Bueno, estoy sentada afuera de la oficina del director, tuve problemas con una broma. Mientras espero que me atiendan ¿que piensas si me presento?, bueno, me lamo Maddie Longaster, tengo 16 años. Soy baja de pelo rubio, con ojos color negros y bueno creo que no hay nada mas para decir ya que a medida de que pase la historia te contare mas de mi. Siento como abren la puerta de la oficina del director, el sale y me mira con cara de desaprobación.
-Entra- me dice con voz gruesa. Yo melevanto rápidamente y me adentro en su oficina,tomo asiento en una silla en frente al escritorio del director y el se sienta en su silla que esta del otro lado del escritorio en frente de mi.
-¿Que ah pasado?- me dice, aveces odio que las personas sean tan educadas.
-Fue Austin, director!- digo subiendo el tono de mi voz.
-Primero no tienes que alzar la voz,segundo, por lo que tengo entendido, tu le tiraste tu compás a la cara- dice, y a mi se me forma una sonrisa.
-Pero no le hizo ni un rasguño a su''perfecto'' rostro- digo haciendo comillas imaginarias con mis dedos.
-Pero le pudiste hacer daño- dice poniendo sus mas en el escritorio.
-PERO, no lo hice- digo mientras sonrío nerviosa.
-Esta bien, hablare con el señor Robinson- dice extendiendo su mano a un teléfono y lo levanta-Señorita De Mattos, podría traer al señor Robinson por favor,necesitamos hablar.
Largo un suspiro, no quiero estar con ese idiota.
...
Después de una larga charla en la oficina del director, llegamos a un acuerdo, bueno no fue un acuerdo, el director nos obligo a mi y Austin a limpiar los todos los salones de la planta baja por un mes. Creo que pasare demasiado tiempo con él, demonios.
-Por ti estamos en este enriedo- me dice Austin, no habia notado su presencia hasta que hablo.
-POR MI- digo señalándome mi misma- tu fuiste el que me dijo ''Hey, si tu la fea, puedes dejar de mirarme me pones nervioso''- le digo tratando de imitar su voz.
-JA! Eso fue gracioso - me dice con una sonrisa que no aguanto- pero no era para que me tiraras UN MALDITO COMPAS, esta cara no la consigues en cualquier lado.
-Podes callarte? Nos van a poner mas meses de castigo- le digo dirigiéndome a mi casillero para sacar mis libros del día.
-Si tienes razon, no quiero soportar tu cara mas tiempo, ya es difícil verla todos los malditos días- dice mirandome.
-No sos el único que sufre y si me disculpas este es mi casillero, así que si podes tomar rumbo lejos mio, te lo agradezco.
-Oh!, claro, nos vemos- me dice levantandome la mano.
-Bipolar- susurro para mi.
Tomo mi mochila que estaba en el casillero, debió haber sido Lu mi mejor amiga, ella sabe la clave. La tome y puse mis libros dentro. Cuando estoy por cerrar la puerta del casillero siento unas manos en mis caderas y ese alguien me da un sonoro beso en mi mejilla derecha.
-Hey hermosa! No te vi en la salida, me asuste- era Daniel, mi mejor amigo.
-Tuve un problema con un compas y la cara de Austin- le digo mientras me lanzo a el para un abrazo, el me lo corresponde y me aprieta contra su pecho.
-Ese idiota?, luego hablare con él- me dice dándome un beso en la cabeza, el y Austin son compañeros de equipo, los dos juegan fútbol.
-No... bueno que le dieras una paliza estaría bien, pero no, le tengo que ver su maldita cara por un mes- le digo separándome de el.
-Bueno, porque por un mes?-me dice mientras caminamos a la salida.
-Tenemos que limpiar los salones de la planta baja por un mes.- Dani, suelta una cacajada.
-Que?
-Solo... abre los ojos,hermosa- me da un beso en la mejilla y se va a toda velocidad en su motocicleta.
Porque tengo que abrir los ojos? Mierda me quedo la duda.