Última Carta

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No se de que manera empezar esta carta, asi que solo comenzaré escribiendo las gracias a quien sea que la haya econtrado, a quien sea que se haya tomado el tiempo de leer estas diez malditas cartas. No hay mucho que decir ahora, me encuentro en el la azotea recordando todo lo que pasó en nuestras vidas, en cuando la ví por primera vez, en cuando la defendí de aquellos niños, de nuestro primer beso, y de nuestra formalización de nuestro amor, me encuentro en esta azotea recordando todos los momentos de nuestra vida, escribiendolas en estas cartas que ahora lees.

Tan solo han pasado cuatro días desde que Katherine se suicidó, justo despues de aquello, llegó el guarda de seguridad y me tomó por los brazos, me alejaron del lugar, luego vino la policía y me interrogó, sospecharon de mí, me obligaron a contarles todo lo que sucedió de principio a fin de aquella noche, las dudas se disiparon despues de escuchar mi versión de la historia y compararla con las pruebas que daba el video de seguridad de aquella noche, ellos revisaron la habitación en donde nos encontrabamaos, revisaron su cama y pudieron encontrar que debajo de la almohada se hallaba una nota, pensaron que fue su nota de suicidio dedicada a mi, por si acaso yo no me iba con ella, una vez más fueron sus palabras y letras las únicas que lograron alegrarme una vez que la leí.

Como dos gotas de lluvia juntas han de resonar

En aquél charco de agua en el que ellas al caer

Uno solo volverán a ser.

No podía decir nada más que no fuera que mi querida Katherine fue ella misma, hasta el final. Lastimosamente, no pude corresponder a ese sentimiento etéreo del que me hablaba, y del que quería que fuera parte, pero ¿Qué me quedaba ahora?, renuncié al trabajo que tenía, y me fuí de aquella casa donde vivíamos, no tengo a donde ir ahora, de mi padre no me he enterado desde que escapé de su casa y me fuí a donde Katherine a consolarla por la muerte de sus padres, ni siquiera supe de él cuando mi madre se suicidó, además, al igual que Katherine no tengo familiares en esta ciudad que pudieran acogerme, ¿Qué debo hacer?

Sin duda a ella la amé, y la sigo amando, y aunque nuestra querida lluvia nos hubiera dejado, yo a ella nunca la abandonaré, de ahora en adelante seré su nuevo ángel guardián y mi deber será recordarla de ahora en adelante, mantenerla viva en mi conciencia y ser testigo de que alguien como ella vivió, y vive en mi corazón, sin duda, esas serían las palabras de algún adulto coherente, pero yo, yo sigo lamentándome no haberla podido salvar, no haber sido su verdadero ángel guardián. Una vez quise dedicarle una canción , "Your Guardian Angel – The Red Jumpsuit Apparatus" Quería demostrarle que el ángel guardián de nuestro amor, no era la lluvia, éramos nosotros, pero nunca tuve la oportunidad, no, si la tuve, solo que nunca la aproveché, además de eso, llegaron los peores momentos de nuestra vida, y no serví de nada en todos ellos, y la lluvia, nos había abandonado, ella no necesitaba más prueba de ello, sin embargo, justo en estos momentos que estoy tomando una resolución al escribir esta carta, ha empezado a llover, al principio pensé que las gotas que caían sobre esta carta eran lágrimas que brotaban de mis ojos, y que sin darme cuenta habían empezado a mojar la hoja en la que escribo, pero no es así, es la oportuna lluvia que viene a cerrar este capítulo, y como nuestro ángel guardián me llevará a reunirme con mi amada.

Lanzaré al viento todas estas cartas que he escrito en estos cuatro días, estas cartas que dejan lo que Katherine y yo vivimos, archivadas en el corazón de aquella persona que las recoja del suelo y dedique su tiempo preciado a leer estas diez malditas cartas, en donde la última es mi carta de despido, a todos, a mis amigos del colegio, a mi padre que no he vuelto a saber de él desde hace mucho, de usted mi querido lector, que una vez más, le doy las gracias por haberme prestado atención, no solo a mí que escribo estas cartas, sino también a Katherine a la que muy pronto me encontraré con mi madre, sus padres y su pequeño hermano a su lado, una vez termine de escribir esta última carta, las arroje al viento, y me despediré de este mundo.

Gracias, muchísimas gracias, y también muchas gracias de parte de Katherine Marín Lucero.

ATT: Andrés Galindo Palacios.

Gotas de LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora