Sangre y placer

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Después de muchas semanas, llegaba el barco que enviaban del país vecino con suministros mayormente de comidas enlatadas y no perecederas o semillas para ser plantadas en las pocas tierras fértiles que aún quedaban; cada vez que arribaba eran las pocas veces en que los desdichados habitantes se sentían felices porque los supermercados se llenarían de comida que racionadamente adquirirían pero la tendrían para sobrevivir un día más y era el mejor regalo de navidad que podían recibir. Aún faltaban dos días para la festividad y aquellos pocos que aún la celebraban, decoraban sus casas con antiguos adornos, buscaban los regalos para sus familiares o amigos y compraban lo que consiguieran para preparar la cena. Después de mucho pensarlo, Yu Kwon le había encontrado un regalo a Min Hyuk, no lo buscó entre las cosas abandonadas de los apartamentos ni en ninguna tienda, era algo exclusivo que en ningún otro lugar podía conseguir. El mayor por su parte consiguió muchos accesorios que sabía que le gustaban al menor, entre aretes, cadenas y anillos; tenía ya unos pocos pero los nuevos eran de plata, nada de fantasía.

-Señor Min Hyuk, el almuerzo ya está listo - le dijo Sonia al chico quien acababa de guardar el regalo de Yu Kwon en una caja con papel y un lazo de decoración.

-Bajaré para decirle a Yu Kwon que suba - dejó el regalo guardado en su armario y fue hacia la salida pero antes se dirigió a Sonia - ¿Qué preparaste?

-La carne que me dio el señor Yu Kwon.

-Carne - repitió y apretó levemente la mandíbula - ¿No hay nada más?

-Arroz para acompañar.

-Sírveme a mí arroz nada más, no tengo ganas de comer carne hoy.

Si nada más comía arroz no le importaba, ya lo había hecho muchas veces y aunque habían unos suculentos bistecs, sabía de qué era la carne y no la comería de nuevo. Si los demás querían convertirse en caníbales sin saber, no le interesaba pero él no volvería a eso, de sólo pensarlo se le revolvía el estómago. No entendía como Yu Kwon la comía tan desinteresadamente, lo tenía delante de él, viendo como la cortaba y su jugo se esparcía en el plato para después llevarse el trozo a la boca, masticarlo y tragárselo con gusto. Intentaba ignorar eso y concentrarse sólo en su plato de arroz pero no dejaba de pensar que en la mesa había un pedazo de carne proveniente de alguien que una vez fue un ciudadano de ese país, con familia y amigos.

-Min Hyuk, come la carne, el arroz no te dejará satisfecho - le decía Yu Kwon.

-No puedo y no me obligues.

-¿Es sólo porque fue una persona alguna vez? ¿Piensas en su familia y amigos? Las vacas que comías antes también tenían familia.

-No es lo mismo, sí, las vacas son seres vivos y es lamentable que las maten para comérnoslas pero es parte de la cadena alimenticia. Esto no lo es.

-Es parte de la cadena alimenticia de los supervivientes. No sé cuántas veces hemos hablado de esto, si no la quieres comer está bien, más para mí - sonrió y continuó comiendo - ¿Y qué haremos en navidad, comer y quedarnos a ver una película en la televisión como planeamos?

-Sí, al menos que quieras hacer algo más aunque en sí no hay nada.

-Así está bien, tú y yo juntos. Ya tengo tu regalo, es algo que no encontrarás en otro lugar, es único.

-¿Ah sí? Ya quiero saber que es, me intriga.

-Ten paciencia, aún no lo puedes abrir - rió para sí.

-¿Qué tramas? - entrecerró los ojos.

-Nada, sólo espera y verás. Pero te va a encantar, lo sé.

Por lo que Yu Kwon decía parecía ser un gran regalo y Min Hyuk sólo tenía para él esos accesorios de plata. Pensaba que debía darle algo más pero en realidad nunca fue bueno para escoger regalos cuando tenía que comprárselo a sus padres o amigos y en esos cuatro años que pasó solo, nunca tuvo entusiasmo por celebrar la navidad por lo que ahora que lo hacía de nuevo no tenía ni idea. Tal vez una noche de pasión le sería suficiente, aunque no era nada nuevo pero sí que le gustaba al menor.

No place like home: MonstersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora