Capítulo 17- Feliz día.

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Iba caminando por la calle, era viernes, el camino se volvía cada vez más duro, paso a paso sentía como mis pies ardían, y el peso que llevaba enzima más el sol no eran grandes aliados.

Mi paquete era tan grande que no podía llevarlo en una sola posición. Es demasiado incómodo y pesado.

Era chocolates al montón, un gran pastel, y lo que más ama Elsa, el arte. Le compré un cajón lleno con tizas pastel, lápices de dibujo, lápices de color profesional, carboncillos, borradores, borradores de miga, pinceles de todas las puntas, lienzos, pinturas de óleo y acuarelas, más un taburete que acaban de dejar Hiro y Jack en el lugar de mi sorpresa.

Es justo en el parque, estoy por pedirle que sea mi novia, no quiero ir demasiado rápido, pero si no es hoy, no será nunca.

Para traerla al lugar de mi sorpresa le dejé pistas para que encuentre el lugar, quise ser original, supe lo que hizo Flinn por Punzie entonces quise ser todavía más especial.

Iba caminando por la calle, era viernes, estaba tan preocupada que mis nervios me dieron un dolor de estómago horrible. Desde temprano encontré una nota en mi casillero que decía: Tierno por dentro, rudo por fuera, come lo que puedas, pues un largo camino te espera.

Miré por todos los rincones de mi casillero en busca de algo más y encontré una rosa pequeña, la tomé, sabía que debía ir al rosal del colegio.

Al llegar encontré otra nota: Una rosa, el aroma, algo que me enamora. Tu perfume, uno mejor que el de una rosa, por eso respiro como nunca a tu lado, por eso me apego a tu cuello.

Debajo de la nota había un vasito de café vacío, lo tomé y corrí a la cafetería.

Al llegar busqué entre todas las sillas, hasta encontrarme con la que siempre uso, bajo el árbol de roble, lejos de todas las demás. Encontré la siguiente nota: El verde, me gusta el verde. Verdes plantas, verdes árboles, verdes ojos. Me llenan con un sentimiento de paz, algo capaz de cambiar mi día, y a la luz del día, son más bellos que cualquier paisaje, amanecer o atardecer, pues eso no se compara con el verde, el verde de tus ojos.

Mi estómago gruñó, esa sensación de felicidad era nueva para mí, mi corazón palpitando más velos que el aleteo de las alas de un colibrí, y más constante que los latidos de un ratoncito de campo.

En el asiento de la mesa había un lápiz, lo tomé y corrí al aula de arte.

Al llegar, no encontré una nota, encontré globos flotantes con cosas escritas en distintos colores.

El primero decía: Vuela, como si el suelo fuera un invento. Sueña, como si la realidad fuera una teoría. Y vive, como si respirar fuera tan preciado, al igual que si digo que eres un tesoro para mí, pues esa es mi palabra, y el viento no se la llevará, pues está escrito a pluma y tinta, no pronunciado con lengua y saliva.

El siguiente decía: Me harás estallar el cerebro con tanto parloteo tuyo, pero me ha hecho pensar. PD: Es cierto, watermelon debería ser aguacate en inglés.

Con lo último no pude evitar reír, no era una tontería mía. Vi algo dentro del tercer globo, lo exploté y encontré un minion pequeño con una nota, en la cual estaban los números cuatro, nueve y tres, entonces recordé.

Ya todo estaba listo, solo faltaba esperar.

De pronto llegan Hiro y Jack.

-¿Ya viene?- pregunté.

-Si, viene corriendo- respondió Jack.

-¿Está todo bien? ¿Cómo me veo? ¿Le va a gustar?

-Si hermano, todo está bien, te vez bien y ella lo amará, no seas bebé, todo saldrá bien- respondió Hiro.

-Bueno... Hiro, ¿al fin terminaste con Vane?

-No bro, tengo que hacerlo hoy, sé que será muy feo para ella, puesto que hoy es San Valentín, pero no puedo puedo seguir así.

-Hazlo pronto, escuché que Kristoff, un "amigo" de Anna quiere ser novio de ella, si no lo haces ya la vas a perder- dijo Jack.

-Dios... ¡Suerte! Tengo que terminar con mi novia- gritó él, mientras se iba corriendo del lugar.

-Bueno, ahí me dices que pasa- dijo Jack despidiéndose.

Entonces me quedé solo, con un hueco en mi pecho, tanto nervio me hizo ir a hacer pipí más de tres veces.

Y al fin...

Al fin...estaba llegando, corrí a la entrada, subí las escaleras lo más rápido que pude. Subí hasta la sala cuatro, me desvié para el cuarto nueve y llegué al fin al mirador número tres. Mi corazón se paró por un segundo.

Entonces ella llegó, parada ahí, mirándome con lágrimas en los ojos.

Y ahí, no pude aguantar más, las lágrimas bajaban por mis ojos, lágrimas de alegría, una gran sorpresa y lo que nunca creí. Amor.

Decidí acercarme, limpié sus lágrimas con mi pulgar derecho.

-¿Por qué lloras? No quería hacerte llorar- dije angustiado.

Y en vez de una respuesta, unos labios suaves, fríos y finos se toparon con los míos. Ella ya sabía cuál iba a ser mi pregunta. Se separó de mí y gritó "SI" mientras me abrazaba como nunca. En ese momento no pude evitarlo, lloré yo también de alegría. Todo mi esfuerzo, días y noches en vela ¡No fueron en vano!

Al fin estaba segura, todos esos días y noches pensando en qué era lo correcto no fueron en vano, al fin sabía que lo amaba.

-Te amo- dijimos ambos.

Estaba anocheciendo, y venía la mejor parte del día, el anochecer y la completa oscuridad, para poder observar la luz del cielo nocturno. Después de al fin poder llamarnos novios, nos sentamos en una de las sillas del mirador, comiendo el pastel y los chocolates que Hiccup había traído para mí, el oso de felpa era grande, no tanto como el de Punzie, pero para mí, era el más hermoso de todos. Tomados de la mano, me sentí tan feliz, ese sentimiento me gusta.

Los artículos de arte son los que cualquier artista desea en la vida, era lo mejor que me podían haber regalado. Tengo dinero para comprarlo, pero por partes, nunca había visto algo tan equipado, era como una caja de herramientas plegable, lleno de tantas cosas. ¡No sé cómo haré para empezar!

Al llegar la obscuridad de la noche, las estrellas llenaron el mirador, todas las personas de por ahí nos miraban y nos sonreían, era tan lindo todo aquello, al fin podía decir que es mi novia. ¡Por Dios, tengo la novia más hermosa del mundo!

La noche pasó tan rápido, se hicieron las nueve de la noche y tuvimos que volver, ayudarle a Elsa con las cosas y dejarla en su casa para que su padre no se preocupara por ella.

Al llegar llevamos todo hasta su cuarto, luego salimos de la habitación, bajando las escaleras vi al padre de Elsa comiendo un bistec a la plancha en la sala, con la televisión apagada, las luces apagadas y una música muy triste.

Aurora se metió en problemas otra vez, papá está borracho, siempre hace eso antes de irse con mamá a buscar a Aurora o a tratar de traerla a casa.

-¿Qué hizo ahora?-pregunté a mi padre.

-Está en el hospital, la apuñalaron cerca del corazón, tu madre y yo nos vamos en media hora. Anna y tú se quedarán a cuidar la casa, no vamos a cancelar la cena- respondió él con el típico tono de borracho, con sus incoherencias.

No respondí, tomé a Hiccup de la mano y lo llevé fuera. Lo besé por última vez y me fui a mi cuarto, mi perfecto día se llenó de dolor, no podía dejar de llorar, Anna estaba en su cuarto, no supe nada de ella, pero la necesitaba. No me moví, ella llegó a mi cuarto, se acostó a mi lado y ambas lloramos de dolor.





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Al fin publico!! Espero les guste, me inspiré con este :3

Bendiciones <3

Como arruiné mi vida... &quot;Hiccelsa, Jarida, Hiranna, Euginzel&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora