Capítulo 7

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Desperté por un fuerte ruido que me hizo estremecer, miré alarmante alrededor del cuarto. Otro fuerte ruido chocó contra las paredes, la puerta de mi habitación se abrió y supe que no estaba soñando.

-¡Kayla! ¡Despierta! –Zayn corrió hacia mí con una mochila sobre su hombro–. ¡Tenemos que irnos!

-¿Qué sucede? –pregunté alarmada–.

-Nos han descubierto, tenemos que salir ahora –dijo tomando una mochila que se encontraba a un lado de la cama, la cual no había notado–, me había quedado dormida al instante.

-¿A dónde iremos? –Zayn y yo salimos de la habitación.

-Tenemos otro lugar en donde resguardarnos, pero nuestro plan comenzará antes de tiempo –explicó.

-¿Cómo pasó todo esto? –realmente no comprendía lo que pasaba, si la legión llevaba más de 20 años porque los tenían que descubrir el día que llegaba yo.

-No es momento de preguntas Kayla, lo siento pero nos están atacando y nosotros debemos de salir con vida –me entregó una mochila–. Pase lo que pase no sueltes esta mochila, y siempre haz lo que diga –ordenó–.

Zayn y yo corrimos alrededor del tercer piso, todavía no llegaban a esa parte del edificio subterráneo. El suelo y las paredes se sacudían cada vez que alguien disparaba, mi corazón latía cada vez más fuerte conforme avanzábamos.

-¡No te detengas! –grito Zayn con falta de aire. ¡Debemos llegar a la oficina de Sivan!

Seguí sus instrucciones corriendo aún más rápido, volteé cuidadosamente para verificar que estamos solos, no lo estamos.

-¡Zayn! –lo llamó–.

Inmediatamente el volteó, sacó un arma y le disparó al hombre en su pierna derecha haciendo que este cayera al suelo.

-Vamos, ya casi llegamos.

Seguí corriendo intentando olvidar la escena anterior, odiaba la sangre.

-No tenemos mucho tiempo, debo buscar unos papeles –dijo Zayn una vez que nos encontrábamos dentro de la oficina de Sivan–. Escóndete en caso de que alguien venga.

Me mantenía en el suelo todo el tiempo, Zayn buscaba los papeles por toda la oficina, y el suelo no dejaba de moverse en ningún momento.

-Ya lo tengo Kay, ahora debemos de salir cuidadosamente, porque ya se encuentran en este piso –murmuró ayudándome a poner de pie–.

-Está bien, yo te sigo.

-Recuerda, nunca te detengas –dijo abriendo la puerta.

Salimos sigilosamente camino a unas escaleras de emergencia, subimos hasta el primer piso sin ningún incidente, al parecer Louis y Sivan ya están camino a la otra ubicación.

-Bien, saldremos por atrás. Es menos distancia aunque estaremos más expuestos a los ataques, así que en ningún momento te detengas –susurró señalando la puerta.

-Creo que está demasiado claro que no debo de detenerme –dije riendo un poco.

-Eso espero –me miró -. Todo saldrá bien si confías en ti.

Lentamente abrió la puerta, no sin antes revisar si había alguien afuera.

-¡Ahora! –me indicó y comenzamos a correr.

Sentía que mi corazón iba a estallar, podía ver como el ejército del gobierno se percataba de nosotros, intentaba ir más rápido pero mis piernas no me lo permitían.

-¡Más rápido! –gritó él sin aliento.

Veía como tomaba sus armas dirigiéndose a nosotros y por primera vez temí por mi vida.

Lo único que debíamos de hacer era cruzar el pequeño bosque, sabía que lo íbamos a conseguir, podía sentir como todo lo de atrás iba desapareciendo, cuando un grito me sacó de mi imaginación. Zayn se encontraba en el suelo a unos pocos metros detrás de mí, recogiendo hojas de papel del piso que se habían salido de la mochila. ¿Por qué son tan importantes?

-¡No te detengas Kay! –dijo al momento en el que empezaba a retroceder -. ¡En un momento te alcanzaré!

Era imposible que sobreviviera, estaba completamente rodeado. Haciendo caso omiso a sus instrucciones, regresé hacia él.

-¿Qué haces? ¡Date a vuelta! –gritó él, mas no me importó.

Recogí las hojas que se encontraban en el suelo al mismo tiempo que él, en ese instante sonaron dos o tres disparos, pero fallaron.

-¡Las tengo todas! –tomó mi mano para salir corriendo a través del bosque.

Lentamente los disparos iban desapareciendo y nosotros bajábamos la velocidad.

-Eso estuvo cerca –murmuré intentando recuperar mi aliento.

-¿Por qué te detuviste? Te di una simple instrucción y no la pudiste seguir, pudiste acabar herida –dijo un poco enojado–.

-Lo siento, parecías necesitar ayuda –respondí de la misma manera.

-Podía solo ¿sí? Lo que hecho así durante varios años.

-Porque te enojas conmigo, yo solo te ayudé. Quieres hacer algo por la sociedad pero tú tomas esta actitud –no me respondió.

Di la vuelta y comencé a caminar.

-Yo no hice nada malo, ayudaría a cualquiera que se encontrara en problemas.

-Lo siento –dijo después de unos minutos–. No quiero que pienses así de mí, yo solo no quería que te lastimaras.

-Lo entiendo, pero yo quiero que sepas que estoy dispuesta a colaborar en esto.

-De acuerdo, ahora debemos ir urgentemente con Sivan –guardó correctamente los papeles de nuevo dentro de su mochila.

-¿Todo bien? –pregunté preocupada.

-Tienen noticias de tus padres –me mostró un mensaje.

No. ¿Por qué mi vida tenía que ser así ahora? Todo es demasiado complicado.

-¿Kay? ¿Estás bien? ¿Kay? –escuche una voz a lo lejos.


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