Capítulo 9

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-Kayla debes de despertar –escuché una voz a lo lejos -. Kay, despierta.

Abrí lentamente los ojos acostumbrándome a los rayos de sol, Zayn se encontraba parado a un lado de la cama intentando despertarme.

-¡Zayn! –me paré inmediatamente recordando lo que había recordado la noche anterior antes de quedarme dormida–. Sé lo que significan todas esas hojas de papel.

-¿De verdad? –preguntó emocionado tomándolas del suelo–.

-Son coordenadas que guían a las principales instalaciones del gobierno, también son fórmulas y en letras forman las palabras "identidad mexicana" –le mostré todos los cálculos que había realizado–.

-Esto es impresionante Kay, con esta información nuestro plan está completo –me abrazó–. Debemos salir en cuanto antes, el presidente Leondre está dispuesto a pelear con nosotros.

-¿Ya están aquí?

-No, pero lo estarán pronto. Así que es mejor estar preparados, te veo en la puerta por donde entramos en 15 minutos –salió de la habitación–.

-De acuerdo.

Comencé a guardar todo dentro de la mochila, ahora entendía porque no debía de soltarla, sin esta información estamos perdidos. Me cambié y rápidamente comí algo para ir directo con Zayn.

Cuando llegue él estaba recostado sobre la puerta, con otro cambio de ropa y su mochila también.

-Es el momento –dije decidida–.

-Ayer le mandé las foto de las coordenadas a Louis, descubrieron que son lugares prohibidos aún abiertos, mandaron a unos hombres ahí, todo está listo –abrió la puerta y salimos–.

-Eso significa que ya comenzó.

-No comenzará nada –dijo alguien detrás de nosotros–.

El presidente Leondre se encontraba a unos metros de nosotros acompañado de dos hombres, venían por nosotros.

-¡Corre Kayla! –gritó Zayn.

Intenté correr lo más rápido que podía, pero era inútil, los hombres que acompañaban al presidente nos atraparon antes de que pudiéramos hacer un movimiento.

-Ustedes son tan ingenuos –rió Leondre con amargura–. ¿Creyeron que no me daría cuenta de ustedes? Yo controlo el país, se cada unos de sus movimientos. En especial los tuyos Kayla, tú fuiste la persona que me llevó a quienes he estado buscando por más de 20 años.

-No nos forzarán, sabemos sobre ti y todo lo que haces –Zayn intentaba salir del agarre del guardia.

-Lamentablemente no podrán hacer nada si ustedes ya no están, finalmente estarán reunidos de nuevo con sus amigos –se refería a todos los que han capturado–.

-Siento decirte que la guerra ya empezó, debiste cuidar los lugares en los que te escondes –dijo Zayn–.

Leondre negó con la cabeza. - Llévenlos a la jefatura, con los demás.

Nos vendaron los ojos y nos metieron a una camioneta, la oscuridad estaba de vuelta.

{...}

Nunca había sentido tanto miedo en mi vida, no podía ver nada, ni escuchar, mi corazón se aceleraba cada vez más, no podíamos terminar así.

La camioneta frenó fuertemente haciéndome balancear un poco, pues a pesar de estar sentados no teníamos ningún cinturón puesto, o algún tipo de protección. Alguien me tomó del brazo y me jaló fuera de la camioneta dejándome sentada en el suelo.

-Zayn –susurré con miedo.

-No digas nada Kay, todo estará bien –me contestó de igual manera.

De nuevo me tomaron del brazo guiándome hacia un lugar desconocido. Después de unos minutos nos detuvimos, retiraron la venda que cubría mis ojos, aún no podía ver nada, la habitación estaba muy obscura.

-No intenten nada –nos advirtió un guardia antes de retirarse–.

-¿En dónde estamos? –pregunté asustada–.

-No lo sé –se puso de pie e intentó abrir la puerta pero estaba cerrada con llave–.

-¿Hay alguien ahí? –escuchamos una voz a lo lejos–.

Edric y yo nos miramos extrañados y caminamos hacia el lugar de donde provenía la voz.

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Adil! –exclamé cuando los vi detrás de una reja–. ¿Están bien?

-Kayla, siento todo lo que te hemos hecho pasar –murmuró mi madre tomando mi mano–. Adil se encontraba durmiendo en el suelo.

-Gracias por cuidar a mi hija Zayn –él solo asintió en forma de agradecimiento–.

-Ya no importa, ahora tenemos que sacarlos de aquí –observé que la puerta tenía un candado, lo que significaba que alguien debía de tener la llave–.

-También tenemos que ir por los demás –mencionó mi padre–.

-Tenemos que conseguir todas las llaves –dije.

-No son llaves Kay –Zayn se acercó a la reja–.

-¿Qué son? –Pregunté.

-Huellas o una clave –contestó mi padre.

-Exactamente –dijo– .Eso significa que debemos de recuperar nuestras mochilas, serían muy útiles en este momento, y esperar a Louis, él nos sacará de aquí.

Al momento de vendarnos los guardias tomaron posesión de todas nuestras cosas.

-¿Dónde está Bea y sus papás? ¿O Sivan? –no parecía estar nadie más en la misma habitación que nosotros.

-Ellos están en un cuarto a un lado de nosotros, todos están bien –dijo mi madre -. Pero no sabemos nada de Sivan.

-Saldremos todos dentro de poco, Louis viene junto a otros hombres, a ellos no los pueden rastrear –aseguró Zayn.

-¿El pequeño Louis encargado de una tropa? –mi padre sonaba sorprendido–.

-Ya no es tan pequeño, ya tiene 18 años y está perfectamente entrenado –respondió Zayn–.

-No he estado ahí durante muchos años, supongo que muchas cosas han cambiado.

-Tiene que verlo usted mismo señor Balmero –dijo cortésmente–.

-¿Papá, por qué nunca me hablaste de la legión? –era el momento para decirle todas mis dudas–.

-Yo sabía que eras especial, por lo que no necesitabas hacerlo, en algún momento sucedería. Y afortunadamente así fue.

-Yo pude ayudarte en cualquier cosa –dije.

-No podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos escribir nuestro futuro.

-Serán mejor que despierten a Adil –se dirijo a mis padres -.Louis estará aquí dentro de muy pocos minutos.

-¿Cómo lo sabes? –mi madre preguntó.

-Por esto –señaló el techo y un fuerte ruido nos hizo estremecer.

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