Helena
Después de enterarme de que soy hija de Hécate, y hermana de Pau (nunca lo superaré), se me ocurrió que podría dominar el mundo con un cuchillo de mantequilla (camuflado con la niebla para que parezca un sable de luz, y para no verme tan patética). Pero para eso tengo que practicar. Y, por qué no, conseguir una "víctima".
Camino por el campamento sin rumbo alguno. Está oscuro (no digas lo obvio, niña). Cállate, voz de mi cabeza. Sin darme cuenta, me estrello con un gigante.
-Ay.
Alzo ligeramente la cabeza y veo a Travis Stoll... ¿o será Connor?
-Uy, lo siento. Hola... uh... Stoll. ¿Qué Stoll eres? ¿Travis?
-Connor- me corrige.
-Entonces, hola Connor- le tiendo la mano con una "cara formal" se podría decir. El se me queda mirando raro (como todos, pero...meh, estoy acostumbrada). Finalmente me estrecha la mano.
-Encantado- un poco de sarcasmo-, no se tu nombre.
-Helena, mi nombre es Helena, con hache. Pero todos me dicen Helena- las personas no logran encontrar un apodo adecuado para mi (Esponjosita NO cuenta).
-Helena- repite-. ¿Por qué una niña anda caminando sin rumbo por aquí? ¿Se perdió la nenita?
¿Nenita? Disculpa pero tengo prácticamente 14 años. Este chamaco solo me ganaría por... dos años. Bueno, me halaga el hecho de que me viera chiquita, normalmente la gente piensa que voy en prepa. Tal vez sea por la oscuridad.
Nos soltamos las manos y cruzo los brazos. Le digo justo lo anterior (mírese arriba).
-¿Ya te reconocieron?- pregunta.
-Hécate.
-Se ha esparcido el rumor de que quieres dominar el mundo. Que terrible. Ya lo han intentado. Percy se llevó todo el mérito.
-Ya lo se. Y ya me preguntaba quien era la del rumor- no menciono lo del cuchillo de mantequilla/sable de luz. Miro de un lado a otro esperando a que alguien me salve de este silencio incómodo. Nada. TIC, TOC, TIC, TOC. Ya se lo que sintió Paulina al no ser rescatada. Para deshacer este silencio digo:
-Adios, me voy a dormir.
Y Connor dice:
-Una niña de tu edad no puede ir solita a un lugar sin estar acompañada de un adulto.
-Que tengo prácticamente 14; y por cierto ¿Dónde ande esta ese adulto? Yo no veo a ninguno- él se hizo el ofendido y se fue hacia su cabaña pero no sin antes decir "adiós nenita".
Novedad de la noche: tengo otro apodo.Pensé que este tipo sería buena onda. Me dirijo a la cabaña de Hécate, donde aparecen mágicamente mis cosas (que por cierto no son muchas) . Hay una pijama y una muda de ropa mas o menos de mi talla dobladas en la que parece ser mi cama. En la cama de a lado, Pau está acurrucada, vistiendo una pijama similar a la mía. Los demás hijos de Hécate también duermen. No encuentro ningún lugar para cambiarme, así que me meto debajo de la cama y con todos mis esfuerzos, me cambio ahí. Tardé como media hora. Luego, sin molestarme en lavarme los dientes con un cepillo que por cierto es inexistente, me meto a la cama.
Me despierto con un charquito de baba en la almohada. La luz matutina entra por la ventana y frente a mí está Pau, mirándome con cara de niña poseída.
Mi panza me dice "deja de ser floja, cámbiate y vete a desayunar", yo como niña obediente (no soy niña obediente) hago caso a las sabías palabras de mis tripas.
Cuando llego al comedor mi mirada se cruza con la de Connor (o al menos creo que es él) me dirijo a mi mesa cuando escucho un grito que dice:
-Buenos días nenita, ¿soñaste con las princesas?- cuando escucho eso hago algo que nunca creí que iba a hacer, meto la mano en el cereal de Pau y lanzo el cereal hacia Connor, lo sorprendente es que por primera vez mi puntería no me traiciona (lo cual siempre pasa) y le da en la cara (incluso creo que se le metió a la nariz). No puedo creer que soy capaz de hacer eso, se siente bien. El niño Stoll tiene la cara embarrada de cereal mojado. Muajaja. Me empiezo a partir de la risa.
-Ay- me quejo-, mi pancita.
Toda la alegría se esfuma cuando Pau me pega y me tira el resto del cereal en la cabeza con todo y plato. Connor se parte de la risa con esto.
-Ja ja- él casi se atraganta con los Choco Crispis-. Ese es tu merecido, nenita.
-¡TU CÁLLATE!
Quirón se levanta de la mesa principal y nos grita.
-Los tres, a la Casa Grande ahora.
Uy esto no es bueno. Solo se puede significar una cosa: castigo. Bravo, ni en el mismísimo Campamento Mestizo me libro de los castigos.
El despacho de Quirón es justo como me lo imaginé. Lleno de fotos. Siempre he querido estar ahí, pero en una foto en la pared, no parada frente a Quirón con Pau y un chico molesto escuchando un sermón y el señor D aguantándose la risa en el marco de la puerta. Al final, los tres recibimos el castigo de lavar los platos durante un mes. Un mes es mucho, no creo que dure tanto en este lugar (NO le eches sal). Además, quién dice que no regresaré a casa con papá...
Papá... DE-MO-NIOS. Estupida, Helena, eso es lo que eres. No he pensado en el desde que llegué. Debe de estar muy preocupado, tal vez haya tenido un colapso nervioso. Necesito una forma de contactar con el. Maldita sea.
Recuerdo que tengo unos cuantos dracmas en el bolsillo y que existen el agua y los prismas. Buen momento.
Al salir de la casa grande con Connor y Pau reprochándose cosas entre ellos y reprochándome cosas a mí (que no me molesto en oír por el momento) pregunto:
-¿Saben donde puedo encontrar un prisma o una manguera?- me dirijo más a Connor que a Pau (mientras, hago una mueca de disgusto)- Mensaje Iris- me explico.
Connor parece estar haciéndose pato y yo, de forma "disimulada", le muestro el dedo. El se va murmurando "Ya llevaba mucho tiempo sin un castigo. Tu culpa". Entendí la indirecta. Pau reprime una carcajada.
-¿Mensaje Iris para quién?- pregunta.
-Mi papá.
Ella palidece.
-¿Me invitas un mensaje Iris?
-Si me ayudas a buscar una manguera o un prisma...
Los siguientes veinte minutos Pau y yo solo preguntamos por alguno de estos dos objetos. También tarareábamos el tema de Misión Imposible y, no se por qué, eso dificultó las cosas.
Cuando por fin conseguimos un prisma (después de varios intentos) ella fue la primera en hablar con su padre. Fue eterno. Cuando me tocó a mi hablar con mi papá, me puse muy nerviosa. Cuando por fin aparece la imagen de mi padre en la sala de nuestro departamento y se da cuenta de que estoy ahí es el momento en el que más culpable me he sentido. Le tengo que explicar todo y a él le cuesta asimilarlo. Abundan el lo siento, he soñado con esto toda mi vida, sigo viva, no dejes que te maten, ¿que yo qué con una diosa?, dominar el mundo. Cuando la conversación acaba, Paulina ya se ha ido y es de noche.
Demonios, la cena. Voy directo a cenar y en la mesa de Hécate Pau me hace espacio. Al terminar Connor, Pau y yo tenemos que ir a lavar los platos.
Mierda.
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Todo es real...
FanficHabía una vez unas fangirls que creían que Percy Jackson era solo un mundo ficticio, en donde ellas se refugiaban. Pero los "había una vez" nunca son ciertos. Si estas leyendo esto es por algo, querido semidiós. Todo esto esta escrito en griego anti...