Empecemos a conocernos

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Cerrar los ojos ya no era buena idea, ya le había entregado el maldito informe a Rex y él se lo había entregado a ella, por coincidencia vi el momento en que su amiguita entregaba el documento a su querido chico, el tipo solo le dio las gracias y se marchó, enseguida llegó otra chica que lo abrazó y lo besó en los labios, suspiré frustrado y decidí ir al aula en que tenía clases.

Me había trasnochado por esa maldita cosa, mi hermana me había dicho que las ojeras se me notaban, Laura me preguntaba a cada momento si había dormido bien y papá me dijo que no lo hiciera de nuevo, mucho menos si no era un trabajo que me ayudara a mí; Rex me daba piquetes con su lápiz de vez en cuando al momento de empezar a quedarme dormido, por suerte el maestro no había notado ninguna de las veces en que ya me estaba quedando dormido.

-Bueno chicos, chicas, es todo por hoy, pueden salir- nos dijo el profesor y yo estiré los brazos, me quité por un momento los lentes y me fregué el rostro con las manos.

-Ian, vamos a que te laves el rostro en el baño- me dijo Rex tomando su mochila.

-Claro, eso ayudaría mucho- respondí volviendo a colocarme los lentes, tomé mi mochila y salí junto a Rex, nos dirigimos a los baños y antes de que llegara a abrir la puerta salió una chica de ahí arreglando su blusa.

Rex y yo la miramos con obvia sorpresa, ella solo nos miró de arriba a abajo como si fuéramos gusanos insignificantes y dando media vuelta se marchó, tras ella salió otro tipo que no conocía acomodando sus pantalones, nos miró y clavó sus ojos en mí.

-Puedes unirte a la fiesta cuando quieras- dijo rozando mi mentón haciéndome sonrojar y sorprender...tanto que no reaccioné hasta que se marchó.

-P-pero...qué...-tartamudee sintiendo el ardor en mis mejillas.

-Puedes unirte a la fiesta cuando quieras- dijo Rex pasando frente a mí y acariciando mi mentón.

-Ah, cállate tonto- dije y entramos al baño.

Me lavé la cara con muchísimo afán escuchando a alguien entrar, regresé a ver y quien entraba era Kyle, me miró y sonrió y yo me peiné con el agua que sobraba en mis manos.

-Ian- saludó el azabache.

-Kyle- respondí mirando que se acercaba.

-Amigo desconocido- dijo refiriéndose a Rex.

-Ho-hola- respondió Rex con su timidez al ver al azabache.

-Kyle, él es Rex...mi mejor amigo. Rex, él es el mejor amigo de mi hermana- los presenté.

-Mucho gusto Rex- dijo Kyle y ambos estrecharon sus manos.

-Oye, ¿dónde está mi hermana?...no me digas que te espera afuera.

-No, decidió salir con sus amigas, yo tuve que hablar con nuestro profesor y cuando la busqué estaba saliendo con las chicas.

Por alguna razón me enfadé con mi hermana, Kyle entró a uno de los inodoros y Rex se acercó a mi oído, -Es muy guapo- me susurró haciéndome estremecer por mi sensibilidad en esa zona, me alejé cubriendo mi oído y vi a Rex sonrojado...siendo sincero, ese tonto se veía muy lindo sonrojado. Yo solo asentí concordando, en realidad Kyle si era un chico atractivo...diablos...en serio era atractivo.

-No vuelvas a hacer eso, Rex- susurré cuando Kyle jaló la cadena del baño.

Salió y yo me coloqué los lentes, de la nada el teléfono de Rex empezó a sonar y contestó, el azabache empezó a arreglar su cabello y yo acomodé mis lentes.

-¿Hola? Oh, hola Juditt...no...hey, espera, ¿estás bien?

Kyle y yo miramos de inmediato a Rex, él nos miró y se notaba preocupado.

-Está bien, Jud, tranquila, voy para allá- Rex colgó y guardó su teléfono.

-Rex, ¿qué sucedió?- pregunté.

-Es Juditt, mi mejor amiga, estaba llorando, me dijo que fuera con ella de inmediato, nos vemos luego chicos- dijo Rex saliendo de inmediato del baño dejándonos ahí en silencio.

-Bueno- dijo Kyle- estamos solos.

Lo miré de inmediato poniéndome nervioso, él se dirigió a la puerta de salida y me miró cuando estaba en el umbral. -Ven, vamos a comer una hamburguesa.

Sonreí. -Claro.

Salimos de ahí y nos dirigimos a un lugar de comida rápida cercano al campus, nos sentamos en una mesa y pedimos dos hamburguesas, miré a Kyle mientras le hablaba a la mesera creyendo cada vez más que era muy guapo, desvié la mirada al notar en lo que estaba pensando y la chica se marchó, sentí los ojos del azabache examinándome así que volví a verlo a esos ojos azules tan penetrantes.

-Ian...¿por qué tienes los ojos verdes y tu hermana los tiene color miel?- me preguntó Kyle mirándome tras colocar su mentón en su mano...como una chica enamorada en su primera cita.

-Mamá los tenía verdes y papá los tiene casi como los de mi hermana- respondí.

-¿Una combinación genética?

-Probablemente...a mí me fascinan sus ojos...

-Normal, son preciosos.

Miré a los ojos a Kyle y él solo me sonrió. -¿No te gusta mi hermana acaso?

-Jeje, no amigo, tu hermanita no me gusta...¿te asusta acaso que llegue el chico que se enamore de ella?

-Me asusta que le hagan daño.

-Escucha Ian- empezó Kyle acomodándose en su asiento -la vida te enseña todo a la buena o a la mala, y para conocer a la gente mala tienes que ser lastimado...a veces una y otra vez...la vida es cruel y una cara bonita no va a hacer que te tenga compasión.

Los ojos de Kyle reflejaron frialdad, se notaba que eso le había pasado a él...pero no pude evitar preguntar.

-¿A ti te lastimó una y otra vez?- pregunté.

-Me ha lastimado demasiado...mis padres murieron cuando tenía diez años...semanas después me enteré que mamá había muerto estando embarazada, me enviaron a un hogar de adopción, me maltrataron como si fuera un gusano, me devolvieron cuatro veces hasta que cumplí 16...entonces la vida empezó a sonreírme...me adoptó una pareja buena que no podía tener hijos, me lo dieron todo...pero a mí me iba más la independencia.

-Ya...veo.

-¿Y tú?....¿La vida te ha sonreído siempre o te ha dado lecciones de la forma dura?

-Bueno...desde pequeño lo tuve todo...pero cuando yo cumplí 17...murió mamá y papá apareció con la mujer que conociste el día que fuiste a casa...mi hermana y yo la odiamos...era la amante de papá desde antes de que mamá muriera.

De la nada apareció la chica con las hamburguesas, las dejó en la mesa y tomó dos gaseosas dejándolas junto a las hamburguesas. -Estas van por la casa- dijo sonriéndonos con dulzura y se marchó.

Kyle tomó su gaseosa y la puso en alto.

-Por la vida y sus lecciones- dijo en forma de brindis.

Yo tomé la gaseosa y la levanté también.

-Por la vida y sus lecciones.

El mejor amigo de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora