Rechazada

Capítulo 8

- ¡¡ARRIBA VAMOS DORMILONA!! ¡¡ARRIBA SI NO QUIERES QUE TE ARRASTRE!! - grita Jonás en mi oído.

Abro los ojos y suelto un grito lleno de pánico cuando veo que mi cara se va a estrellar contra el suelo. Me doy a de bruces contra el suelo y suelto un grito ahogado de dolor.

- Que gran forma de despertar - se mofa Azura mientras suelta un bufido.

Me levanto poco a poco del suelo adolorida y oigo a Jonás reírse por lo bajo.

- Se que amas al suelo pero podrías cortarte un poco - dice explotando en risas.

La verdad es que la situación tiene mucha gracias visto desde fuera. Poco a poco empiezo yo también a reírme y terminamos los dos a carcajadas. Cuando ya nos hemos calmado un poco más, me levanto y cojo el trozo de cristal para ver si me he hecho algún rasguño. Me miro en el espejo y lo que me sorprende no son los rasguños que no tengo, ¡¡es mi cabello!! ¿¿¡¿Qué le ha pasado a mi hermoso cabello negro??!? Más presumida y no nace. Cállate Azura, esto es importante. ¿Y yo no? Esta claro que lo has dicho con falsa decepción así que... no. La verdad es que me divierte hacerla enfurecer. Me rio internamente y sigo con mi pelo. Miro y toco desesperadamente mi pelo asegurándome de que esto es real. Y vaya que lo es. ¿Y que es real? ¡¡¡PUÉS QUE MI PELO ES UN ARCOIRIS!!! Tengo por todo mi pelo mechas de color blanco, azul, amarillo, verde y rosa, ¿¡Cómo queréis que no me estrese!? Aunque... ahora que lo miro mejor, me queda bien. Las mechas combinan muy bien con mi pelo negro, parece que hayan estado ahí toda la vida. Pero... ¿Y si es una broma de Jonás?
Me giro lentamente y miro a Jonás con los ojos entrecerrados.

- No has sido tú, ¿verdad?

- No - dice con una sonrisa en su cara mientras levanta los brazos - pensaba que ese era tu color de pelo natural. De todas formas, gracias, ya tengo mote que ponerte - dice con una sonrisa burlona en su cara.

- ¿Cuál es? - inquiero emocionada

- Raimbow Dash - entonces revienta y estalla en carcajadas.

Yo hecha una furia me acerco a él, hago una bola de agua en mi mano y se la lanzo en la cara.
Él cesa sus risas y se hacerca corriendo hacia mi.

- Te arrepentirás de esto - corre en mi dirección y me tira al suelo. Se pone encima mio, me inmoviliza las muñecas y acerca su boca a mi oído.

- ¿Vas a pedir perdón? - dice con su boca demasiado cerca de mi oído.

Yo me sonrojo fuertemente.

- No... - susurro aun sonrojada.

Acerca su boca a la mía y yo lo miro con cara asustada. Yo quiero a mi mate, no le quiero a él. Cada vez esta más cerca y me estoy desesperando. Yo, yo, yo...
Empiezo a removerme en mi sitio cuando Jonás empieza a hacerme cosquillas. No puedo resistir más y lloro de la risa.

- ¿Vas a pedir perdón ahora? - dice claramente divertido por la situación.

- No - digo como puedo entre carcajadas.

Empiezo a reírme más y me estoy quedando sin aire. Jonás al verme intentando respirar, se aparta y se tumba conmigo en el suelo.
Reimos los dos un poco más y cuando terminamos Jonás susurra algo que no logro entender. Este se levanta y me tiende la mano. La acepto gustosa y comienzo a sacudirme el polvo de la ropa.

- Tenemos que entrenar y prepararnos. Lo recuerdas, ¿no? - dice serio.

Puto bipolar.

- Claro - digo con una sonrisa amable.

Seis meses después

Todo ha cambiado. No sabría decir si a bien o a mal. La dulce, inocente y amble Bella desapareció y una fría y calculadora la sustituyó.
Cuando empezé los entrenamientos era torpe y patosa pero ahora soy rápida, ágil y la mejor de la manada. Y sí, dije manada. Con el tiempo Jonás encontró a más de cien licántropos a los que Black Moon les había destrozado la vida. Entre ellos su mate. A partir de ese momento, nos distanciamos. Solo nos veíamos en los entrenamientos y, a veces, ni eso. Tampoco lo culpo por alejarse de mi. Yo también lo alejé. Muchos de los chicos y chicas que había se acercaban y preguntaban para hacerse amigos mios, pero yo los alejaba de forma fría y borde. Mi faceta de dulce solo la comparto con Azura, que es la única que me entiende de verdad. En este tiempo he aumentado de peso y ahora tengo un cuerpo envidiable con mis curvas, la verdad. Muchos chicos me han intentado seducir, pero he pasado. Muchos pensarán que eso me molesta, pero en realidad me gusta. Me gusta ser quién soy ahora. He tenido mucho tiempo para pensar y se lo que quiero. Quiero venganza porque destruyeron el lugar en el que podría haber sido feliz. Por este motivo me esfuerzo en los entrenamientos para sacar lo mejor de mi. Soy la más rápida, ágil, fuerte y flexible. Mis poderes han aumentado y puedo hacer lo que quiera con ellos. Puedo, solamente mirando a un punto fijo, crear una pared de fuego, un tsunami, un bosque y una montaña. Es alucinante y no me puedo quejar.
Ahora tenemos una vivienda para cada familia. Yo vivo sola en mi casita del árbol aunque esté más apartada que las demás. La reformé y ahora es una hermosa casa. Antes de salir de esta, me veo en el espejo y pienso que he cambiado también mucho físicamente. Las mechas naturales de mi cabello se han vuelto más fuertes y resaltan más que mi cabello negro, aunque este no se queda atrás. Mis ojos azules se han vuelto de un azul más oscuro y profundo, aunque sigue habiendo esa pared impenetrable que no se puede atravesar. En mi opinión me he hecho más hermosa. Y más egocéntrica también, aunque me gusta. Aquí aparece Azura. Me ha ayudado mucho en los últimos meses. Gracias a ella me he convertido en una fuerte loba. Como dijo la diosa Luna, soy más grande y fuerte que otros lobos como yo. He aprendido a camuflar mi olor y a cambiarlo por el de otro. En muchas misiones para conseguir recursos me he infiltrado en grupos de rogues ocultando mi olor para destruirlos desde dentro. Sonará cruel, pero lo necesitamos. Aparte, nosotros solo atacamos a los rogues que mataron a personas.
Aunque no lo parezca, la venganza esta cerca y nosotros ganaremos. Somos mas numerosos y fuertes que ellos. Yo lucharé y no dejaré que nada ni nadie se interponga en mi camino. Quien intente detenerme, morirá.

Salgo de casa no sin antes mirar mi calendario. Todavía faltan cinco meses y ocho días para mi cumpleaños. Salgo de mi casa y me dirijo al gimnasio, mi territorio, donde el que entra, es hombre muerto. Entro y me acerco a mi saco favorito. Me quito la chaqueta y me quedo en shorts y un top. Empiezo a dar puñetazos al saco y aumento la velocidad pensando en la pregunta que me he hecho todos los días desde que me levanto, ¿mi mate me querrá como soy? Claro que te querrá, eres hermosa. ¿Y tú como sabes que no me rechazará? ¿Y tú como sabes que sí lo hará? Touche.
Asesto mi último golpe y derrumbo el saco haciendo que este se rompa y la arena se esparza por el suelo. Lo dejo donde está y me aproximo a la sala kárstica, donde hay rocas que destruir. Sinceramente, muy divertido. Llego a esta y formo bolas de fuego y agua, destruyendo todo a mi alrededor. Hago crecer raíces del suelo que destrozan las rocas y formo fuertes corrientes de aire haciendo que los trozos de rocas choquen contra otras y las destruyan. Cuando termino no estoy agotada, más bien aburrida, por lo que decido irme a casa, en donde me espera el mejor bote de helado de la historia y una tele de pantalla plana para ver las mejores películas.
Imagino que esto lo haré algún día con mi mate. Espero...