Capítulo 1: “De viaje”
¡Una boda! ¡Se casa!
Cuando leí la carta que me envió mi hermana Aline, no podía creérmelo.
“Querida Alejandra:
Cuánto tiempo sin verte hermanita. Te extraño mucho, a pesar de nuestras peleas. Estoy viviendo un cuento de hadas y quiero compartirlo contigo. He conseguido enamorar a un magnate griego: es guapo, atento y rico! Jajaj. Lo adoro. El mes que viene nos vamos a casar. Si vieras donde vivimos…es una isla griega preciosa. Te escribo porque quiero que vengas. Te necesito para los preparativos. Además, no tengo a nadie de mi familia aquí, y la familia de él es más sosa... Aquí te envío el boleto para que viajes inmediatamente.
Te espero. Te quiero.
Aline.”
Se me hizo raro que mi hermana Aline por fin sentara cabeza. Era una cabecita loca.
Aline y yo, nos veíamos desde hacía unos seis años, cuando yo tenía 17, ya que ella decidió vivir la vida y viajar porque había sufrido mucho con la enfermedad de mamá. Un cáncer se la había llevado y yo me había quedado con mi hermana pequeña Alba, que entonces tenía 1 año y había tenido que cuidarla con la ayuda de mi tia, que venía a casa a cuidar a la niña durante mis clases. Mi tía quería que nos mudáramos a su casita de campo, pero yo quería la casa de mi madre, con su olor y sus recuerdos.
Aline siempre pensaba en ella misma, con 20 años desapareció para disfrutar de la vida.Mientras yo, había hecho de madre y de ama de casa al mismo tiempo. Había llorado muchas veces por impotencia al no saber si lo estaba haciendo bien o no. Pero, por lo menos lo estaba haciendo, no como Aline que se había desentendido de todo.
Por todo esto: la muerte de mi madre y el abandono de Aline, me había visto obligada a madurar muy rápidamente. Nunca había pensado en mi.
Ahora, había tenido que dejar a mi hermanita Alba con mi tía, mientras iba a la boda de mi hermana. Sacrificándome de nuevo y ayudando a los demás. Parecía que me gustara, y así era. Siempre me había sentido útil ayudando, pero también quería vivir mi propia vida, disfrutar, bailar…y amar. Iba a viajar para ayudar a mi hermana, porque, a pesar de cómo es de egoísta, necesita a su hermana. En el fondo es buena. Aunque también iba a viajar porque quería tener experiencias nuevas.
Nunca había salido de Londres, y me daba un poco de miedo…pero la idea de un viaje a una isla griega me hacía mucha ilusión. También tenía nervios por volver a ver a mi hermana. Siempre habíamos discutido por teléfono por su abandono, pero en persona no sabía cómo reaccionaría después de tanto tiempo.
Me quedaban varias horas de vuelo por delante e iba a leer un rato uno de mis libros favoritos: “Orgullo y prejuicio”. Siempre había soñado con encontrar a mi William Darcy, a mi príncipe azul, un amor pasional con un hombre que me amara por como soy, pero por las circunstancias nunca había tenido ocasión. En el instituto había llamado la atención de algunos chicos, pero ninguno se parecía a ese príncipe. Eran todos unos creídos, que sólo querían sexo. Nunca me había entregado a un hombre, y cuando lo hiciera, lo haría por amor, siempre lo había tenido claro.
"Pero quién sabe…quizás conozca al hombre de mi vida en Grecia. Los hombres griegos tienen fama de seductores, morenos, fuertes...y muy pasionales", pensé.
Me había quedado dormida un buen rato entre tantos recuerdos. De repente, escuché los gritos de una mujer, que me sobresaltó. Era la azafata anunciando que ya habíamos llegado a nuestro destino: la isla de Santorini.
No pude evitar mirar inmediatamente a través de la ventana. Aquel lugar era hermoso...
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El capítulo es cortito. El segundo será más largo...y mucho más interesante!!!!! besitos :)
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Quisiera poder amarte
RomanceAlejandra es una joven de 23 años, que tras la muerte de su madre, se ha dedicado a cuidar de su hermana pequeña. Viajará a la isla de Santorini para ayudar a organizar la boda de su hermana mayor. Allí conocerá un nuevo mundo...y al hombre de su vi...