¿Por qué la fui a buscar? Bueno, el castigo era de los dos, después de todo ella fue la que me tiro ese maldito compás.
Íbamos caminando por los largos y desiertos pasillos.
-Por dónde empezamos?.- ella rompe el silencio, debido a la diferencia de altura tengo que bajar mi vista para verla.
-Tenemos que ir a buscar al auxiliar de limpieza y preguntarle por dónde empezamos.- le digo con una estupida sonrisa.
-Esta bien.-me devuelve la sonrisa- Mira allá está!.-señala al auxiliar.
-Disculpe señor.-le digo tocándole el hombro- somos los del castigo.
-A si, en qué lío se metieron chicos.-ríe- bueno, ahí está todo lo que necesitan, les recomiendo que empiecen por las primeras, tienen un mes para limpiar todo, así que vallan tranquilos.
-Muchas gracias.-decimos Maddie y yo al unísono.
-Cualquier cosa me avisan chicos.-es muy amable el señor.
-Bueno.-gritó yo- manos a la obra.
-Si...
...
Después de estar una hora trabajando, bueno... Limpiando. Estábamos terminando la quinta clase del día.
-Y... Me dijo que te hablo.-trato de romper el silencio incómodo.
-Si... No salió nada bien.-dice ella desanimada, mientras barría debajo de unos bancos.
-Me dijo que se iban a ver a la salida, pero no me dio tiempo de explicarle que nosotros teníamos castigo.- hago una pausa- pero... Estaba tan ilusionado, que no se... No me escuchaba.- ella me miró y luego agacho su vista con pena.
-No!.-suelta la escoba- no pienso sentir lastima, él me hizo algo horrible.
-Primero, se te callo tu medio de transporte- largo una carcajada y ella ríe sarcástica- segundo, no sabes sus intenciones.
-Y cuáles son esas intenciones?.-dice acercándose, quedando a tan solo dos pasos de distancia.
-Las vas a saber.-hago una pausa- pero después, y lo escucharas por él.-suelta un bufido.
-Esta bien, ahora, terminemos esto.
Terminamos de limpiar nuestra ultima clase y fuimos a buscar nuestras mochilas. Mi casillero estaba cerca de la clase donde estábamos así que tome mi mochila y ella se quedó esperándome, luego fuimos a su casillero que quedaba cerca de la dirección.
-Listo, nos vamos.-dice con vos tierna.
-Si.- caminamos hasta la salida y tomamos el mismo camino. Después de aproximadamente 10 minutos caminando ella paro en frente a una casa muy linda, tenía rejas negras, la casa era de color rojo con gris, muchas ventanas del lado del frente y unas flores de decoración en la entrada.
-Te invitaría a pasar... pero no me agradas.- me dice, yo suelto una pequeña carcajada.
-No importa, dos casas de la tuya, puedo venir a visitarte cuando yo quiera.- hago referencia al yo.
-Claro.- dice con una sonrisa.
-Bueno... hace frio mejor entra, no quiero limpiar solo las clases.
-Que amable.- me acerco para darle un beso en la mejilla, pero ella levanta la mano para chocar los cinco.
-Claro.- murmuro- menos contacto mejor para ti ¿no?-ella ríe, chocamos los cinco y luego deja un beso en mi mejilla.- Sos bipolar a esta hora, o todo el día?
-Me parece que a estar hora.-me sigue el chiste.
-Ya veo-rio- me voy, nos vemos.
-Hasta mañana.
Me dirijo a la casa de mi madre, me toca pasar la tarde con ella. Mis padres están separados, ayer me toco quedar en la casa de papá, que esta un poco más lejos que la de mamá.
Cuando me doy cuenta ya estoy por entrar a casa.
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Esta es mi casa, por cierto no se engañen por el sol, hace mucho frío. En fin, mamá diesño esta casa, es arquitecta.
-MAMÁ.-grito cuando entro, no oigo nada.-YA ENTENDÍ, NO ESTAS.
Trato de hacerme el gracioso esperando risas de la casa vacia (aunque si escuchara risas probablemente saldria corriendo)
