Punto de Vista: Cáncer
—Les diré donde pueden conseguir el vellocino.—dijo Freya a lo que todos sonreímos.— Por algo a cambio.—se me borro la sonrisa de una vez. —¿Y qué es lo que necesitas?—pregunto Escorpio molesto.
—Tengo un gusto peculiar por la música y un sonido el cual nunca he podido escuchar. El canto de una sirena, lo iría a buscar yo mismo, pero ustedes son mi oportunidad. Tráiganme el canto de una sirena y les diré dónde está el vellocino. ¿Fácil, no?
¿Cómo vamos a traer la voz de una sirena? Eso es ilógico y imposible. —Eso es imposible, amigo.—dije obvio. —Nada es imposible, cuando consigan una sirena ella les dirá como. He oído que se ocultan en el Mar Egeo, deberían empezar a buscar.
Aries y Escorpio salieron molestos del lugar, y en parte los entiendo. —¿Alguien sabe como llegaremos al Mar Egeo?—dijo la hermosa Virgo. He querido hablar con ella, pero no se ha dado la ocasión.
En el carro, todos dormían excepto Géminis, Escorpio, Capricornio y yo. Escorpio y Capricornio hablaban tranquilamente mientras se concentraban en la vía. En cambio, Géminis le tomaba fotos horribles a todos, más a Aries. Me dijo que no le contara a nadie y menos a Aries. Y en realidad, no lo haré porque no es mi problema. Y tampoco es que me lleve muy bien con algunos, pero la pobre Piscis le tomaron una foto con la lengua afuera y un moco salido.
—Le tomé una foto al mapa antes de irnos.—dijo Géminis sacando su celular y una Aries acercándose. —¿Qué es esto pedazo de idiota?—dijo una Aries furiosa. —¡No me lastimes!—dijo un Géminis lloriqueando detrás de Libra.
Aries reía ante la reacción de Géminis a lo que todos quedamos sorprendidos y todos reímos. Decidimos que mañana en la mañana partiremos al Mar Egeo, que en la ciudad sería la Bahía del Perro, queda a 100 kilómetros de aquí.
Terminamos en un motel de la ciudad, era muy económico. Todos juntamos dinero para pagar sólo 2 habitaciones. Cuando nos dieron las habitaciones las chicas se fueron a una y nosotros a otra. Y ahora que lo pienso creo que nos podremos llevar muy bien.
Punto de Vista: Escorpio.
Es genial saber todo lo que paso antes de esto, como eran antes y ni se imaginen todas las cosas que hacían. Ya sabía porque Piscis no me miraba cuando andaba en bóxer por la casa. Fue un día muy lejano, en el que traumatice a la pequeña Piscis, no entraré mucho en detalles. Lo que pasó es que me vio desnudo, pero yo sé que le encanto.
Me enteré de que me llevaba muy bien con Tauro, Virgo, Cáncer y Piscis. Con Acuario, aunque hayan borrados nuestros recuerdos seguí hablando con ella en la cafetería que trabaja. Pero, lo que si me sorprendió fue Capricornio, me llevaba pésimo con ella, pero me ahora me cae de lo mejor.
—¿Quieren asustar a las chicas?—dijo Sagitario a lo que todos asentimos. Esto iba a ser demasiado fácil, como lo teníamos planeado. Las chicas hablaban y jugaban a ver quien tenía más flexibilidad. Por supuesto ganó Capricornio.
El plan era sencillo, Sagitario, Géminis y yo entrábamos por la ventana del baño, mientras Cáncer y Leo hacen sonidos raros y Libra trancaba la puerta principal para que no salieran.
Y funcionó a la perfección, los chicos y yo entramos y asustamos a las chicas y ya estaban un poco asustadas por los sonidos. Acuario y Aries gritaban abrazadas, Piscis, Tauro y Virgo golpeaban la puerta; y Capricornio. Bueno ella está normal.
—Eso fue demasiado gracioso—dijo Libra entrando y riéndose, detrás de él venían Piscis y Leo. —Debo admitir que lo hicieron muy bien chicos, esta vez.—dijo una Aries caminando hacia mi. —Acuérdense de dormir con un ojo abierto desde ahora.— dijo Acuario sacándonos a todos de la habitación.
—¡Ay! ¡Qué miedo!—dijo Sagitario moviendo sus manos como idiota. —Yo no estaría tan seguro.— dijo está cerrándonos la puerta en la cara. Todos empezaron a mirarme. —Estamos en problemas.—dije a lo que todos sintamos preocupados.
Punto de Vista: Piscis.
—Bien chicas, ¿qué haremos con los chicos?—dijo Tauro comiendo chicharrones. —Mis niñas, sólo el saber de que nos tienen miedo es suficiente.—dijo Virgo. —Tienes razón, pero hay que tener algo en mente.—aclaro Capri. —Pero, será mejor hablarlo otro día ahora tenemos que dormir.—dije.
Fue genial volver estar como antes, o por lo menos algo parecido. Yo dormía con Acuario, Aries con Tauro y Capricornio con Virgo. Desde que entramos en la habitación Acuario cortó el hielo con unos de sus chistes y todas nos hemos empezado a llevarnos mejor.
Ya habíamos llegado a la Bahía del Perro, no fue tan difícil encontrar las tales sirenas. Todo el pueblo decía que estás existían, pero no tenían pruebas de está. Nos encontrábamos en una playa solitaria, podíamos verlas gracias a nuestros poderes.
—¿Qué necesitan?—preguntó una de estas mirando a los chicos.—¡Oh! Que maleducada soy. Me llamo Laurel.—dijo está acercándose lentamente a Libra. —¿Necesitamos el canto tuyo o de una de tus amigas?—preguntó Aries a lo que la sirena ignoro.
—Vengan. Los llevo con la reina Adabel, ella los ayudará mejor que yo.—dijo Laurel esta vez acariciando el cabello de Escorpio. —cofcofzorracofcof—susurro Aries a lo que todos reímos y recibió una mala mirada de parte de está.
Hasta ahora me enteré de que estás pueden caminar igual que nosotros, pensé que eran peces. El lugar era asombroso, todos bailaban y bebían. La reina Adabel era igual de zorra que las demás, todas estaban detrás de los chicos.
—Oí que me buscaban.—dijo esta vez acercándose a Cáncer. —¿En que los ayudo?—dijo está. —Necesitamos el canto de una de ustedes.—dijo Leo mirando a una de arriba a abajo. Pervertido.
—Maravilloso. Es fácil, pero todo con una condición. Lo que mantiene nuestro poder son los temores de otros, entregamos nuestra voz como recompensa de una de las memorias más espeluznantes que han tenido.
—¿Y que necesitamos hacer?—pregunté. —El beso del recuerdo, sólo con un beso. Eso es todo, tu recuerdo más oscuro por mi canto.—dijo está acercando se provocativa mente Géminis. —¿Quién nos dará su recuerdo? Casi se me olvida, sólo chicos.—dijo está volviendo a su trono.
Esto no me gusta para nada. Todos nos reunimos en circulo, en serio estamos haciendo esto. —Bien, ¿quién será el afortunado de besar a la zorra?
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Los Elegidos.
Acak- Todavía no entiendo para qué necesitamos a mortales cubriendo nuestra espalda, ¿para que están nuestros hijos, hermano?- exclamó Poseidón estresado, no entendía a su hermano Zeus - Hermano, sigo pensando que le deberías dejar esto a los semidioses...