Novena Carta

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Después de eso pasaron dos días, nos encontrábamos en un hospital en la misma habitación, separados por una cortina nada más, ella no me hablaba, y yo tampoco me atrevía.

Lo que pasó justo después de eso, fué que al acabar todo ellos nos golpearon hasta dejarnos inconcientes, cuando despertamos ya era de día, la policía apenas estaba llegando, se les notificó la noche misma anterior por los vecinos al ver varios jóvenes entrar en la casa abandonada, pero como es la justicia en toda maldita parte, llegaron tarde. Luego llamaron a las ambulancias y nos llevaron por emergencias, nos trataron a ambos y nos dejaron en observacion, para ver como evolucionabamos de nuestras heridas.

Al tercer día, todo seguía igual, y yo no veía en ningún momento que nuestra relación mejorara.

Al cuarto día, ella dió el primer paso, me saludó en la mañana apenas despertar, me sentí tan feliz.

El quinto día fuí capaz de entablar una pequeña conversación, fue algo dificil, pero el amor que nos teníamos todavía, lo hizo posible.

Pensé que podríamos superar todo esto, veía esperanza y una luz que me tranquilizaba y me decía que todo estaría bien. En la noche del quinto día, le dije que la amaba, pero ella no me respondió, titubeó un tiempo y luego dijo "buenas noches", tal vez no estaba lista, no todavía.

En el sexto día me desperté sintiendo mi frente un poco humeda, era ella que me había besado, y con lágrimas en los ojos, me dió los buenos días.

El día transcurría un poco diferente esta vez, nos hablabamos más, e incluso paseamos por el hospital cogidos de la mano, pero, ella se veía tan distante de la realidad, se veía como si estuviese en otro mundo, con lágrimas en los ojos, yo no podía evitar besarla y expresarle mi amor hacia ella, pidiendo disculpas por mi impotencia y mi inutilidad, que no volvería a pasar y que estaría junto a ella en todo momento, ella tan solo me miraba con una sonrisa y me besaba una vez más.

Aquella noche mientras dormía, fuí despertado con un leve movimiento en mi brazo, mientras salía de aquél retardo de conciencia, pude ver una silueta salir de la habitación, ¿Katherine? Dije, y enseguida volteé a ver la camilla de al lado, estaba vacía, sin duda había sido ella la que ví salir del cuarto. Salí de la habitación apenas me incorporé, y la seguí, la llamaba lo más alto que podía y a la vez lo más bajo para no llamar la atención de nadie, pero ella en la distancia, solo se limitaba a voltear a mirar atrás y seguir su camino, ella quería que la siguiera, y eso hice, la seguí y la seguí por todo el hospital, subimos varios pisos y así seguimos hasta que la perdí de vista, estaba en el último piso ya, aunque más arriba de ahí estaba la azotea, ¡Maldición! No podía ser.

Subí hasta la azotea con un mal pensamiento en mi mente, no lo podía creer, si todo estaba yendo tan bien. Apenas puse un pié en aquél nivel, pude verla de inmediatamente a ella, ahí, parada en el filo de la corniza, mirandome fijamente como si me estuviera esperando.

-Katherine ¿Qúe haces? Baja de ahí.

Fué lo primero que pude decir.

-Acercate un poco más, ven, te estoy esperando.

-¿Qué quieres decir? - Dije mientras lentamente me acercaba -

-Ven, terminemos con esto, seamos felices en algún otro lugar.

-¿Algún otro lugar? No hay ningún otro lugar, no lo hagas, quedate conmigo, te aseguro que podemos superar todo esto y ser feliz una vez más, aquí, en esta vida, donde nos conocimos. - Eran obvias sus intenciones, debía hacer algo para ayudarla a escoger la decision correcta, era más que obvio que estaba sufriendo una decaída de su depresión -

-Amor, ya basta ¿Quieres? ¿No ves que todo aquí para nosotros es sufrimiento?, incluso nuestra querida lluvia nos ha abandonado, ¿Acaso no quieres ser feliz conmigo? ¿En cualquier otro lugar al que vayamos? ¿Bien sea al cielo, o al infierno? ¡O incluso en otra vida! Donde podamos ser como dos gotas de lluvia.

-¿Como dos gotas de lluvia?

-Ajam, asi es, naceremos en la misma nube, nos separaremos al condensarnos y caeremos juntos como dos gotas de lluvia, para así cuando al impactar en la tierra, seamos uno otra vez siendo parte de la misma agua que dará vida a todo a su alrededor, seremos un dulce amor.

-¡Basta! ¿No ves que acabas de narrar exáctamente lo que ya somos? ¿No quieres ser feliz a mi lado mientras seguimos cayendo? ¿No quieres impactar en la tierra al mismo tiempo que yo, y dar vida a nuestro alrededor? ¿No quieres?

-¿Pero que dices? Por favor mi niño de ojos bonitos, en esta vida solo nos ha llegado momentos de dolor, obstaculos, inconvenientes y todo ha sido sufrimiento, yo te amo, pero no creo que pueda continuar así.

-Vamos, deja de decir esas cosas, ven y ba..

-¡¿No ves que quiero acabar con todo? - Repentinamente me interrumpió -

-¿Acabar con tod...

-Si, Si no vienes, me iré sola, ya no quiero estar aquí contigo.

¿Irse sola? No, ella no podía, quería detenerla, pero palabras de mi boca ya no salían, no podía comprender por qué no queria estar conmigo.

-Di algo, estoy renunciando a ti.

No, no, no podía creer lo que decía, lentamente me acercaba a ella, quería hacerle saber que yo sería el indicado para ella, si ella quería quedarse aquí conmigo, a cualquier parte la seguría siempre y cuando estuvieramos vivos y nos amaramos en esta vida, pero mis palabras no salían de mi boca.

-Lo siento, no puedo continuar más así.

Y así, ella se dejó caer, no llegué a tiempo, una vez más mi impotencia, mi incapacidad de poder ayudarla, salvarla, hacerla feliz y de hacerla sentir amada, nos venció, a ella, y a mi.

Gotas de LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora