El mejor amigo de mi hermana

Cuando Kyle está enfermo~♥/(Extra2/1)

*~Bueno, otro extra que se me ocurrió mega randomente, espero y lo disfruten XD....también hay lemon B)~*
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Soplé y me llevé una cucharada de sopa a la boca, estaba perfecta. Me despojé del delantal que llevaba puesto, coloqué el plato con la sopa sobre una charola de madera junto con algo de jugo y me dirigí a su habitación.

Desde hace un par días llevaba una gripe bastante fuerte, lo había llevado a estar en cama dos días seguidos y mi hermana y yo lo cuidábamos, esta vez Dan había acompañado a Rex a la firma de no sé que libro.

Entré a la habitación viendo a Kyle sentado mirando su celular, al verme entrar lo hizo a un lado y sonrió de una forma muy dulce; correspondí la sonrisa y me senté al borde de la cama junto a él, coloqué la charola en sus piernas haciendo que viera lo que le había preparado, sus ojos brillaron al mirar los míos y me musitó un "Gracias" tratando de no toser, yo asentí y salí de la habitación. Suspiré y fui a la mía, mi corazón empezó a acelerarse, sentía cada pulsación en todo mi cuerpo, mi rostro empezaba a sonrojarse y al entrar cerré la puerta con llave, me dirigí a mi closet y lo abrí, revolví la ropa...y ahí estaba la caja...la abrí viendo el interior, la ropa de colores blanco y negro se veía bien...me preguntaba si era buena idea en el estado que se encontraba Kyle...pero ya estaba algo desesperado.

Saqué el vestuario de la caja y me encerré en baño de la habitación, me vestí mirándome al espejo completamente sonrojado.

-Hay que variar de vez en cuando...¿no?
*-Narra Kyle-*

No sabía cómo, siempre le trataba de encontrar una explicación lógica, racional y científica pero me era imposible...me era imposible saber como diablos aquella sopa que preparaba Ian me hacía sentir mejor inmediatamente a la primera cucharada; sentía que el malestar desaparecía, la fiebre bajaba, mis manos y pies entraban en calor y mis fuerzas se recuperaban...Ian siempre había sido como un ángel para mí.

Terminé de comerlo todo y suspiré sintiéndome renovado, de la nada vi la sombra frente a mi puerta y voltee a ver...lo que vi me dejó sin aliento.

El rubio llevaba puerto un traje de maid blanco con negro con una falda exageradamente corta, unas medias hasta los muslos acompañadas de una ligas negras más arriba del borde de cada una, llevaba también unos zapatitos negro de tacón pequeño y en su cabello un pequeño tocado de encaje...o estaba en el cielo o estaba en el infierno.

Ian se acercó en silencio a tomar la charola con todo y con el mismo silencio se la llevó, yo miraba la parte de atrás de esos bien torneados muslos moverse haciendo que la falda se moviera graciosamente, me mordí el labio intentando ver más abajo de lo visible. Cuando Ian se había marchado yo me había quedado ahí confundido, pensando en lo malditamente bien que le quedaba ese pequeño vestido, en como se movían sus piernas...en el tierno sonrojo de sus mejillas.

De la nada Ian volvió a aparecer en la puerta, no comprendía como rayos le hacía para no hacer ruido con esos pequeños tacones, entró a la habitación y la cerró con suavidad tras de sí, se acercó a mi cama aún en silencio, yo lo miraba y se subió a la cama pasando cada pierna a un lado de mi cadera, se sentó en mis piernas con las respiración claramente agitada, yo no podía evitar ver sus piernas bajo esa falda, noté una sonrisa en sus labios y me susurró "Adelante, toca si deseas"; tragué saliva y pasé mis manos lentamente hasta la piel de sus piernas, las acaricié notando su suavidad, sentí la piel de Ian erizarse y lo miré a los ojos, lo despojé de sus lentes suavemente y él entre abrió los labios.

Lo tomé de la nuca y lo besé frenéticamente, Ian se abrazó de inmediato a mí y mis manos pasaron a sus glúteos...aquellos tan bien formados y firmes glúteos; el beso era apasionado, húmedo, su lengua jugaba con la mía, mis  manos exploraban bajo la falda, Ian reprimía algunos gemidos y yo me separé para empezar a besar su cuello, el rubio se abrazó a mi cuello y mi mano izquierda empezó a buscar debajo de su ropa interior...al tacto me di cuenta que era una prenda de chica...y con encajes también; separé a Kyle mirándolo sorprendido, luego miré su falda y otra vez sus ojos, él se sonrojó y desviando la mirada levantó la falda, llevaba puestos unos panties negros que no dejaban nada a la imaginación, sentí en mi cuerpo un choque eléctrico y miré el rostro apenado de Ian.

-Ian...date vuelta- dije esperando a que me entendiera, en sus labios se formó una sonrisa y nos pusimos en posición de 69, acaricié sus piernas y el chico no dudó en empezar a hacer su trabajo con su boca, yo empecé a hacer el mío con la lengua saboreando ese dulce sabor de Ian, tan único, tan implantado en mi mente; podía sentir la lengua de Ian pasando por mi miembro y yo sentía su cuerpo sacudirse de vez en cuando, luego de unos minutos logré introducir mi lengua en su entrada haciendo que ahogara un gemido...el cual sentí claramente pues tenía mi hombría estaba casi en su garganta.

Utilicé mi lengua cuanto debía sintiendo sus gemidos y su tembloroso cuerpo, saqué mi lengua de ahí disfrutando del trabajo que hacían Ian ahí abajo mientras que yo dirigía una de mis manos a ese lugar, humedecí mi dedo medio y empecé a introducirlo en Ian, sacó mi miembro de su boca dando un gemido, yo empecé a mover el dedo notando que estaba algo más apretado que de costumbre...o al menos de lo que recordaba; lamí mis labios e introduje un segundo dedo provocando de Ian arqueara su espalda, sus gemidos chocaban con la piel de mi miembro, su mano se movía en él ligeramente y yo no detenía el movimiento de mi mano, mis dedos empezaron a abrirse haciendo movimiento de tijeras para que su interior no estuviera tan apretado, un último dedo entró entre los gemidos masajeando su zona interna, yo podía ver de reojo que Ian mordía sus labios y cerraba sus ojos.

-K-Kyle- tartamudeó en un susurro -Y-ya no es suficiente...lo necesito...dentro de mí...