Capítulo 18: “La sorpresa de Lysander”
-Sabes a Vodka…no me gusta esa bebida…pero en tus labios sabe diferente…me gusta- dijo mientras me besaba ansiosamente. Mientras tanto, sus manos recorrían mis hombros y su cintura se apretaba con la mía, excitándome y acrecentando mi deseo.
No quería que se apartara de mí; estaba mareada y no tenía mis cinco sentidos alerta, pero estaba convencida de lo que quería hacer en aquel momento. Quería sentir que era su mujer, quería que me hiciera el amor. Así que, con esos besos y caricias, si su objetivo era que me durmiera no lo estaba consiguiendo. Todo lo contrario, yo quería que fuera a más y continuara hasta llevarme, al igual que la primera vez que me hizo el amor, mucho más allá del cielo. No quería dormir, quería soñar despierta entre sus brazos.
-Si me besas así no tendré ganas de dormirme- le confesé aturdida por la cantidad de alcohol que tenía en mis venas y por la confusión que me provocaba ese irrefrenable deseo y amor que me invadía-. Al final el reto lo gano yo, esta noche no duermo- le dije juguetona mientras le quitaba su chaqueta.
-No vas a ganar, no si yo puedo evitarlo- se apartó bruscamente, dejándome con los labios entreabiertos y deseosos de ser besados por sus labios. Se acomodó su chaqueta y se levantó de la cama dejando mi cuerpo desolado extrañando el suyo. Sonrió satisfecho.
-¿Prefieres que sea Alexis la que esté en esta cama y hacerle el amor a ella?- grité enfurecida. De nuevo un fuego quemaba mis venas, y no era precisamente la bebida, era la rabia de imaginármelo abrazando y besando a esa maldita pelirroja.
-No digas tonterías, sabes que eres la única mujer a la que quiero hacerla mía. Sólo que estás con unas copas de más y debes descansar. No sabes lo que estás haciendo, ni diciendo. Duerme ahora- se volvió, dándome la espalda lo que provocó que mi enojo creciera.
-¿Te vas?- pregunté decepcionada, con lágrimas en los ojos. Esas lágrimas estaban destinadas a salir de mis ojos en algún momento. Fue una noche de emociones encontradas.
Nunca me había comportado y hablado de esa forma. Era la última vez que pensaba beber alcohol; me hacía perder el control y decir cosas que no sería capaz de ni siquiera susurrar estando en mis cinco sentidos. Además con ese veneno en mis venas, mis sentimientos eran aún más inmensos y potentes.
-No me voy a ir. Sólo iba a cambiarme de ropa- me dijo, se acercó y se tendió a mi lado, abrazándome al verme llorar. Continuó-. Estando así: celosa, llorando y mareada…eres capaz de huir y provocar un nuevo accidente y matar a todos los griegos de la zona. Eres un peligro- bromeó.
-Pues si eso ocurriera sería por tu culpa, por dejarme sola en la fiesta- puse un puchero. Era como una niña pequeña en ese momento, una niña que sólo quería amor…el amor de un griego llamado Lysander Kyros.
-¿Quieres dormir ya y no decir más eso? Voy a tener que callarte yo…-me besó dulcemente para callar mis quejas.
-No me beses- esa vez me aparté yo. Quería jugar un poco con él. Me miró confundido.
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Quisiera poder amarte
RomanceAlejandra es una joven de 23 años, que tras la muerte de su madre, se ha dedicado a cuidar de su hermana pequeña. Viajará a la isla de Santorini para ayudar a organizar la boda de su hermana mayor. Allí conocerá un nuevo mundo...y al hombre de su vi...