7. "Halloween"

282 26 2
                                    

Dos meses después, en la mañana de Halloween, los alumnos se despertaron con el delicioso aroma de calabaza asada por todos los corredores. Aún mejor, el profesor Flitwick anunció que ya estaban listos para empezar a hacer volar objetos, algo que todos morían por practicar, desde que vieron que hacía volar el sapo de Neville. El profesor Flitwick dividió a la clase en parejas para que practicaran. Maddie estuvo de pareja con Pauline, por suerte. El compañero de Harry era Seamus Finnigan. Ron, sin embargo, tuvo que trabajar con Hermione. Pauline insistía en que Hermione estaba más enojada que él, pero Maddie decía lo contrario.

-Ahora, no se olviden de ese buen movimiento de muñeca que hemos estado practicando -dijo con voz aguda el profesor, subido a su pila de libros, como de costumbre. -. Agitar y golpear, recuerden, agitar y golpear. Y decir las palabras mágicas en forma adecuada es muy importante también; no se olviden nunca del mago Baruffio, quien dijo "s" en vez de "f" y se encontró tirado en el piso con un búfalo en el pecho.

Era muy difícil. Pauline y Maddie lograron enseguida, afortunadamente, que la pluma llegara casi al techo, pero por distraerse viendo como a Seamus se le prendía fuego su pluma al haberla pinchado, no llegó.

-¡Oh, muy bien hecho! -exclamó Flitwick - Observen todos, Madison Black y su compañera lo lograron, o casi.

Pauline estaba enfurecida. Ella lo había hecho igual de bien. Pero Flitwick la detestaba, y Maddie era la favorita de la clase, junto con Hermione.

Ron, en la mesa próxima, no tenía mucha más suerte.

-Wingardium Leviosa! -gritó, agitando sus largos brazos como un molino.

-Lo estás diciendo mal -dijo Hermione retándolo. -. Es Win-gar-dium Levi-o-sa, pronuncia 'gar' más claro y más largo.

-Pues dilo tú, si eres tan brillante.

Harry, Maddie y Pauline los observaron. Hermione se arremangó las mangas de su túnica, agitó la varita y dijo las palabras mágicas.
La pluma se elevó del pupitre y llegó hasta más de un metro arriba de sus cabezas.

-¡Oh, bien hecho! -gritó el profesor Flitwick, aplaudiendo. -¡Todos miren, la señorita Granger lo logró!

Al finalizar la clase, Ron estaba de muy mal humor. Y Maddie lo apoyaba.

-No es raro que nadie la aguante. -bufó Maddie.

-Es una pesadilla, te lo digo en serio. -acotó Ron mientras Harry permanecía en silencio.

Alguien chocó contra ellos. Era Hermione. Harry pudo percibir, sorprendido, que estaba llorando. Pauline le decía que por favor se tranquilizara.

-Los ha oído.

Hermione no apareció en la clase siguiente y no la vieron en toda la tarde.

En el entrenamiento de Quidditch, Harry le preguntó a Pauline por Hermione.

-Está llorando en el cuarto de baño de las niñas y desea que la dejen sola. Deberías decirle a Ron que aprenda a cerrar la boca. Se lo diría yo misma, pero sabes que me detesta y que me ignora como si fuera invisible. Si Hermione sigue así, le diré a McGonagall.

Camino al Gran Salón, para la fiesta de Halloween, vieron la increíble decoración.

Mil murciélagos aleteaban desde las paredes y el techo, mientras que otro millar pasaba entre las mesas haciendo temblar las velas de las calabazas.

Harry le contó a sus amigos lo que Pauline había dicho.

-Ella también es una pesadilla. Tendré que ir a decirle que no le diga a McGonagall. No puede acusarme por semejante estupidez. ¿Dónde está? -dijo Ron furioso.

Pequeñas Black Y La Piedra Filosofal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora