Capítulo 5

7 0 0
                                    

Siempre creí tener una visión distinta de la vida, yo nunca seguí lo ordinario, intentaba ser alguien diferente. La mayoría de las personas que conozco no están interesadas en saber qué está pasando en el mundo, incluso en su propio país. Tienen mayor interés en lo material, en lo que el gobierno les da. No les interesan las actividades que implican un poco de esfuerzo o reflexión sobre el asunto, la atención está centrada en ellos mismos.

Hace muchos dentro de la escuela en mi clase de tecnología tuve una duda, recuerdo que le profesor me contestó que no me podía ayudar, que tenía que aprender a resolver mis problemas sin ayuda. Y así es en la actualidad, si tienes alguna duda o algún problema nadie te puede ayudar, estamos solos, estamos perdidos.

-¿Eliminar el internet? –pregunté asombrada.

-Por supuesto, es la única forma –contestó Sivan confiadamente.

El gobierno nos controlaba, yo lo sabía, lo había observado. Todas las mañanas yo solía mirar a través de ventana, que se encontraba en mi habitación la cuidad, admirar el vacío que se encontraba frente a mis ojos. El presidente Leondre era la única persona que aprobaba las leyes y decidía qué era lo correcto y qué no, él decidía por nosotros y nadie lo evitaba.

-¿Cómo te imaginas a México sin el internet? –me preguntó.

-Como los libros que están en la biblioteca, donde podemos ser libres y elegir, donde seamos unidos como una nación o un pueblo, un lugar donde podamos existir –expliqué–.

-¿Sabes cómo se les llamaban antes a los que vivían en México?

-Mexicanos –contesté rápidamente, lo había leído anteriormente.

-Exactamente –sonrió -. Yo sabía que eras la indicada, solo una pregunta mas ¿sabes que es un mexicano en la actualidad? –negué con la cabeza -. O te has preguntado por nuestros nombres, porque son así. No tienen ni un poco de origen mexicano –volví a negar -.Es porque se perdió completamente, no existe ya, solo somos víctimas sociales.

-Pero será muy complicado vencer al gobierno, ellos tienen todo el poder, controlan todo México –expliqué.

-No nos controlan a nosotros.

-¡Sivan! ¡Tenemos una emergencia! –llegó Louis corriendo.

-¿Qué sucede? –preguntó Sivan alarmado.

-Los han capturado, tenias razón, debimos de hacer algo hace meses.

-Rápido, lleva a Kayla con Zayn y que él le explique todo –ordenó Sivan Louis.

-¿Qué está sucediendo? –pregunté confundida.

-Kayla lo siento mucho, debes saber que tu familia ha sido capturada por el gobierno junto a la de Beatriz –dijo Sivan poniendo su mano sobre mi hombro.

-No, debe de ser un error, ellos están bien –dije sosteniendo mi cabeza entre mis manos.

Mi familia es muy especial para mí y no podía perderlos, así como la de Bea, tengo que sacarlos de ahí.

-Así que por favor ve con Zayn, él te explicará el plan de la legión y debemos llevarlo a cabo en cuanto antes –Sivan se dirigió a mí antes de que Louis me guiara fuera de la oficina.

Zayn estaba a solo unos metros en otra habitación, en esta habían muchas fotografías y planos que parecían ser de distintas ciudades.

-Zayn, toma en cuenta que no tenemos mucho tiempo –dijo Daniel antes de salir del cuarto. Yo tome asiento en unas sillas que se encontraban ahí.

Yo no podía dejar de pensar en mi familia ¿Cómo es que mis padres nunca me dijeron algo sobre esto?

-Kay ¿estás bien? –preguntó–. Si es que te puedo llamar así.

No había notado que unas cuantas lágrimas se deslizaban en mi rostro, así que las limpié rápidamente.

-Sí, lo siento. Yo solo necesitaba unos minutos.

-Pero por qué te lamentas –Edric se sentó a un lado de mí.

-Por cómo me estoy comportando –no me gustaba mostrarme débil enfrente de las personas.

-Tú tienes todo el derecho de mostrar tus sentimientos, es tu familia así que obviamente los aprecias mucho y estás triste –dijo mostrando un poco de confusión–.

-No quiero que los demás piensen que soy débil –dije–.

-No por llorar eres débil, todos somos humanos y sentimos -.sonrió -. Y yo sé que eres una persona muy fuerte, así que vamos a recuperar a tu familia y a la de tu amiga.

-Muchas gracias Ed, si es que puedo llamarte así –reí utilizando sus palabras–.

-Claro que sí –dijo levantándose en busca de algo.

Me entregó un folder amarillo muy grueso. Levanté los hombros en señal de que me indicara qué era.

-Esa es información que nos ayudará a completar nuestro objetivo –me explicó–.

-Eliminar el internet –conteste con lo que me había dicho Sivan–.

-No, recuperar la identidad mexicana.


CastawayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora