Maniático Amor

35

-Señorita Kate. -Me dice un hombre con traje que entra a la sala de interrogatorios. Se acerca a nuestra mesa y tira una caja de cigarrillos. Yo simplemente lo miro a él. Tengo unas esposas puestas que me aprietan las muñecas. Estoy muy cansada, diría que hace un poco más de una hora estoy aquí, sentada y esperando. El tipo se sienta en frente mio. Tengo un enorme espejo que me refleja, seguramente me observan. -Soy el detective Robert, estoy acá para ayudarte pero necesito de tu ayuda.
-¿Por qué estoy detenida?
-Tenes cargos de que es cómplice de una banda de mafia, bastante importante actualmente.
-¿Y cuales son las evidencias?
-Tenemos imágenes y videos, Kate. -Me muestra algunas imágenes. Aparezco en el banco junto con Jason. -Sabemos que sos vos por tu cabello y tus ojos. Hoy en día nuestra tecnología identifica a los criminales en tan solo segundos. -Veo otra foto en la que Thomas y yo estamos en su auto. -Estás implicaba con estos hombres. -Estamos Travis y el resto de los chicos en la escena en la cual yo había tomado la decisión de irme con ellos. Me saca rápidamente las imágenes. -Mira, Kate, aún no conseguimos tus huellas en las que puedan culparte de un asesinato pero si de robo. A parte del banco, tenemos registros de filmación en la que estás robando junto con un tal Travis una tienda de ropa.
-¿Esto es cierto? -Ya está todo filmado. No vale la pena mentir.
-Si.
-Muy bien. ¿Por qué estás involucrada con ellos?
-Me protegían.
-¿Haciéndote una criminal? -Sonríe maliciosamente. -Vi tu expediente y me llamó la atención de que tu hermano también había sido involucrado en esta misma banda y lo terminaron asesinando. ¿Lo hiciste por venganza?
-No, claro que no.
-Hay algo que no estaría entendiendo... -Me mira confuso. Observo la caja de cigarros.
-¿Quieres uno? -Asiento. Lo saca y me lo acerca a la boca. Mientras lo sostengo, lo enciende con su encendedor. Inhalo y con una de mis mano que está esposada a la otra, me quito el cigarrillo para largar el humo. -Volviendo al tema. -Miro al detective. -¿Cuál es tu historia, Kate? -No le quito los ojos de encima. Parece incomodarle mi actitud. Vuelvo a fumar hasta largar el humo.
-Lo diré solo una vez. Diré mi verdad. -Asiente. -Mi vida era completamente normal. Me secuestraron por error.
-¿Quiénes? -Le señalo la foto en la que estábamos todos reunidos.
-¿Continuo? -No responde.
-Estos chicos son realmente buenos. Al menos conmigo. Thomas me confesó que no era la chica que querían. Ellos secuestran por el dinero y por lo general, nunca ocurría el asesinato de la víctima. Eso decían, no puedo comprobarlo.
-¿Sabes qué varios de esos chicos, están muertos?
-Me enteré hace poco. -Me disgusta este tema.
-Hubo un traidor. -Me dice para ver mi reacción.
-No tengo en claro ese tema.
-Ok. ¿Y luego?
-Me enteré que la mano negra era el mismo enemigo de todos, me uní a ellos. Ese tipo nos quería a todos muertos, ya que no tenían su dinero. -Él detective revisa su cinta. -Ellos cuidaron de mi a pesar de todo. Travis hizo que tuviera mi primer experiencia en robar, además de que necesitaba ropa. -Tomo aire y no puedo evitar llorar.
-¿Qué pasó con él?
-Lo mató la mano negra. -Robert sobresaltado mira hacia el espejo y luego disimula como que todo sigue igual. Saca un pañuelo y me lo entrega. Niego con la cabeza y me tranquilizo. -Nos atacaron en ese primer escondite. Escapamos.
-¿Qué relación tenías con Thomas en ese momento?
-Cercana. Bueno, fuimos a una casa que él tenía. No duramos mucho tiempo, nos chocaron y no nos vimos más. -No voy a decir toda la verdad, no terminaría nunca.
-¿Qué quiere decir con eso?
-Luego de dos años él me buscó con el interés de tener una relación fija.
-¿Cómo una película romántica? -Bromea y lo ignoro completamente.
-Bueno, el seguía con algunos compromisos y nos fuimos a un lugar donde sería parte de su equipo. Nuestra relación acabó y yo comencé a dedicarme al robo.
-¿Has matado a alguien? -Mi cigarrillo no duró mucho. Lo suelto. Él rostro de los tres hombres me persigue. Luego la de Travis y la de otros hombres. Soy un monstruo, pienso.
-No. -Le contesto firme y sin duda. -Bueno, estuve un tiempo y la mano negra resultó ser el hermano de Thomas. No pude hacer nada contra eso, así que no aguanté y me escapé. Acá estoy ahora mismo. -Me callo. No pienso seguir.
-Ok. Mirá Kate, iras a prisión por cuatro años.
-¡¿Cuatro años?! -Asiente. -Quiero un abogado. -Estoy furiosa.
-Lo tendrás, Kate. Gracias por tu ayuda. -Se retira de la mesa hasta salir de la sala. Cierro mis ojos y trato de respirar. Es mucho tiempo para estar entre las rejas. Quizás me lo merezco por todo lo que hice. Soy una estúpida.

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En mi celda me tocó a una prisionera más maricona que un bebé. No se calla por nada en el mundo. Intenté hablarle para ayudarla pero es como si estuviese sorda. No quiero presionarla, bastante tengo con mis pensamientos.
Ya casi pasó una semana, supuestamente mañana iré al juzgado. El abogado que me tocó, es más garca que el propio presidente. Sinceramente me dan igual los años que me toquen, si así debe ser mi destino, pues que lo sea.
Afuera está diluviando y los rayos iluminan la cárcel. La tristeza se combina con el clima. Parece una metáfora pero es mi realidad.

-Señorita Kate. -Golpean las rejas y miro al guardián. -Cobraron tu fianza. -Me encuentro extraña. ¿Quién podría ser? ¿Por qué se arriesgarían? Mi ex compañera de celda se despierta y comienza a llorar. Prácticamente huyo de ese lugar.

Me dieron mis pertenencias. Necesito una buena ducha y dormir por dos semanas. Abren las puertas y veo la camioneta de Thomas. ¿Será él? No me quiero acercar mucho para no pasar un papelón. Podría ser otra persona y yo ilusionadome.
Al aproximarme, los ojos verdes de Thomi se chocan con los míos. Un gran alivio recorre todo mi cuerpo, lo extrañaba. Aunque no se que decirle. Tiene la ventanilla del acompañante abierta.

-Hola..
-Sube. -Pone en marcha el auto. Le hago caso, está muy frío conmigo. Acomodo mi bolso que es prácticamente una mochila y la acomodo entre mis piernas. Me pongo el cinturón de seguridad y observo el camino. Esta sonando un tema conocido de Radiohead - All I need, mantiene mi alma en paz. Por suerte no está a todo volumen, trato de no pensar más en Travis. El silencio de Thomas me deprime. Él es como una enfermedad para mi, toda mi vida depende de él. -Iremos al hotel en el que me estoy quedando. Mañana en dos horas llegaremos a mi nueva casa. -No le digo nada. Se lo escucha frustrado.

Luego de darme una exquisita ducha, noté que Thomi había salido. Tengo una remera blanca y mis bragas negras, sinceramente solo quiero dormirme con lo que tenga.
Él me aclaro que iba a ir al bar. A quemar sus penas, pienso conmigo misma. Mañana le diré de mi confesión y luego que me disculpo por haber matado a su hermano. Me acuesto en la cama y cierro mis ojos.