Capítulo 7

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Se oye la respiración de Hugo al otro lado del teléfono. Se nota que está cabreado.
Cuando ve que no digo nada más empieza a hablar.

-Adiós- y cuelga antes de que pueda decirle algo.
Empiezo a llorar y llorar.
Aroa me abraza y me consuela.

-¿Prefieres estar sola?- me dice.
-Bueno- le digo en soñozos.

Cuando oigo el ruido de la puerta cerrandose, empiezo a gritar.

-LUCIA ERES GILIPOLLAS, TENGO QUE DEJAR A ESE CHICO, LE ESTOY HACIENDO DAÑO A EL Y A MI MISMA, JODER SOY GILIPOLLAS- me digo a mí misma gritando como una loca, espero que nadie me escuche.

Me tumbo en la cama para tranquilizarme pero caigo en un profundo sueño.
Pasan las horas y me despierto por un pequeño ruido, me froto los ojos y bostezo.
Cuando entro en sí, me doy cuenta de que el ruido proviene de la puerta, están llamando. Me levanto, me pongo mis zapatillas y la abro. Es Aroa, viene alterada.

-Dios, dios, no te puedes imaginar lo que ha pasado- está bastante nerviosa.
-Aroa tranquilizate, ¿qué ha pasado?- la digo para intentar relajarla.
-Joder....- da un pequeño suspiro.

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