Domando a la bestia

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Yu Kwon observaba a Min Hyuk aseando el departamento lo cual no servía de mucho porque el polvo de la calle siempre entraba por la ventana y volvía a ensuciar todo. Él se había ofrecido a ayudarlo ya que lo estaba dejando quedar en su apartamento y había hecho mucho por él pero el mayor prefirió hacerlo solo a su manera así que Yu Kwon se mantuvo en su habitación hasta que terminara. Frente a él tenía la pintura en la que estuvo trabajando y había acabado de terminar así que se dispuso a descansar viendo un DVD de los que estaban en el mueble del televisor, lo puso y se echó en la cama. Era una película dramática "La vida es bella", era un clásico pero nunca la había visto y no sabía de qué se trataba pero simplemente con leer el título, sabía que sería una completa mentira porque eso es lo que menos es la vida. En cierto punto la película le aburrió, no era del tipo de que le gustan y entre eso y el estar acostado en la cómoda cama, se quedó dormido.

Tenía tiempo que no soñaba, vivía constantemente en una pesadilla pero esos sueños agradables que de repente se transforman inesperadamente en otra cosa, que no deseas que terminen y que cuando despiertas te sientes decepcionado debido a que no fue real, no los tenía, tan sólo cuando cerraba los ojos veía negro y más nada, ni siquiera percibía que estuviese dormido hasta que despertaba. Sin embargo ahora dentro de su cabeza se encontraba en un sitio oscuro que parecía ser una calle, caminaba por ésta y había sólo un foco de luz que le indicaba por donde ir cada vez que avanzaba. Estaba solo pero mientras más se adelantaba en el camino comenzaba a percibir una presencia a su lado que no podía ver pero lo llenaba de angustia más no miedo. Se detuvo y miró a su lado, no podía verle la cara a ese sujeto pero sabía quién era y no entendía por qué después de tanto tiempo sin soñar, él aparecía en sus sueños.

-Largo – dijo y el otro negó lentamente con la cabeza – No tiene sentido que aparezcas en mis sueños, no eres nadie importante y el que lleve tu sangre dentro de mí no significa que deba soñar contigo.

El sueño se desvaneció en cuanto Yu Kwon abrió los ojos y regresó a la habitación. Había mucho silencio, sólo el sonar de las manecillas de los relojes se escuchaban y al mirar el televisor se dio cuenta que la película estaba pausada y en ningún momento había hecho eso. Se movió para acomodarse boca arriba pero sintió un peso detrás de él y al mirar, vio a Min Hyuk quien dormía pegado a él y lo rodeaba con un brazo. De nuevo volvía a sentirse inquieto ante la cercanía de ese chico que ahora no parecía el despiadado que lo encadenó a un poste de luz como un perro.

-Min Hyuk ¿Qué haces? Min Hyuk, despierta y vete.

Min Hyuk se quejó por lo bajo y abrió sus ojos lentamente. Sonrió de medio lado al ver a Yu Kwon.

-Ya mi cachorrito se despertó.

-No me digas así y quítate.

-¿Por qué? Estoy muy cómodo.

-Yo no.

-¿Por qué eres un chico tan difícil? Estoy cansado por limpiar todo el apartamento y quiero descansar contigo –atrajo a Yu Kwon hacia él, sosteniendo la cabeza de éste que dejó contra su cuello y con su otro brazo rodeaba su cuerpo para que no se fuera.

-Min Hyuk, ya basta, esto no me gusta – su voz sonaba amortiguada.

-No tiene nada de raro, sólo dormiremos. Ahora haz silencio y cierra tus ojos.

Yu Kwon se revolvió un poco para lograr zafarse del agarre de Min Hyuk pero mientras más intentaba, el otro lo apegaba más a su cuerpo. Había prometido no hacer alguna cosa en contra de Min Hyuk después del incidente del dedo y se portaría bien por lo que se resignó a quedarse así y cerró sus ojos. Después de todo sólo dormirían, eso no tenía nada de malo pero el mayor comenzó a rozar su nariz contra el cabello de Yu Kwon, alborotándolo mientras sus labios rozaban su frente.

No place like home: MonstersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora