Las niñas finalmente tuvieron que dar sus exámenes.
Hacía mucho calor, en especial en el aula grande, donde daban los exámenes escritos. Les habían entregado plumas nuevas, especiales, que habían sido hechizadas con un encantamiento contra la posibilidad de copiarse.
También tenían exámenes prácticos. El profesor Flitwick los llamó uno a uno al aula, para ver si podían hacer que una piña bailara tap encima del escritorio. La profesora McGonagall los observó convertir un ratón en una caja de rapé; ganaban puntos las cajas más lindas, pero se los sacaban si tenían bigotes. A Noa le fue muy bien, a decir verdad; su caja quedó muy bonita. Snape los puso nerviosos a todos, respirando sobre sus nucas, mientras intentaban recordar cómo hacer una poción para olvidar. Snape miraba con disgusto a Maddie, que no entendía por qué la miraba así, ya que, según lo que recordaba, escribía todo a la perfección.
Maddie y Noa pensaban que Harry estaba nervioso a causa de los exámenes, porque no podía dormir: no se les cruzó La Piedra Filosofal ni Lord Voldemort por la mente.
La idea de Voldemort por cierto que las atemorizaba, pero no las visitaba en sueños, y estaban tan ocupadas repasando que no les quedaba tiempo para inquietarse por lo que Snape o algún otro estuvieran tramando.
El último examen era Historia de la Magia. Después de una hora respondiendo preguntas sobre viejos magos chiflados que habían inventado calderos que se auto revolvían, estarían libres. Libres por una maravillosa semana, hasta que recibieran los resultados la próxima semana.
Cuando el fantasma del profesor Binns les dijo que dejaran las plumas y enrollaran sus pergaminos, Noa no pudo evitar alegrarse.
-Esto era mucho más fácil de lo que pensé -dijo Hermione, cuando se reunieron con los demás en el parque soleado-. No necesitaba haber estudiado el Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento de Elfric el Ansioso.
Se fueron hacia el lago y se dejaron caer bajo un árbol. Fred, George y Lee Jordan se dedicaban a pinchar los tentáculos de un calamar gigante que tomaba sol en la orilla.
Fred invitó a Noa a unirse a ellos y ella estaba por aceptar, hasta que Maddie se interpuso y la miró con cara asesina, ofendida por el maltrato hacia el pobre animal. Noa volvió con sus amigos, mirando algo a decepcionada a Fred.
-Basta de repasos -exclamó feliz Maddie, estirándose en la hierba.
-Puedes alegrarte un poco, Harry, tenemos una semana antes de enterarnos de cómo nos fue de mal, no hace falta preocuparse ahora -dijo Ron.
Harry se frotaba la frente
-¡Me gustaría saber qué significa esto! -estalló enojado-. Mi cicatriz sigue doliéndome, me ha sucedido antes, pero nunca tan seguido como ahora.
-Ve a ver a Madam Pomfrey -sugirió Hermione.
-No creo que esté enfermo -murmuró Noa.
-Creo que es un aviso... significa que se acerca el peligro -dijo Harry.
-Harry, relájate, Hermione tiene razón. La piedra está segura mientras Dumbledore esté aquí. De todos modos, nunca tuvimos pruebas de que Snape descubriera como burlar a Fluffy.
-Casi le arrancó la pierna una vez; no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará Quidditch para Inglaterra antes de que Hagrid traicione a Dumbledore -explicó Maddie.
Harry asintió.. Intentó explicar algo, pero Hermione lo interrumpió:
-Eso son los exámenes. Yo me desperté anoche y estaba por mirar mis apuntes de Transformaciones, cuando me acordé que ya habíamos dado ese examen.
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Pequeñas Black Y La Piedra Filosofal (TERMINADA)
ФанфикLa historia paralela a la vida de Harry Potter, el niño que vivió. Un par de mellizas cuyas vidas iban a cambiar. Los destinos de ambos se cruzarían. Y por primera vez, vivirían aventuras con el famoso Harry Potter. Y no sería la última vez.