temía.

Leondre se encontraba tranquilamente sentado frente a su escritorio en su oficina, él estaba solo, pero con una gran sonrisa.

-Me sorprende que se tardaran tanto en salir, pensé que enviarían a sus hombres mucho más temprano –se puso de pie–.

-No te muevas –Zayn le advirtió–.

-No sirve de nada que me tengan a mí, yo ya logré mi objetivo. A través de los años logré convencer a la sociedad que los estoy protegiendo, ellos ya no prestan atención a nada, solo dales un aparato electrónico y son felices. No pueden cambiar los hechos.

-No podemos cambiar los hechos pero sí nuestras acciones –dije enfurecida.

-¿Y qué quieres? ¿Libertad? ¿Justicia? –rió amargamente–.Eso nunca lo conseguirás, yo controlo a todo el país, y si alguien me desobedece sufrirá las consecuencias.

-No, yo quiero que nos devuelvas nuestra identidad –respondí–.

Mi papá y Troye tomaron al presidente por la espalda, ataron sus manos y sus pies para que no pudiera escapar.

-Nosotros queremos ser alguien, una sociedad con cultura, con un sistema de gobierno justo, con tradiciones, algo de lo que seamos dignos –me acerque a él–.Y eso lo lograremos destruyendo el internet.

-No dejen escapar a Leondre –Zayn se dirijó a Troye y a mi padre–. Louis irá en busca de Sivan, mientras Kayla y yo iremos a la fuente de energía.

-Kayla –dijo Bea antes de irnos–, sé que lo puedes lograr.

-Gracias –dije antes de salir–.

Zayn y yo entramos a un pequeño cuarto que se encontraba a un lado de la oficina del presidente, había muchas pantallas, muchos cables, estábamos en el lugar indicado, solo necesitábamos introducir ese número; 155204.

Kayla significa fuerza, Kayla es valentía. Yo podía lograrlo, este era el momento, no podía rendirme.

-Es ahora o nunca Kay –dijo él mirándome fijamente a los ojos–.

Miré al responsable de aquellas palabras. Tenía que hacerlo ahora, escribiría nuestro futuro en los próximos segundos.

-Recuerda que esto sólo lo hago por nuestro bien —dije preparándome–.

-Lo sé, te creo.

Y con estas palabras toda la habitación se envolvió en la oscuridad, no podía ver nada, me sentía perdida pensando cómo sería mi vida, nuestra vida, después de esto.

CastawayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora