No place like home: Monsters

Desde el sur

En ese país destruido y miserable, existen tres zonas. Primeramente está el norte que no fue tan afectado por la explosión y la radiación, de sus escasas tierras provienen los pocos alimentos que tiene la población y muchos buscan ir allá pero no es tan fácil, no hay muchos autos que los lleven e irse por su cuenta a pie es una locura. Por otro lado está el centro que se vio más afectado, muchas edificaciones pequeñas como casas, fueron destruidas y el resto quedó corroído y deteriorado pero se podía seguir viviendo aunque de una manera mísera; la nube de radicación cubría el cielo pero estaba lejos y no bajaba a diferencia de cómo pasaba en el sur que fue la cuna del desastre. Allí todo estaba peor pero la gente seguía viviendo en condiciones muy difíciles, lo peor de todo es que esa nube violeta desciende a cierta hora del día y tienen toques de queda que son avisados al hacer sonar una alarma y si no se meten en sus casas a tiempo, tapando bien las ventanas y puertas, son alcanzados por la radiación y mueren.

En un día donde todo parecía muy tranquilo, gente del sur comenzó a llegar con una mano atrás y otra adelante sin saber qué hacer o donde quedarse, muchos de ellos querían seguir hacia el norte pero ya tenían bastante suerte de haber llegado al centro donde tendrían una vida un poco más segura y tranquila. Cada vez que eso sucedía, la voz se corría y era un tema de conversación del cual hablar en esa aburrida ciudad. Aquella información llegó a los oídos de Min Hyuk quien estaba haciendo unas compras que necesitaban y luego regresó al edificio para contarle a Yu Kwon sobre la noticia. Saludó al señor Kim, propietario de una tienda de ropa que abrió en la misma calle donde viven y luego entró al edificio. Gracias a la carnicería, muchas personas comenzaron a aprovechar los negocios que estaban cerca pues tendrían buena clientela y ya la calle no era solitaria como antes.

-Ya llegué – se anunció Min Hyuk pero al no obtener respuesta supo que Yu Kwon no estaba allí. Entonces escuchó unos ladridos que provenían de abajo y bajó.

En el patio trasero del edificio, Yu Kwon estaba con el perro negro que Min Hyuk tanto detestaba y el chico le lanzaba una vara para que la fuera a buscar; sorprendentemente el animal obedecía, buscaba y le llevaba la vara a su dueño. Ya habían pasado unos años y Yu Kwon había logrado amaestrar un poco a su mascota pero ésta era así sólo con él porque con Min Hyuk era agresivo y también con cualquier otro desconocido.

-Deberían darte una medalla por lograr entrenar a esa bestia – dijo Min Hyuk desde lejos por temor a acercarse y que el perro le hiciera alguna cosa.

-En ese caso a ti también deberían darte una – lo miró y sonrió de medio lado.

-Y un trofeo también – aseguró - ¿Seguirás jugando con ese bicho o subes ahora?

-No le digas bicho.

-Ni siquiera tiene nombre después de tanto tiempo.

-Sólo dile Yu Kwon Junior jajaja.

-Sí, claro – rodó los ojos y quiso acercarse pero se acordó que el perro estaba suelto – Puedes ponerle la correa, no quiero que me brinque encima y me coma la cara.

Yu Kwon rió para sí ante el miedo que Min Hyuk le tenía a su mascota y le puso la correa, amarrándolo a su vez al mismo poste que una vez el mayor lo amarró a él. Min Hyuk entonces se acercó, manteniendo aún distancia con el animal que al verlo comenzó a ladrar y a jalar de la cadena con intensiones de lanzarse hacia él. Siempre hacía eso cuando estaba cerca de su amo, era un perro muy celoso.

-¿Y cómo están las cosas en ésta divertida ciudad? - preguntó Yu Kwon sarcásticamente.

-Llegó gente del sur, eso es lo que se habla ahora.

-¿Cómo la gente puede seguir viviendo allá? Debe estar muy feo de verdad, lo sé, vengo de allá...Iré a ver como están las cosas en la carnicería, quizás haga falta más carne. Suerte que hay mercancía nueva - le sonrió cómplice a Min Hyuk y siguió su camino.