Tu mirada se siente como dagas a mí corazón, tu lengua como un cuchillo tratando de matarme. Me destruiste y ni idea tienes.
Porque no me matas de una vez, te veo y siento asco. Tu mirada solo demuestra desprecio, por qué no me matas?
Necesito cortar toda conexión contigo, pero no sé cómo. Siento que me ahogo, y no sé cómo salir de este mar Rojo. Llenado por mis lágrimas y teñido por mí sangre.
El nudo crece en mi garganta y no sé cómo sacarlo. Quiero clavar un cuchillo y sacarlo a la fuerza. Me estoy ahogando y nadie lo nota. Solo tú lo sabes, pero como no lo ibas a saber, si esto, es todo tu culpa.
Cómo pasaste de un día para otro a ser la única persona que necesitaba para vivir, a ser la única persona que odio en este mundo?
Te veo en este momento parado enfrente mío y no sé cómo te da la cara para ser como eres. No tienes nada y todos lo saben, te desprecian.
Solo te usan para su beneficio, pero yo no lo haría ni loco, prefiero morir antes que nada. Eres un trapo descartable, limpian sus heridas contigo pero nadie limpia las tuyas. Ojalá tengas una muerte para nada digna.
Quiero clavarte el cuchillo que tengo en la mano pero no sé en donde. O cortarte la cara, aunque de poco serviría ya que feo eres desde un principio.
No creo que nadie entienda mí enojó contigo. Solo tú y yo lo sabemos. Eres la peor persona desde este mundo y creo q ambos concordamos.
Dónde esta mí valor para matarte? Te estoy diciendo todo esto en la cara y solo veo tus mejillas húmedas. Empuñaste tu cuchillo también. Quieres atacarme pero eres un cobarde. Un cobarde al que nadie quiere.
Te vi levantar el cuchillo y te copie. Nos avalanzamos a la vez uno sobre el otro.
El vidrio se rompió en millones de pedazos, él se encontraba lleno de sangre con el cuchillo en la mano. Mirando la imagen que ya no se reflejaba en aquel espejo ahora echo añicos.
Miro sus manos ensangrentadas con asco. Pero no había ni un gramo de culpa en su cara. Había lastimado a su enemigo, pero él quería matarlo, no hacerle un simple rasguño.
Saco de la palma de su mano izquierda un vidrio clavado. Con la derecha tomo el cuchillo y lo clavo en la herida de la otra. Empezó a cortar todo su brazo de forma vertical. Cortando los tendones y venas.
Estableció contacto con su enemigo por una punta del espejo que aún no se había despegado. Sonrió satisfecho.
Y como si fuera una obra maestra, algo poético sucedió.
El pequeño trozo de espejo se desprendió de la pared a la misma vez que su cuerpo tocó el piso.
Le sonrió felizmente a su enemigo. Había logrado destruirlo.
