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UN MES DESPUÉS

Todo está más que perfecto, excepto con Thomi. Aún estamos distantes pero yo le doy su tiempo.
Salí a comprar un poco de comida para esta semana, no tengo ganas de comer pizza todos los días. Meto las bolsas en el auto de Thomas y escucho que una voz femenina toser, parece ser que aproposito. Acomodo mi última bolsa hasta cerrar la puerta y voltear a ver, quien es la chica. Al hacerlo, me encuentro con Rachel una ex compañera y amiga íntima de la oficina.

-¿Te ayudo? -Me sonríe.
-¡Rachel! -La abrazo sin dudarlo ni aunque sea por un segundo. -¿Qué haces acá? Hace años no te veo.
-Bueno, en teoría vos desapareciste. -Se ríe.
-Si, es verdad. -Me toco la cabeza simulando que estoy algo loca.
-Bueno este año me mudé a esta hermosa ciudad, lejos de allá. La gente vive nerviosa constantemente y ya no lo soportaba.
-¡Hiciste bien! -Le toco uno de sus hombros. -¿Y a qué te dedicas ahora?
-En un consultorio, soy secretaria.
-Buenísimo. -Realmente me alegro por ella. -¿Sabes qué? Te invito a mi casa, ahora mismo. ¿Podes?
-Si claro que si. ¡Es sábado! -Nos reímos.
-Subí.

***********************************
Abro la puerta y llamo a Thomas pero posiblemente siga dormido.

-Vení, sentite cómoda. -Se sienta y me observa. -¿Querés un café?
-Si, por favor. Bonita casa tenes con tu novio.
-Si, aún falta ordenar todo pero realmente es muy bella.
-Bueno, ¿Y que onda con tu chico?
-No lo sé, tuvimos una gran discusión y seguimos un poco alejados.
-¿Qué pasó?
-Me encantaría contarte pero es muy extenso y preferiría no recordarlo.
-Está bien. -Le doy su taza de café y yo tengo la mía. Me siento junto a su lado.
-¿Azúcar?
-Si, si. -Ella se sirve. -¿Y por qué crees que están en la cuerda floja?
-Y.. no lo estuvimos haciendo últimamente. -Le digo despacito para que no se escuche. Tengo la impresión que él lo está haciendo pero creo que estoy paranoica.
-¿Hace cuanto?
-Un poco más de un mes. -Me pone cara de estas en problemas y nos reímos un poco.
-¿Al menos hablaron un poco sobre el tema?
-Casi nada. -Tomo mi café. -¿Y vos?
-¿Qué?
-¿Alguien interesado?
-Oh. -Ríe sarcástica. -No, por ahora no.
-¿Por?
-Desde que terminé con mi novio, hace casi cinco meses...todo es diferente. -Parece estar mal.
-¿Hola? -Thomas aparece dormido y me siento un poco intimidada, ya que posiblemente haya escuchado nuestra charla.
-Hola, soy Rachel. Amiga de Kate. -Se levanta para saludarlo. -¡Tienen una linda casa! -Presiento que tiene los ojos en mi pero prefiero no verlo.
-Un gusto, Rachel. ¡Gracias!
-¿A qué te dedicas?
-Trabajamos juntos. -Volteo a verlo. Está apoyado en la mesada y me mira.
-¿Ah si?
-Si. -Le digo a Rachel. -Thomas es martillero público y trabajamos juntos.
-Genial. -Thomas asiente.
-Bueno, iré a ducharme. Me alegra ver a Kate con alguien de su confianza. -Parece ser una indirecta. Creo que está enojado conmigo. Se va y Rachel vuelve a su lugar.
-Es lindo. -Me hace un guiño.
-Si, lo se.
-¡Vamos Kate! ¿Qué pasó con esa chica seductora que conocía?
-Murió. Gran parte de mi ya no existe. -¡Ay no digas eso! -Parece estar preocupada. -Todos cambiamos alguna vez. -Se termina su café. -Uuuh. -Dice después de mirar su reloj.
-¿Qué?
-Me olvidé que tengo otros planes en media hora. -Bajo mi mirada. -Oye, este es mi teléfono. Ahora que estamos cerca, nos podemos ver seguido. ¿Qué te parece? -Me pone su mano en mi hombro y la miro hasta sonreírle.
-Si, perfecto. Nos mantenemos en contacto. -Nos levantamos, la abrazo y la acompaño hasta la puerta. Una vez que la cierro, golpeo mi cabeza contra ella.
-Simpática. -Escucho la voz de Thomas y lo busco con mis ojos. Al encontrarlo lo veo parado cerca de la puerta del living.
-Si, hace mucho la conozco.
-Eso parece. -Pone sus ojos en blanco.
-¿Ah y por qué? -Me altera los nervios que tarde en contestarme. Se peina su pelo sin sacarme los ojos de encima.
-Porque le contás todo. -Parece estar enojado.
-Bueno, la próxima evita escucharnos. -Camino hacia la cocina hasta agarrar las tazas para limpiarlas.
-Parece que llegué en el momento exacto. -Trato de no escucharlo. -No sabía que era tan importante para vos, cojer.
-¡Basta! Ya no te soporto.
-Y andate. -Me duele escuchar eso de él. -La puerta está abierta, Kate.
-¿Tanto te enoja que diga la verdad?
-No. Me enoja que no me digas las cosas a mi. -Me da vuelta con fuerza.
-Bueno. Supongo que ya no hace falta que lo tenga que repetir. -Cruzo mis brazos, me siento ofendida.
-Creí que me entendías.
-Lo hago, Thomas. Realmente lo hago. -Lo miro a los ojos, aunque me este arrepintiendo. Quiero llorar.
-No mientas.
-Vete al carajo. -Me escapo de él y camino hacia donde pueda huir pero otra vez me agarra hasta apoyarme sobre la pared. -¡Aaay! -Me dolió un poco.
-¡No me dejes hablando solo! Hablemos. Eso es lo que queres.
-Si, cuando te calmes. -Miro hacia la puerta del baño que está en un costado. Thomas me agarra con una mano mis cachetes de la cara y es imposible no verlo. Ambos respiramos alterados.
-¡Te ves hermosa! -Se me escapa una lágrima. Quiero irme y a la vez no. -Pero me sacas tanto de quisio.
-Dejame. -Me suelta la cara pero eso no es todo, me come la boca de manera sorpresiva. Y me quedo asombrada. Aún así lo empujo para que deje de hacerlo. No estoy de humor.
-¿No es lo que querías?
-Ya no.. -Lo miro enojadisima. En el momento que pienso en alejarme, Thomas me acorrala con su cuerpo e intento moverme pero me sujeta de ambos brazos. Trato de calmarme, no quiero hablar con él. Me besa la mejilla. Luego una de sus manos suelta mi brazo y se desliza a mi pecho. Me siento incómoda y a la vez lo disfruto. Intento seguir con mi actuación de enbroncada pero... me está empezando a gustar. Él me empieza a besar en el cuello y se me escapa un par de gemidos. Vuelvo a mi actuación y me empiezo a mover para que deje de hacer lo que hace. No me escucha y me desabrocha el jean. Ya no puedo seguir resistiendome. Busco su boca y lo empiezo a besar con fuerza, él me levanta desde mis nalgas, para que luego mis piernas se sujeten en sus caderas. Aún así nos besamos por todos lados, me choca contra la pared una vez más y nos llevamos puestas algunas cosas. Gimo del placer.
Thomas lentamente se traslada conmigo encima hasta el dormitorio. Ambos caemos en la cama y nos comenzamos a sacar todo con mucha furia, las ganas acumuladas.. no aguantan la espera. Él me ayuda con mi jean y bragas. Yo solo con su remera, él se encargó de sacarse lo de su parte sobrante. Hubieron algunas risas de por medio pero mucho fuego, durante nuestros besos por casi todo el cuerpo.

...

-Me encantó. -Apoyo mi cabeza sobre su pecho. Ambos estamos muy cansados pero a decir verdad, fue una de mis mejores reconciliaciónes con un hombre.
-Me dejaste cansado... -Su respiración sigue alborotada. Se mueve para buscar mi boca y me besa.
-Hmm ¿Seguis enojado conmigo?
-Un poco. Ya se como canalizarlo. -Me hace reír.
-Prefiero que sigas de mal humor. -Beso cada músculo de su brazo.
-¿3er round? -Me pregunta y mis ojos deben estar brillando de lujuria.

Maniático AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora