14. "Norbert el dragón"

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Sin embargo, Quirrell debía de ser más valiente de lo que habían pensado. En las semanas que siguieron se fue poniendo cada vez más delgado y pálido, pero no parecía que se hubiera quebrado.

Cada vez que pasaban por el corredor del tercer piso, Harry, Noa, Maddie, Ron y Hermione apoyaban las orejas contra la puerta, para controlar si Fluffy estaba gruñendo allí dentro. Snape seguía con su habitual mal carácter, lo que seguramente significaba que la piedra estaba a salvo. Cada vez que Noa y Harry se cruzaban con Quirrell, le sonreían para darle ánimo, y Ron y Maddie le decían a todos que no se rieran de su tartamudeo.
Hermione, sin embargo, tenía su mente en otras cosas además de en la Piedra Filosofal. Había comenzado a hacer horarios para repasar y a subrayar sus apuntes. A los chicos no les habría molestado, si no los hubiera molestado todo el tiempo para que hicieran lo mismo.

-Hermione, falta muchísimo para los exámenes. -intentaba tranquilizarla Maddie.
-Diez semanas. Eso no es muchísimo tiempo. -replicó Hermione.
-Es un segundo para Nicolas Flamel. -reflexionó Noa.
-Pero nosotros no tenemos seiscientos años -le recordó Ron-. De todos modos... ¿Para qué repasas si ya sabes todo?
-¿Para que repaso? ¿Estás loco? ¿Te diste cuenta de que tenemos que pasar estos examenes para entrar en segundo año? Son muy importantes, tendría que haber empezado a estudiar hace un mes, no sé que me pasó...

Pero desgraciadamente, los profesores parecían pensar lo mismo que Hermione. Les dieron tantos deberes que las vacaciones de Pascua no resultaron tan divertidas como las de Navidad. Era difícil relajarse con Hermione al lado, recitando los doce usos de la sangre de dragón o practicando movimientos con la varita. Quejándose y bostezando, los chicos pasaban la mayor parte de su tiempo libre en la biblioteca con ella, tratando de hacer todo el trabajo extra.

-Nunca voy a recordar esto -estalló Ron una tarde, arrojando su pluma y mirando por la ventana de la biblioteca con nostalgia. Era realmente el primer día lindo en meses. El cielo era claro; las nomeolvides azules y el aire anunciaban el verano.
Noa, que estaba buscando "díctamo" en Mil y una hierbas y hongos mágicos, no levantó la cabeza hasta que oyó que Maddie decía:

-¡Hagrid! ¿Qué estás haciendo en la biblioteca?

Hagrid apareció con aire desmañado, escondiendo algo detrás de la espalda. Parecía muy fuera de lugar, con su abrigo de piel de topo.

-Estaba mirando -dijo con una voz evasiva que les llamó la atención-. ¿Y ustedes qué hacen? -De pronto pareció sospechar algo. -¿No estarán buscando todavía a Nicolas Flamel, no?

-Oh, lo encontramos hace siglos -respondió Maddie con grandilocuencia.

-Y también sabemos lo que custodia el perro -agregó Ron -: es la Piedra F...

-¡Shhh! -Hagrid miró alrededor para ver si alguien lo escuchaba. -No tienen que andar gritando eso. ¿Qué pasa con ustedes?

-En realidad, hay algunas cosas que queremos preguntarte -dijo Harry- sobre qué más custodia a la piedra, además de Fluffy...

-¡SHHHH! -dijo Hagrid otra vez-. Miren, vengan a verme más tarde. No les prometo que les vaya a decir algo, pero no anden por allí hablando, se supone que los alumnos no lo saben. Van a pensar que yo les conté...

-Te vemos más tarde, entonces -dijo Maddie.

Hagrid se escabulló.

-¿Qué escondía detrás de la espalda? -preguntó Hermione.

-¿Creen que tiene que ver con la piedra? -sugirió Noa.

-Voy a ver en qué sección se encontraba -dijo Ron, ya cansado de sus tareas.

Pequeñas Black Y La Piedra Filosofal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora