Después de comer las frutas que he recogido de los arboles, me dirijo a casa. No se que ropa me pondré después de que me transforme, porque no tengo más ropas. Supongo que me las apañaré. Subo las escaleras, abro la puerta y cojo uno de los trozos rotos de cristal que guarde. Me miro en él y miro a una chica abatida, con ojeras y el pelo hecho un caos. Me peino el pelo con los dedos hasta dejarlo medianamente liso.
Por el horizonte veo alzarse la luna y a mi espalda esconderse el preciado y hermoso sol.
Empiezo a admirar la hermosa y única puesta de sol. Observo como el sol va dejando el cielo de color anaranjado y como las copas de los arboles se van oscureciendo a medida que pasa el tiempo. Cuando el sol se esconde y la luna se presenta en el preciado firmamento dando paso a las estrellas bajo de la casita y camino hacia los árboles. Cuando creo que ya me he adentrado lo suficiente me tumbo en una roca y observo el firmamento. Empiezo a contar las estrellas a la espera de que me transforme. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, och... La verdad ya me cansé. Me levanto y empiezo a caminar entreteniéndose con las lindas flores que habitan en esta parte del bosque. Me agacho a coger una flor blanca. Cuando la voy a coger un dolor agudo ataca mi columna haciendo que caiga al suelo y me retuerza de dolor. Siento como mis costillas se rompen y cambian de posición. Grito que pare, pero este no cesa. Empiezo a notar que el pelo de mi cuerpo se va alargando. Todos mis huesos se van rompiendo mientras yo lloro y grito hasta que un ultimo dolor hace que esta tortura desaparezca. Intento ponerme de pie pero noto que estoy a cuatro patas. Sonrío y corro hacia mi cascada para verme. Corro y disfrutó de esta sensación. Me siento libre y más fuerte.
Cuando llego a la cascada me miro en el agua y veo a la loba más hermosa que he visto. Frente a mi hay una loba principalmente blanca con algunos toques azulados, verdes, rosas y amarillos en su cuerpo. Sus ojos son los más azules que he visto y es mucho mas alta y grande que otros lobos. Me acerco a mi reflejo sin creerme que sea mio. Una sonrisa se dibuja en mi cara (es una sonrisa de lobo, supongo que ya entendéis) al ver que soy mucho más hermosa de lo que pensé.- Hola bella - una melodiosa y angelical voz me llama.
Me giro y miro a todos lados en busca de esa amable voz pero no la encuentro.
- ¿Buscandome? - pregunta esa voz femenina con un toque de diversión en su voz.
- ¿Dónde estás? - pregunto mirando nuevamente a todos lados.
- Me llamo Azura y si me quieres encontrar busca en tu cabeza - me sugiere Azura.
- ¿Me oyes? - pienso yo.
- Claro. Antes no he sido muy cordial así que me presentaré nuevamente - comenta ella con un poco de diversión - Me llamo Azura, soy tu loba y sí, tus ojos son azules porque me llamo Azura. Esto se debe a que mi alma es azul y es pura.
- Genial, yo soy Bella, aunque supongo que ya lo sabias... - murmuro pensativa. El recuerdo de la tierra bajo mis pies viene a mi cabeza y decido correr de nuevo, no sin antes saber la opinión de Azura - ¿Quiéres correr? - pregunto ilusionada.
- Claro - responde ella tan emocionada como yo.
Empiezo a correr y disfruto de la sensación de sentir la tierra bajo mis pies. El olor a pino y a tierra húmeda inunda mis fosas nasales. Amo este olor. Oigo el crujir de las rama bajo mis pies y el ruido que hace el agua en la lejanía. Miro hacia delante y observo mientras corro el hermoso paisaje del que puedo disfrutar. Este sitio definitivamente me encanta. Cuando llego a los limites de esta misteriosa parte del bosque en la que vivo miro la luna. Esta se alza en el oscuro cielo alumbrando y haciendo sombras en el bosque. La admiro durante bastante tiempo basta que el crujir de unas ranitas cerca de mi posición me alerta. Me giro en la dirección del ruido pero no veo nada. Vuelvo a oír el crujir de las ramitas.
- Algo se acerca - dice Azura con un poco de miedo en su voz.
Corro en dirección a mi casita guiada por mi olor, que al parecer, huele muy bien y es fácil de reconocer en la distancia.
Cuando llego a la casa me visualizo en mi mente. Me transformo y espero encontrarme a mi misma desnuda, pero en cambio me encuentro con ropa. ¿Qué extraño no? Paso del tema y camino hacia mi casita.
Llego y siento como mi cuerpo se empieza a hacer pesado. Abro la puerta, la cierro detrás mía y me dirijo a la cama. Cuando la veo, caigo sobre ella, me tapo y caigo en un profundo sueño.Un sueño protagonizado por la diosa Luna.
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Rechazada
WerewolfAntes de que junte su boca con la mía, le tapo la boca con agua. - Tranquilo muñeco, porque creo que vas muy rápido. Le quito el agua y le alejo de mí. Él me sigue mirando molesto. - ¿Cómo que rápido? Tú eres MÍA y nadie me va a impedir besarte. - P...